“La Buena Guerra”, como los medios llaman la creciente carnicería de Obama en Afganistán y Pakistán, esta basada en los mismos motivos imperialistas estadounidenses de la guerra en Irak: El dominio de las fuentes mundiales de petróleo y gas natural para contraponerse a sus competidores chinos, rusos y regionales. En 1979, el entonces presidente Jimmy Carter declaró que los EE.UU. consideraría como un acto de guerra cualquier intrusión en los dominios de Exxon Mobil por cualquier otra potencia y respaldó su amenaza con su nueva Fuerza Rápidamente Emplazable. La Doctrina Carter hizo oficial la principal prioridad estratégica de EE.UU.: asegurar y controlar los energéticos del Oriente Medio y Asia Central y las rutas para exportarlos.
El mes pasado, con el acuerdo a que llegaron Irán y Pakistán de completar un oleoducto de 1,930 kilómetros desde los campos de gas del Sur Pars en Irán a Karachi en Pakistán, esta estrategia sufrió un serio revés. Según Estrategia Energética del Oriente Medio, un periódico del Instituto Olin de la Universidad de Harvard, “Lo que posiblemente parezca como un proyecto energético estándar puede tener profundas implicaciones para la geopolítica de energéticos en el siglo 21 y para el futuro de sur Asia, al igual que para la capacidad de USAmerica de frenar la hegemonía de Irán en el Golfo Pérsico” (29/5/09). En represalia, Obama está enviando a su nuevo comandante del teatro afgano, el general Stanley McChrystal, egresado de Harvard, y mejor conocido por su mando de los escuadrones de la muerte y de tortura en Irak y Afganistán. Estas “operaciones especiales” basadas en el suelo sustituirán los ataques aterradores de las aeronaves artilladas teledirigidas (Drones) en Pakistán. Y pronto llegaran a Afganistán 21 mil más USAsoldados.
IRAN, CHINA, RUSIA CONSIGUEN LOGROS ECONOMICOS, Y MILITARES
Los rivales de EE.UU. son los grandes beneficiados del acuerdo del oleoducto. Irán obtendrá un ingreso fijo para compensar las perdidas causadas por las sanciones dirigidas por EE.UU. y también consolidará sus lazos políticos con un Pakistán con armas nucleares, de por si ya un aliado vacilante de EE.UU. En cuanto a China. “El gas natural iraní fluirá a Gwadar un puerto en la provincia de Baluchistán, en el Mar Arábigo [China construyó este puerto y ahora construye una refinería]. Y Gwadar esta supuesto a ser conectado a un propuesto oleoducto que ira hacia el norte” a China (Asia Times, 29/4/09). Aun antes de que lance una armada de alcance global, China logrará la capacidad de importar energéticos por rutas fuera del alcance de la Séptima Flota Naval de EE.UU. “Con IP [el oleoducto] una vez construido y con acuerdos de gas entre Beijing-Teherán valorados en miles de millones de dólares, China puede finalmente importar menos energía por el Estrecho de Malaca, el cual Beijing considera sumamente peligroso y sujeto a la zona de influencia de EEUU. (Asia Times).
Para Rusia, mientras tanto, “IP es un regalo del cielo para reenrumbar el gas de Irán hacia Sur Asia, lejos de donde pueda competir con el gas ruso. El gran premio, en este caso, es el mercado de Europa Occidental, dependiente en casi 30% de Gazprom [la gigantesca compañía rusa de gas] y la fuente de 80% de las ganancias de la exportación de Gazprom”. (Asia Times).
PENTAGONO DESATA SU ASESINO EN JEFE, GRADUADO DE UNA UNIVERSIDAD ELITE
Para mediados del verano, el letal incremento de Obama estará en posición de atacar, respaldado por una nueva mega base militar en la provincia de Helmand, a corta distancia de la frontera iraní-afgana y del pakistaní Baluchistán, por donde pasará el oleoducto IP. Es la base estratégicamente soñada para una extendida tri-frontera (Irán, Afganistán, Pakistán) “campaña contra-insurgencia”, como la ha nombrado el General David Petraeus, jefe del Comando Central de EE.UU. (Asia Times, 4/6/09). Claves para este esfuerzo serán los asesinos de las Operaciones Especiales del Gral. McChrystal, “equipos que asesinan blancos escogidos operando desde las bases afganas en Kandahar y Nangarhar, y aliadas con las insidiosas, milicias locales.” (Asia Times). Estas milicias, cínicamente manipuladas por los USAbelicistas, son tribus baluchis nacionalistas-separatistas. Reclaman una patria que abarca parte de Irán, Afganistán y Pakistán, incluyendo el crucial puerto de Gwadar.
El inminente oleoducto Irán-Pakistán contrasta agudamente con su desgraciado rival, el USArespaldado proyecto de un oleoducto de Turkemistán-Afganistán-Pakistán-India (TAPI). Comenzado bajo Clinton y Unocal (ahora Chevron) en 1995, los USApatrocinadores de TAPI primero cortejaron y después se enemistaron con el Talibán, los entonces gobernantes de Afganistán. En 1999, cuando el Talibán prefirió a Bridas, una constructora rival argentina, Clinton abortó el trato y especialmente termino – temporalmente – la alianza EEUU -Talibán.
Afganistán, administrado por el Talibán, pronto se convirtió en un refugio para al Qaeda y los campos de entrenamiento para sus terroristas que perpetraron el 11/9. Washington ha insistido repetidamente que su único objetivo en invadir Afganistán en el 2001 era para derrotar las fuerzas del Talibán y al Qaeda. Pero últimamente, la construcción de oleoductos ha resurgido como su principal objetivo. Bridas, la cual los USAgobernantes ahora a regañadientes apoyan como una protección en contra de los intereses chinos, rusos e iraníes, ha reabierto negociaciones para TAPI con Kabul. Pero mientras esas negociaciones todavía están en la etapa de pláticas, el gas iraní estará fluyendo a Gwadar y Karachi para el 2014.
Los rivales de EEUU hacen significantes avances geopolíticos con el toque de un bolígrafo y los garantizan con sus cercanas, enormes cantidades de tropas. Los USAgobernantes, por el otro lado, no pueden hacer que se cumplan sus contratos sin tener que transportar su maquinaria bélica através de océanos y continentes. La debilidad relativa de los EEUU. está creando una atmosfera festiva entre los encargados de la planificación militar en Moscu y Beijing. “El presidente ruso Dmitry Medvedev declaró en abril que Rusia y China reforzarían su cooperación militar por medio de la Organización Cooperativa de Shangai y participarían en varias maniobras militares conjuntas. Implícitamente dijo que estos planes están dirigidos a limitar la presencia de EEUU en Asia Central” (Asia Times, 14/6/09). Al mismo tiempo, Rusia está conformando una alianza aguerrida llamada la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (CSTO, por sus siglas en ingles). “Esta nueva fuerza estará compuesta de grandes unidades militares de cinco países – Kazajstán, Kirguistán, Rusia, Uzbekistan y Tajikistan. La creación de un contingente militar poderoso en Asia Central refleja las intenciones de Moscu de convertir al CSTO en un bloque militar pro-ruso, digno rival de las fuerzas de la OTAN en Europa (Asia Times).
El falso “candidato de la paz”, Obama, esta completamente acorde con el programa bélico que los USAcapitalistas requieren. Hoy son escuadrones de la muerte y más tropas en Afganistán y Pakistán. Mañana puede ser una confrontación frontal con China o Rusia – algo que va a requerir la completa militarización de los EE.UU., incluyendo una clase capitalista disciplinada, la reconstrucción de la infraestructura (temas populares en los medios) y la restauración de la conscripción militar (algo que todavía no lo pueden ni mencionar).
Obama no es ningún amigo de la clase trabajadora. A pesar de su discurso en el Cairo de “tenderle una mano” al mundo musulmán, esta es la misma gente que diariamente sufre atrocidades en las zonas de guerra de EE.UU. En EE.UU., millones de empleos han desaparecido bajo el nuevo presidente. La pobreza y el terror policíaco están rampantes. Sin embargo, a pesar del declive en las condiciones materiales de la clase trabajadora, Obama goza de un alto índice de popularidad, prueba de lo útil que le es a los USAgobernantes. Desenmascarando la verdadera lealtad clasista de Obama – y el papel que juega – especialmente en estos tiempos de rápido declive es una de las principales prioridades de nuestro Partido para poner a nuestra clase en firme camino hacia la revolución comunista.
