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Finley, un luchador comunista hasta el final

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07 Septiembre 2023 217 visitas

Cuando Dr. Finley Calvin Campbell murió en su hogar de Chicago el 18 de agosto, la clase trabajadora perdió un gran guerrero contra el racismo y por el poder de la clase trabajadora.  Intrépido, comprometido, un camarada inquebrantable, Finley seguía organizando reuniones desde su cama los últimos días de su vida.
Finley nació en Anderson, Carolina del Sur, el 23 de septiembre de 1934. Cuando tenía 8 años su familia se mudó a Detroit, donde vivió hasta 1952.  Estudió en el Morehouse College en Atlanta y en la Universidad de Chicago, donde obtuvo su doctorado en literatura con el renombrado historiador John Hope Franklin.

Cuando vivía en Atlanta, Finley escribía discursos para Maynard Jackson, quien fue alcalde de la ciudad, era muy amigo del historiador comunista Howard Zinn.  Su tesis doctoral, guiada por Franklin, es un análisis histórico de la literatura de reconstrucción negra después de la guerra civil estadounidense.  Pasó un año en el Sorbonne de París estudiando francés, ahí conoció a su primera esposa, Liliane.  Después de casarse ella tuvo que “pasar como negra” para que pudieran vivir legalmente juntos en Georgia.

Con su impresionante hoja de vida, Finley pudo hacer una carrera en política o convertirse en un adinerado y conocido intelectual negro tan apetecidos por el sistema capitalista.  Pero, Finley se sumergió en la lucha de base contra la injusticia racista y contra el sistema capitalista de ganancias.  

Una gran primera impresión
El Partido Laboral Progresista conoció a Finley en julio de 1971, en Gary, Indiana.  Alrededor de cincuenta militantes del Partido y de Estudiantes por una Sociedad Democrática estaban en manifestación fuera de la planta US Steel, el contrato de los trabajadores expiraba al día siguiente.  Finley caminaba por la calle, había salido de una reunión de políticos negros por su postura anti-blanca.  Se alegró al ver la protesta y se unió a la línea de piquete. En menos de cinco minutos estaba dando un discurso y dirigiendo las consignas.   “¿Quién es ese tipo?” se preguntaba la gente.  Inspiraba la protesta con su resonante voz y su llamado a la unidad de clase contra los capitalistas.

En ese entonces no sabíamos que había organizado el instituto Malcolm X College – donde fue el primer profesor negro y de donde lo despidieron por sus actividades antirracistas.  Tampoco sabíamos que había corrido para gobernador de Indiana bajo el Partido de Paz y Libertad, recibiendo miles de votos de trabajadores blancos y negros.

El Partido y Finley empezaron a trabajar juntos.  Siguió sus actividades organizativas en Indiana, incluyendo la original manifestación; “Halloween contra el Racismo” en la universidad de St Joseph, ¡con todo y un discurso sobre los monstruos y vampiros del racismo! Finley tomó una posición en la Universidad de Wisconsin en Madison, y se mudó junto con su esposa de entonces, Vicki.  Junto a Toby Schwartz y otros organizó el Comité Antirracistas.  Una victoria de esa época fue la publicación de una página en el New York Times denunciando las teorías racistas del IQ  [coeficiente intelectual], firmada por más de cien expertos, líderes en ese campo.   

Luchando contra los racistas desde Chicago a Tupelo
En 1975, Finley fue uno de los líderes del proyecto de verano del INCAR/PLP en Boston, para enfrentar a los racistas del sur de Boston e integrar la playa Carson. Estuvo en la histórica marcha en Chicago contra los nazis de Marquette Park, el cual había sido “solo de blancos”.  Un cobarde miembro del Ku Klux Klan le disparó durante la marcha en Tupelo, Mississippi.

A mediados de los 1970, en un acto de entrampamiento, Finley fue despedido de la Universidad de Wisconsin por sus actividades antirracistas.  Su campo de competencia era American Literature y la raza a fines de los 1800s. El comité que lo despidió incluía a u meteorólogo negro y un musico de jazz negro.  Ninguno de los dos sabía nada sobre el campo de competencia de Finley.  Pero la Universidad los utilizó para despedirlo.  

Un gran vocero de la unidad multirracial
Finley acogió la línea del Partido sobre que el racismo está enraizado en el conflicto de clases del capitalismo.  Ataco a los traidores negros de clase quienes se aliaron con los patrones capitalistas y creía fielmente que la unidad ce la clase trabajadora era esencial, para acabar con el racismo y destruir el sistema de ganancias.  No tenía paciencia con los dichos de la falsa izquierda como “privilegio blanco” o “supremacía blanca”, los cuales esconden el contenido ce clase del racismo y divide a trabajadores negros y latinos de los trabajadores blancos.  Como escribió recientemente: “Recordemos: fueron nuestros viejos enemigos en el movimiento revisionista llamado nacionalista negro el cual revivió este falso termino de [supremacía blanca] para confundir a la clase trabajadora sobre la verdadera naturaleza de su explotación y opresión – no la supremacía blanca, sino la supremacía verde, el capital financiero.  No nos dejaremos engañar otra vez”.

Desde mediados de los 1990s hasta hace poco, Finley enseñó en universidades de la clase trabajadora y organizó en la Iglesia Unitaria, para ayudar en la lucha antirracista a la juventud y su comunidad.  Desde grupos de estudio hasta recaudar fondos para el trabajo internacional, y ser una poderosa voz y mentor para el conocimiento del racismo del Partido, nunca dejó de luchar por la clase trabajadora.

Un verdadero comunista hasta el final
Finley nunca se apeno al usar la palabra “comunismo”.  Es más, se lamentaba que casi no se mencionaba a Marx y Lenin como “los hombros en los que nos paramos para ver más allá”.  Aun cuando usaba lenguaje teológico, siempre tenía el contexto del Marxismo-Leninismo.   No temía cuestionar dentro de la organización, una práctica que todos deberíamos emular como necesidad en la construcción de un Partido vibrante.  Fue un verdadero comunista antirracista hasta el final.   Finley era un luchador incansable, organizando un grupo de más de cien trabajadores de todo el país en la iglesia Unitaria, planeando reuniones hasta que murió.  Uno de sus últimos deseos fue que se siguiera distribuyendo el DESAFÍO a los trabajadores a quien él siempre les había dado.

La lucha por la unidad multirracial contra el racismo y por un mundo libre de explotación y opresión hubiera sido más débil sin la contribución de Finley.  Nuestro partido es más fuerte por sus décadas de consistente y dedicado trabajo.

Finley deja atrás a Roberta (Bobbi), su devota esposa y compañera de vida y lucha política; sus hijos e hijas; Phillip, Paulette, David, Kathi y Mark, nietos y nietas, Taylor, Bryanna, Lyaa, Lanny, Laïssa, y Anastasia; y una clase trabajadora internacional agradecida.

También nos deja su sabiduría y compromiso.  Influenció directamente a miles de trabajadores, quienes a su vez continúan influenciando a decenas y cientos de miles.  Finley continuará vivo mientras la lucha por un mundo libre de racismo y explotación continúe.

Un acto conmemorativo se llevará a cabo en Chicago el sábado 3 de septiembre, el cumpleaños número 89 de Finley.  A las 4 PM [hora central], en persona o vía zoom:

Acto Conmemorativo para Finley
Sábado, 23 de septiembre
4 PM CT
En persona:
First Unitarian
5650 S. Woodlawn, Chicago.
Zoom info: https://us02web.zoom.us/j/84617168894.
Meeting ID: 846 1716 8894 [número de identificación]
Para llamadas: 1 312 626 6799 US (Chicago)


Finley y el proyecto de verano de Tupelo de 1979
El Partido Laborista Progresista (PLP) y sus aliados en el Comité Internacional Contra el Racismo (INCAR) organizaron un Proyecto de Verano en Tupelo, Mississippi en 1979, cuando el KKK reclamó Tupelo como su sede nacional. Llegaron voluntarios, entre ellos Finley Campbell. Para entonces, Finley era un luchador experimentado e inspiró a todos los voluntarios más nuevos a dar lo mejor de sí.

El Proyecto construyó su base dentro de la comunidad negra. Recorrimos la zona con literatura, organizamos reuniones y grupos de estudio. En julio, el Proyecto convocó a una marcha masiva que comenzaría en el barrio negro y llegaría al centro de Tupelo.

El Proyecto organizó sus propias fuerzas de seguridad vigilando al KKK de blanco y azul. Los manifestantes realizaron un mitin cuando llegaron al centro. Un hombre armado apareció entre la multitud. Disparó una ráfaga de perdigones a los dos oradores, Finley Campbell y Carolyn Eubanks, hiriéndolos a ambos. El pistolero empezó a recargar. Nuestro equipo de seguridad se apresuró a derribarlo al suelo y darle la paliza que merecía. Al instante la policía arrestó al jefe del equipo de seguridad. Fue acusado de intento de asesinato por detener al tirador.

¡El fiscal local convocó a un gran jurado que planeaba acusar a nuestro camarada llamando a las víctimas, Carolyn y Finley, para que testificaran sobre lo sucedido!

El abogado les explicó a Carolyn y Finley que nuestra única posibilidad de defender a nuestro camarada era que se negaran a testificar, que alegaran el quinto. Finley estaba extremadamente frustrado por tener que permanecer en silencio. Era un orador apasionado que hablaba con el estilo poderoso del predicador que era. Era eléctrico. ¡Silencio Finley! ¡Seguramente no! Pero guardó silencio por la causa de salvar a un camarada. En años posteriores habló a menudo de las muchas experiencias de Tupelo 1979. La más dolorosa no fue el perdigones: fue el momento en que este poderoso orador tuvo que permanecer en silencio. Finley dio un ejemplo ese día en Tupelo que perdura en nuestra memoria colectiva.