PARIS, 17 de Abril — Los trabajadores indocumentados en huelga y sus simpatizantes se manifestaron hoy frente a la alcaldía al inicio de su séptimo mes de huelga. La mayoría de los 6,000 huelguistas son africanos que trabajan en construcción, restaurantes y servicios de seguridad. Demandan “legalización” general de acuerdo a un “criterio mejorado y simplificado que sea igual en toda Francia”. Actualmente, la “legalización” se decide arbitrariamente y caso por caso en cada una de las 100 prefecturas francesas. Se estima que hay entre 200,000 y 400,000 trabajadores indocumentados en Francia. El 1 de Abril, el Ministro de Inmigración Eric Besson, dijo que no tenía la intención de simplificar el criterio de “legalización”: cinco años en Francia, un año de empleo constante en una compañía que prometa emplear al trabajador por un año más, y en un sector donde haya “escasez de trabajadores nativos”.

La Derrota Electoral del Partido de Gobierno Conduce a Más Represión

El partido en el gobierno, UMP, y el gobierno sufrieron una derrota en las elecciones regionales el 21 de marzo, cuando el fascista Frente Nacional reapareció como fuerza política. Parece que ni el debate sobre “identidad nacional” o la política inflexible, contra inmigrantes y trabajadores indocumentados del ministro de inmigración, fueron suficientes para que la extrema derecha votara por el partido UMP. Ahora parece que el régimen del presidente Sarkozy ha reaccionado dando un giro a la derecha, tomando una posición dura y aumentando la represión contra los inmigrantes.

El 24 de marzo, desalojaron a los trabajadores de una de las primeras ocupaciones en Paris. Después de la reunión del Consejo de Ministros, el 31 de marzo, al día siguiente desalojaron a los ocupantes de las instalaciones de FAF-SAB, y al mismo tiempo el ministro de inmigración anunció que no habría cambios a la política anti-inmigrante.

Victorias de los Huelguistas

A pesar de todo, el movimiento de trabajadores indocumentados ha logrado una serie de victorias. El 8 de marzo, 60 sindicalistas de la CGT acompañaron a los trabajadores indocumentados a la compañía de limpieza STN en Aulnay-sous-Bois y forzaron a que el patrón prometiera contratar a 28 trabajadores indocumentados en huelga. (Esta “promesa de contrato” es una precondición para la “legalización”.) El 17 de marzo, el restaurante Bagatelle se vio obligado a ofrecer 8 “promesas de trabajo” a sus trabajadores en huelga. El 25 de marzo, trabajadores indocumentados y sindicalistas de la CGT ocuparon uno de los lotes de renovación de la compañía constructora Bouygues. El 1 de abril, cientos de activistas se opusieron todo el día al desalojo de trabajadores indocumentados de las instalaciones del la FAF-SAB. Finalmente desalojaron a los trabajadores pero la lucha demuestra el apoyo de los trabajadores a los huelguistas indocumentados.

El 6 de abril, la editorial de Le Monde, el periódico francés “de nota”, hizo un llamado al gobierno para que abandone su política que califica de “triste y sórdida”. El 12 de abril, una corte de apelaciones de Paris reconoció el derecho a la huelga y a la ocupación, de los huelguistas indocumentados empleados por la agencia de trabajo temporal, Synergie.

Se Rompe el Frente Unido Sindicalista

El 6 de abril, la confederación de sindicatos Solidaires, anunció que iba a sugerir que los trabajadores indocumentados presenten pedidos de “legalización individual” a la prefectura, sin esperar una nueva circular ministerial. Esta fue la primera ruptura en el frente unido de 11 asociaciones y organizaciones sindicales que apoyan la huelga. El 7 de abril, la organización de trabajadores indocumentados en huelga discutió la decisión y desaprobaron esta postura. 

El gobierno puede reaccionar de dos maneras ante esta desunión:

(1) Puede legalizar cierto número de huelguistas indocumentados caso por caso, y así negarse a futuras demandas, sin presentar una nueva circular ministerial; o

(2) Puede negar los pedidos de “legalización” y deportar a los huelguistas indocumentados que solicitaron los pedidos.

En cualquiera de los dos casos, los seis meses de huelga hubieran sido en vano, porque los trabajadores indocumentados permanecerían inseguros. La reunión del 9 de abril de los comités de apoyo a los huelguistas indocumentados no logró reestablecer la unidad y pidió que las 11 organizaciones sindicales y asociaciones les dieran más ayuda material, más medios de comunicación y pusieran más iniciativa en la lucha, que necesitan para ganar la “legalización” general y no caso por caso. Actualmente, los huelguistas indocumentados se encuentran entre la incertidumbre y la posibilidad de victoria. Para algunos la huelga ha durado mucho tiempo, y algunos están desilusionados. Muchos huelguistas han perdido trabajos y casas, porque no pueden pagar sus alquileres. Esperaban una dura lucha, pero pensaron que podrían alcanzar la “legalización” masiva para finales del 2009.

La Necesidad de la Conciencia de Clases Comunista

Otro factor importante en esta huelga es el desarrollo de la revolucionaria conciencia de clase. Esto implica ganar a los huelguistas y simpatizantes a ver la totalidad de la situación, que la huelga —tan histórica como ciertamente lo es — es  sólo una batalla en una lucha más extensa: la lucha de la clase trabajadora para derrocar al capitalismo y establecer el comunismo, un sistema en que los trabajadores toman el control de la sociedad por ellos y para ellos mismos. En la medida en que la clase trabajadora asuma esta perspectiva habrá una garantía que, no importa que tantas batallas perdamos, vamos a seguir por el camino a la victoria en la lucha de clases.