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Oppenheimer: la ciencia bajo el capitalismo sirve a las guerras de ganancias

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17 Agosto 2023 236 visitas

Oppenheimer, película de moda, realizada por Christopher Nolan, se dedica al científico Robert Oppenheimer quien de 1941 a 1945 coordinó el Proyecto Manhattan, para la fabricación de las primeras bombas nucleares que fueron lanzadas sobre las ciudades de Hiroshima y Nagasaki, causando la muerte de más de 200 mil personas mayormente civiles, y reduciendo a escombros ambas ciudades.

Aunque el realizador ha declarado que su película no lleva ningún mensaje explicito ni oculto, la realidad es que, por su ambigüedad y falta de objetividad, esta película está siendo usada por la clase capitalista dominante para poner en la mente de millones en EU y en el mundo, la necesidad de utilizar bombas atómicas como lo hicieron en Japón (solo que ahora son muchísimo más destructivas). Usando el mismo falaz y criminal argumento de que las bombas salvan vidas, así lo manifiesta el presidente Truman en un pasaje culminante de la película.

La película Oppenheimer describe al físico triunfador con mente brillante y carismático, su afinidad con actividades sociales que lo hace acercarse a un grupo de comunistas, asociación que va dejando a un lado, cuando su dilema patriótico lo orilla a embarcarse en un proyecto militar que tiene por objeto construir la bomba antes que los nazis, para detenerlos. Con este propósito R. Oppenheimer reúne y encabeza a toda una comunidad científica, quienes consciente o inconscientemente. se somete a los intereses militares de la clase capitalista dominante.

Un hecho crucial que la película omite es que el ejército rojo, sin bombas atómicas fue capaz de aplastar al ejército nazi, expulsando a los nazis de su territorio y liberando a Europa. La derrota nazi y su rendición en mayo de 1945, hacía que el proyecto de la bomba ya no tuviera sentido, como lo manifiestan algunos de los científicos involucrados. Sin embargo, los militares a cargo del proyecto, el presidente Truman y la clase capitalista dominante, empujaron la continuidad hasta alcanzar su verdadero propósito: su hegemonía militar en el mundo. El científico Isidor Isaac Rabi, alertó a Oppenheimer “los militares solo utilizan a los científicos para sus propósitos bélicos”.

La construcción de la bomba nuclear fue otro episodio de la sumisión de la ciencia a los intereses capitalistas. Tres meses después, agosto de 1945, las bombas fueron usadas con el burdo pretexto de “obligar a Japón a rendirse” cuando militarmente estaba rendido. La película no desmiente ni contradice esta vil manipulación capitalista, ni desenmascara el verdadero propósito de haber soltado las bombas, para amedrentar al mundo, en particular a los soviéticos y dejar patente el poderío militar alcanzado por la clase capitalista norteamericana. Como lo podemos constatar ahora, solo sirvió para desatar la carrera armamentista entre los dos bloques imperialistas que arrastran al mundo a más guerras alcanzando niveles de destrucción gigantescos.

Al hacerse evidente los verdaderos propósitos de la carrera armamentista muchos científicos manifestaron su desacuerdo y rechazaron la construcción de la bomba H mucho más destructiva. Oppenheimer fue uno de ellos, por eso lo desacreditaron, reviviendo su asociación con los comunistas, inventándole una supuesta traición. La película no desenmascara toda esta manipulación, más bien, trata de desvirtuar los ataques a Oppenheimer como rencillas personales con Lewis Strauss, su antiguo colaborador en la fabricación de la primera bomba. La película muestra como otros reconocidos científicos como Ernest Lawrence y Edward Teller, dispuestos a colaborar en la carrera armamentista, traicionan testificando contra Oppenheimer, mientras decenas de otros científicos firmaron una carta pública en su apoyo.

El dilema es actual, contextualizado por el declive del imperialismo norteamericano y europeo, la alianza imperialista entre Rusia y China, concretándose la división imperialista en dos bloques, disputándose el control del mundo. Amenazándose mutuamente con el uso de bombas atómicas en Ucrania, Taiwán y en cualquier otra zona en disputa.

Demócratas y republicanos en EU están a punto de aprobar un nuevo presupuesto militar, el más grande de la historia. Los imperialistas en Europa, Rusia y China también incrementan su presupuesto militar, el propósito de todos los imperialistas es la guerra para seguir concentrando la riqueza del mundo. Los capitalistas han mostrado que construyen bombas para usarlas contra la población, no dudemos que las volverán hacer para mantener su dominio y sus ganancias.

El capitalismo significa muerte y destrucción, necesitamos acabar con todos los capitalistas y sus bombas, y solo lo podemos hacer con la revolución comunista. El comunismo no solo acabará todas las guerras, también restituirá el medio ambiente que la irracionalidad capitalista y su sed de ganancias tiene al borde del colapso. El comunismo acabara con la pobreza, la desigualdad, el racismo, el machismo y todos los males que afectan a la inmensa mayoría de la población trabajadora del mundo. El PLP está en la lucha por el comunismo, UNETENOS.