Conforme la crisis global del capitalismo hace que los patrones imperialistas se muevan hacia el fascismo y la guerra mundial, el 1º de Mayo nos recuerda el poder que los trabajadores tenemos bajo la bandera roja de solidaridad comunista. En este día festivo de la clase trabajadora internacional, mientras el Partido Laboral Progresista moviliza en los cinco continentes, el viejo orden mundial dirigido por EE.UU. colapsa. La lucha por el comunismo es más urgente que nunca. La revolución comunista es la única solución a la explotación capitalista, a la pobreza, el hambre y las enfermedades innecesarias – a todos los males de este brutal sistema putrefacto.
A pesar de la confusión y el estado de terror que nuestra clase enfrenta hoy, la esencia revolucionaria del 1º de mayo es el faro que alumbra el futuro de la clase trabajadora, sin racismo, sexismo, sin las fronteras nacionales de los patrones. Un mundo egalitario solo puede ser creado por las masas de trabajadores dirigidas por el PLP. Mientras los imperialistas se preparan para su próximo baño de sangre global, preparémonos para la guerra de clases comunista que acabara su gobierno para siempre.
Las guerras comerciales llevan a guerras con balas
En su intento por recuperar la supremacía industrial estadounidense, el Racista-en-Jefe ha escalado la guerra comercial con China, imponiendo rígidos aranceles a las importaciones estadounidenses. Estos impuestos podrían desencadenar una recesión o depresión más profunda, y devastar la vida de millones en el mundo. También podrían desencadenar más inflación, acabando con el estándar de vida de la clase trabajadora que aun sufre por la pandemia.
Los trabajadores que sufrirán más han vivido bajo la bota del imperialismo y el “libre comercio” de los patrones liberales por décadas. Trabajadoras de la costura en el sudeste de Asia quienes trabajan duro para las corporaciones estadounidenses por unos dólares al día, enfrentarán mucha más explotación y desempleo conforme la economía interconectada global se hunde en el caos (CNBC, 8/4).
Las acciones irresponsables de Trump, desde los aranceles hasta la desregulación, los despidos de trabajadores federales, están dirigidos al servicio del grupo de capitalistas domésticos dentro de una clase dominante estadounidense profundamente dividida. También es un intento desesperado del imperialismo estadounidense – alguna vez el máximo jefe – después de años de perder en los enfrentamientos con China. Los capitalistas chinos toman represalias con sus propios aranceles y aprovechan su casi monopolio de minerales raros, que son cruciales para los vehículos eléctricos, aviones de combate, y drones militares (Christian Science Monitor, 18/4). A pesar de la pretensión de negociaciones, y desescalada, la lógica de crecer-o morir el capitalismo demanda una guerra a tiros, inevitable consecuencia.
Patrones unidos en sus ataques racistas
La catástrofe mundial migrante es el producto de un sistema en enfermo, que no puede existir sin nacionalismo, racismo y la extrema desigualdad. Desde Siria al Congo a Sudan y Venezuela, la lucha interna de los capitalistas hace que la vida de los trabajadores sea insoportable, que los trabajadores se vean forzados a huir para sobrevivir. Pero sus “refugios” están en Europa y EE.UU., lugares de creciente fascismo, donde los patrones usan el terror anti-inmigrante para sobajar a sus rivales e intimidar a la clase trabajadora. Bajo el capitalismo, no existe un lugar seguro para vivir o esconderse.
Mientras los patrones estadounidenses, republicanos o demócratas por igual – ponen la medida del racismo para usar a los migrantes como chivos expiatorios, una patología global. Ya sea Trump o su amiga Narendra Modi, vitoreando el linchamiento de trabajadores musulmanes en India, o la despiadada limpieza étnica de Israel en Gaza y Cisjordania, los patrones están enfrentando su última crisis con más represión. Ya no pueden utilizar el mito de la “ley y el orden” o sus falsas libertades constitucionales. Se están quitando los guantes suaves de la democracia liberal y mostrando su puiño de acero.
Algunos están demandando a la administración de Trump por su brutal trato a trabajadores inmigrantes. Después de ser testigos de la deportación de Mahmoud Khalil, por el crimen de protestar el genocidio o Kilmar Abrego García con cargos inventados, esperan que los tribunales patronales salgan a protegerlos. Esa es una ilusión peligrosa.
La única forma de combatir el fascismo es construir un movimiento masivo por el comunismo. Nosotros sabemos por experiencia que los tribunales y los patrones liberales no frenaran el fascismo. Tarde o temprano, ellos lo aceptaran tratando de preservar su decadente sistema. En 1994, Bill Clinton firmo la ley criminal que destruyo a una generación de trabajadores negros con encarcelaciones masivas. En 2011, Barack Obama firmo la ley National Defense Authorization Act, “ley que permitía la detención militar sin cargos o juicio, la primera vez en la historia de EE.UU.” (ACLU.org). En 2024 Joe Biden rompió el récord de Trump de deportaciones (bbc.com,20/12/24). Confiar en los patrones “menos malos” – incluyendo los falsos izquierdistas como Gustavo Petro de Colombia o Claudia Sheinbaum de México – es una trampa mortal.
Debemos confiar en la fuerza más poderosa del pasado, presente y futuro: La clase trabajadora internacional.
Los liberales son el principal peligro
Los políticos liberales que sirven al capital financiero, principal ala de la clase dominante estadounidense, trataran de usar los viles ataques de Trump para convencer a los trabajadores de votar por los demócratas en las elecciones de medio periodo del 2026. Estos apasionados defensores de la “libre expresión” son los mismos monigotes que ayudaron a aplastar los campamentos universitarios la primavera pasada, mientras que el asesino Biden financiaba el genocidio israelí en Gaza. Pero no todos se creen las mentiras. Los plantones recientes anti Trump de Bernie Sanders y Alexandria Ocasio-Cortez han sido interrumpidas por trabajadores que apoyan a nuestros hermanos y hermanas de clase en Palestina-y quienes entienden que estos falsos reformistas son fieles al imperialismo estadounidense.
Ambas facciones de gobernantes estadounidenses acordaron apoyar a los carniceros sionistas y usan el racismo para explotar y dividir a los trabajadores. En lo que no están de acuerdo es en como renovar su tambaleante imperio. Fortress America, representada por Trump es el ala que esta más enfocada en las ganancias domésticas y el control del hemisferio oeste – Por eso la amenaza de apoderarse de Groenlandia y el Canal de Panamá. Ellos no quieren pagar más impuestos para el USAID imperialista o la alianza militar de la OTAN – o la guerra en Ucrania.
El capital financiero, dirigido por los grandes bancos estadounidenses y las compañías petroleras multinacionales, necesitan mantener el control del petróleo en Medio Oriente, y sostener la OTAN para una posible guerra terrestre contra China. El campo de perros rabiosos de Trump es perverso y peligroso, sin duda. Pero los patrones liberales son los más expertos en asesinar en masa a nuestra clase. Lo han demostrado a través de las décadas de despiadadas masacres, desde Vietnam a Irak a Somalia. También son mucho más hábiles en engañar a honestos antirracistas, la gente que necesitamos en nuestro movimiento.
Millones de trabajadores, desde EE.UU. a México, Europa y las islas Marianas – se unen a las manifestaciones anti-Trump. La resistencia al creciente fascismo es esencial. Pero si lleva a los trabajadores a las garras de los patrones liberales, será un severo retroceso para la liberación de nuestra clase. En vez de ir a las urnas, los trabajadores tenemos que construir al PLP.
¡Necesitamos el comunista PLP!
La meta de nuestro movimiento es destruir el sistema de ganancias, desde la raíz hasta la copa. El PLP internacional está organizando por un mundo comunista, donde la gente trabajadora colectivamente dirija la sociedad, basada en la necesidad, donde el racismo y sexismo no existan. Nuestra principal arma contra los patrones es la unidad multirracial de la clase trabajadora.
Únete a nuestro partido, creando conciencia de clase y llevando las ideas antirracistas a tu lugar de trabajo, escuela, y en las calles. Aprende con nosotros sobre las grandes revoluciones comunistas del pasado – y ayudados a escribir el próximo capítulo de la historia de la clase trabajadora.
¡Muerte a los Patrones! ¡Poder a la clase trabajadora! Marcha con nosotros el 1º de Mayo y juntos construiremos el futuro comunista que nuestra clase merece.