Es difícil mantener la cuenta de cuantos primeros ministros de Japón ha tenido en los últimos cinco años. Uno después del otro ha sido botado o dejado porque al igual que sus homólogos estadounidenses, los políticos del país no tienen ninguna solución para el estancamiento económico, la pobreza, y el desempleo. El domingo pasado los votantes le dieron un serio golpe a Naoto Kan, el último primer ministro, cuando su Partido Democrático de Japón (PDJ) perdió el control de la cámara alta de parlamento en las elecciones nacionales.
Al igual que los votantes de E.U. que creyeron en las promesas del cambio real de Obama ciegamente – seguro médico nacional, traer las tropas a casa, etc. – los votantes japoneses querían creer en las promesas hechas por el PDJ de terminar la corrupción, desempleo, y la adherencia servil con la política diplomática de E.U. En la superficie esto parece de nuevo como otro golpe para la clase obrera internacional, pero con un análisis comunista la ´´falla´´ del PDJ puede proveer una oportunidad de exponer el juego electoral de bombardeo de los jefes por la farsa que es y organizar los obreros para una revolución comunista, la única alternativa real a los horrores del capitalismo.
El septiembre que pasó botaron el viejo partido en control, el Partido Liberal Democrático (PLD) fuera del poder, y por la primera vez desde el final de la segunda guerra mundial-votaron por un partido nuevo en el poder, el PDJ, del cual su líder Yukio Hatoyama, se convirtió en el nuevo primer ministro. Para estimular la economía, Hatoyama había prometido terminar las tarifas exorbitantes de las autopistas y de proveer subsidios monetarios para las familias con niños. El PDJ también prometió la renegociación a un acuerdo del 2006 con el Pentágono de transferir la estación de infantería aeronáutica Futenma (con 4,000 marinos) cerca de Naha al distrito de Henoko de la ciudad Nago, a un lugar más remoto en la isla de Okinawa. El acuerdo resultó como ´´respuesta´´ a las demostraciones masivas contra la infantería después del secuestro y violación brutal de una niña de doce años por marinos en 1995. Al igual que Obama, Hatoyama no cumplió con estas promesas de su campaña.
En las elecciones del otoño del 2009 que llevaron a Hatoyama al poder, los candidatos de su partido en Okinawa obtuvieron puestos en el parlamento prometiendo luchar para conseguir que removieran la base completamente de Okinawa. Incluso hubo charlas de mover todos los marinos a Guam, donde el Pentágono está planeando una gran expansión de sus instalaciones (con el apoyo entusiasta de demócratas liberales de E.U. como Neil Abercrombie de Hawái). El 25 de abril, más de 90,000 personas hicieron una demostración en Okinawa contra todas las bases allí. (Más de las 47,000 tropas de E.U. en Japón tienen sus bases en Okinawa).
Ignorando la demanda popular y la situación difícil de un compañero ´´partido liberal´´, el gabinete de Obama adoptó tácticas fuertes atacando a líderes individuales japoneses y usando la ´´amenaza de Corea del Norte´´ para justificar públicamente el incremento militar en Asia nororiental contra el incremento chino. Hatoyama cedió a la agresión política de E.U. e incumplió sus promesas con respecto a Okinawa. Estas fallas causaron una separación en su partido, y el fue forzado a renunciar como primer ministro en Junio, para ser remplazado por un mienbrecillo del partido que hace las cosas a medias, Naoto Kan.
Hay muchos asuntos complejos envueltos en estos desarrollos. Vemos la bancarrota de los políticos burgueses electorales y la coalición de la derecha lejana (fascista abiertos, el PDL) y el advenedizo liberal.
Vemos la arrogancia de los imperialistas de E.U. y la prioridad que tienen en mantener un arca de bases encarando sus rivales chinos. Es un secreto abierto que los ejercicios militares de E.U. – Corea del Sur, incluyendo al submarino nuclear de la marina de E.U., amenazando a Corea del Norte, fueron la verdadera razón por el hundimiento de un destructor de Corea del Sur. Parece que Corea del Norte esta a punto de derrumbarse- y siendo empujada por los imperialistas chinos, el país se ha movido completamente a una economía de mercado.
También vemos el racismo descarado contra la gente de Okinawa y los obreros asiáticos súper-explotados, incluyendo la indiferencia por las necesidades de la gente de Guam y Corea del Norte por los poderes imperialistas.
Como han mostrado artículos anteriores del DESAFIO, ni políticos electorales ni partidos revisionistas con las rodillas flojas como el Partido Japonés Comunista (PJC) o el Partido Demócrata Social (PDS) no tienen ninguna respuesta para la crisis económica y social en Japón, mucho menos para la amenaza de la guerra imperialista.
Los obreros y jóvenes japoneses necesitan una línea comunista revolucionaria clara como la del PLP. Tienen que deshacerse de las ideas confusas sobre el nacionalismo y el patriotismo y la ilusión de las pequeñas reformas –moviendo una base en vez de deshacerse de los E.U. y los imperialistas nativos- pueden llevar a un cambio positivo y duradero.