Cuba: solidaridad internacional con la clase trabajadora en Gaza

Como parte de la jornada mundial en solidaridad con pueblo palestino, para que no se cometa otro genocidio, esta vez en la ciudad de Rafah, en la Habana, Cuba, donde me encuentro pasando unos días junto con mi familia, se celebró un acto de solidaridad en la tribuna antimperialista, frente a la embajada del gobierno norteamericano en esta ciudad, en donde se dieron cita miles de personas, especialmente jóvenes, convocadas por el gobierno de la isla.

Durante el acto de protesta hicieron uso de la palabra, jóvenes representantes de diferentes sectores del país incluyendo sindicatos de trabajadores y varios jóvenes palestinos que estudian en la escuela internacional de medicina, cuyas voces quebradas narraban todo dolor y el sufrimiento de su pueblo que lleva más de 75 años luchando contra el sionismo y el apartheid israelí en los territorios ocupados incluyendo a sus familias que han tenido que unir y dejar todo atrás.

Todas las voces coincidieron en una condena unánime al gobierno sionista de Israel por el genocidio cometido contra el heroico pueblo palestino, que en esta ocasión ha costado en pocos meses de bombardeos, la vida de más de 30 000 civiles inocentes entre ellos más de 19 000 niños.

Se gritaron diferentes consignas entre ellas la ya famosa, FREE FREE PALESTINA.

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¡Los trabajadores de tránsito dicen que los ataques de los jefes significan luchar!

Después del reciente ataque al conductor de transporte de la ciudad de Nueva York, Alton Scott, los trabajadores del transporte de la ciudad adoptaron una postura valiente contra los patrones de la Autoridad de Transporte Metropolitano (MTA). Completaron formularios de seguridad y se negaron a operar sus trenes, lo que provocó interrupciones masivas del servicio en varias líneas de metro durante un día. Los trabajadores estaban y están hartos de las soluciones fallidas de los patrones para protegerlos y por un momento se dieron cuenta de que retener su trabajo es parte de la solución. La acción tiene a los patrones en modo de ataque total, y la gobernadora Kathy Hochul anunció planes para que 1.000 miembros de la policía estatal y la Guardia Nacional patrullen el metro en respuesta. Cuando el capitalismo está en crisis y la clase dominante no tiene una respuesta real al desempleo racista, la falta de vivienda, la salud mental y las enfermedades de adicción a las drogas que crea su sistema. En cambio, están intensificando sus ataques contra los trabajadores, específicamente los trabajadores negros y latinos. Estas acciones no sirven para mantener seguros a los pasajeros, sino que fomentan un ambiente de miedo y falta de voluntad para defenderse.

Los medios capitalistas nos dicen día tras día que la única manera de resolver estos comportamientos antisociales en la clase trabajadora pasa por sus fascistas miembros del Klan de Azul, complementados por sus primos en el ejército fascista. ¡Esta es la misma Guardia Nacional que no tiene reparos en acoger en sus filas a orgullosos neonazis portadores de tarjetas! Mientras impone recortes en los servicios sociales críticos de la ciudad, el alcalde liberal Eric Adams financia el Departamento de Policía de Nueva York con 11 mil millones de dólares, el mayor presupuesto policial del país. Es el mismo ciclo: después de otro de estos ataques, más policías inundan los trenes, pero los ataques continúan. Ahora las fuerzas militares están armadas con rifles frente a Grand Central como muestra del poder de la clase dominante, mientras las familias empobrecidas luchan por pagar el alquiler y poner comida en la mesa.

Mientras tanto, el racista Adams culpa de estos recortes a los trabajadores migrantes que escapan de las garras del imperialismo estadounidense, ¡a pesar de que su concejo municipal proyecta que la ciudad recibirá mil millones de dólares adicionales más de lo esperado para el año fiscal! Los trabajadores y pasajeros de la MTA no tienen nada que ganar cuando buscan protección en estos títeres.
El Partido Laborista Progresista sabe que sólo la clase trabajadora puede poner fin permanentemente a los ataques entre trabajadores. Únase a nosotros en la lucha no sólo por un sistema de metro más seguro, sino también por un mundo donde los trabajadores puedan estar seguros de una vez por todas: un mundo comunista.

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