Se intensifica la división de dos grupos capitalistas dentro de la clase dominante estadounidense. El ala dominante está dirigida por los intereses de Rockefeller, la cual incluye a corporaciones gigantes como Exxon-Mobil y JP Morgan Chase, quienes son los promotores de los intereses a largo plazo del capitalismo estadounidense. Promueven las guerras imperialistas internacionalmente con el fin de mantener su estatus de gran mandamás en su arremetida por el control de los recursos naturales mundiales (en especial petróleo y gas), mercados y la capacidad de explotar a los trabajadores empobrecidos. Ellos deberán, tarde o temprano, movilizar a la nación para enfrentar a sus rivales Irán, China, y Rusia, los cuales están empeñados en expandir su acceso a estos recursos naturales.
Para lograrlo deberán imponer una disciplina guerrerista a la desafiante pandilla anti Rockefeller, capitalistas que están enfocados en la gratificación inmediata y las ganancias a corto plazo, en vez de las necesidades a largo plazo del imperialismo estadounidense. Son estos patrones, quienes con una orientación doméstica han estado organizando el Tea Party,(Partido del Te) en su mayoría republicanos y están en contra de los impuestos.
Esta lucha entre estas dos alas capitalistas no es nueva. Como el PLP ha manifestado por décadas, el grupo Rockefeller, es identificado como “dinero viejo”, es decir los ricos mas antiguos, su centro de operaciones esta en el Este y dentro de los bancos y casas de inversiones de Wall Street, han dominando el capitalismo estadounidense durante la mayor parte del último siglo. El grupo orientado mas hacia una economía doméstica, es identificado como “dinero nuevo”, es decir que son los nuevos ricos, surgieron en la época de Kennedy con el apoyo de Nixon y su centro de operaciones esta en el Sur y el Oeste. La destrucción de la presidencia de Nixon en la década de 1970 marcó una victoria para el “dinero viejo” sobre el “dinero nuevo” pero la lucha aun continúa.
Ahora vienen Charles Kupchan y Peter Trubowitz, quienes escribieron, “International Security” (el verano del 2010) a confirmar lo que el PLP ha estado diciendo por años. “[P]olarización política ha sacudido la fundación doméstica de la gran estrategia estadounidense, retando gravemente el apoyo bipartidista por el liberalismo internacional” – la gran estrategia que ha guiado a Estados Unidos desde la Segunda Guerra Mundial hasta la Guerra Fría…” He ahí el grave dilema que enfrentan Obama y los imperialistas estadounidenses a los que sirve.
Kupchan-Trubowitz “definen el pacto liberal internacionalista como una combinación de grandes inversiones en el ejército con un compromiso las instituciones internacionales”. El comentario de Kupchan y Trubowitz, apareció en una publicación de Harvard. El Concilio de Relaciones Exteriores (CFR, sigla en ingles) dirigido por Rockefeller los divulgaron. Harvard y el CFR son las fábricas de la política del ala Rockefeller.
La única forma como los grandes capitalistas estadounidenses podrán mantener su dominio internacional es a través de la expansión de las guerras. Pero, Kupchan-Trubowitz, dicen: “Demócratas y Republicanos aun están a millas de distancia en cuestión de la política doméstica y exterior, creando un enfredado compadrazgo y una extensa oscilación en la política conforme el poder cambia de manos entre los Republicanos y Demócratas”.
Imponer una disciplina de guerra a toda la clase capitalista estadounidense, una necesidad para la padilla imperialista de Rockefeller, es una tarea más difícil para Obama en medio de una crisis económica. Las guerras requieren de impuestos, mientras que una lucha amarga, emerge accra de extender o acabar con la era de recortes de impuestos de la era de Bush, que están por expirar el 1ro de enero. (Las elecciones en el Congreso de noviembre giran alrededor de esta pregunta.) Esta es la razón por la cual los capitalistas anti Rockefeller han estado organizando y financiado el masivo Partido del Te.
Americans for Prosperity (Americanos por la Prosperidad) es su base intelectual y organizativa, la cual fue fundada por Kock Industries y Freedom Works, dirigida por el protegido de Kock, Dick Armey. Koch Industries es una compañía familiar, doméstica de madera y energía. Los Koch siempre han estado en contra de gastar mucho dinero en guerras fuera de EEUU que no les redite nada. Artículos recientes en la pagina web del Instituto Cato, fundada por Koch, incluyen: “Ya es Hora de Salir de Irak”, “Apoyando la Salida de Afganistán” y “Fuera EEUU de Corea del Sur”.
Después de retirarse del Congreso en donde antagonizó al régimen de Clinton, Armey, se unió a los Ciudadanos por una Segunda Economía, de Koch como co director. Trabajó en Washington cabildeando a favor de la empresa DLA Piper, tratando de neutralizar a Irán, de “manera barata” sin la costosa invasión/ataque/embargo estadounidense que prevé el ala imperialista. Desde el 2005 al 2009 en la DLA Piper, Amery promovió la organización People’s Mojahedin de Irán, un grupo (que el departamento de estado etiqueta como terrorista) que supuestamente debió deponer a los ayatolas de Irán que estaban contra EEUU.
El partidismo del Partido del Te asusta a los imperialistas estadounidenses. Kupchan y Trubowitz temen que “la separación partisana que se extendió durante la administración de George W. Bush, ha continuado durante la presidencia de Barack Obama, confirmando que ha ocurrido un cambio estructural en las bases domésticas de la política estadounidense.” Desde el punto de vista de los imperialistas, esa separación significa frustración y desastre: invasiones a medias tintas de Irak y Afganistán seguidas de ocupaciones sin suficientes tropas que no hacen fluir el petróleo ni construyen oleoductos.
Robert Gibbs, vocero de Obama, preocupado dijo en televisión nacional (NBC 11/7), “No hay duda que no hay suficientes asientos en juego que pueden lograr que los Republicanos tomen control [del Congreso].”
Las Tropas y Publico no Apoyan Planes de Guerra de Liberales
Leslie Gelb, ex-presidente de CFR, notó una brecha partisana de mal agüero entre las tropas en las cuales los patrones estadounidenses deben confiar. Redujo el ataque del General McChrystal contra la pandilla de Obama a un simple hecho: “El ejército estadounidense, los oficiales, y las bases enlistadas no quieren ni confían en los demócratas y liberales. Los resentimientos son básicamente sobre los valores, estilo y consistencia mas que en política.” (“Daily Beast”, 22/6) Gelb teme una consiguiente “lluvia de criticas [dentro de las fuerzas armadas] sobre la Casa Blanca, quizás al grado de las del Partido del Te.
Además de la cuestionable lealtad a la agenda liberal de guerra dentro del ejército, está el decadente apoyo, por la población en general, a una intervención armada. Una encuesta en diciembre del 2009 reveló que el 49% del público cree que Estados Unidos “no debería meterse en lo que no le importa” – el porcentaje mas alto a esa pregunta que ha sido documentada, sobrepasando el 32% en 1972, la mas alta oposición a la invasión imperialista estadounidense de Vietnam.
Partidistas del Te Racistas; Imperialistas Liberales Carniceros Genocidas Racistas
Para desviar la opinión a su favor, los liberales como el NAACP, ataca a los del Partido del Te como racistas porque son en su mayoría blancos y anti inmigrantes. El movimiento del Te es en realidad racista. Pero sus opositores liberales imperialistas son culpables de genocidio racista.
Por más de dos décadas han masacrado a más de un millón de iraquíes por petróleo y asesinan regularmente a civiles afganos por los oleoductos. Durante décadas, guerra tras guerra, desde Corea, Vietnam, Guatemala, Cambodía, Chile, Granada, Panamá, Nicaragua, sin mencionar los escuadrones de la muerte entrenados por la CIA en Latinoamérica, y las muertes por la explotación corporativa del petróleo y minerales- “liberales internacionalistas” de EEUU han asesinado a mas trabajadores que los sádicos de Hitler nunca imaginaron.
Atrocidades como un cuarto de millón masacrados por las bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki, así como la muerte y tortura de My Lai y Abu Ghraib, señalan su incesante y mortífera búsqueda de ganancias a través de la conquista militar.
El Partido del Te y sus patrocinadores capitalistas merecen la ira de la clase trabajadora. Pero atacarlos únicamente a ellos puede ayudar a los asesinos más mortíferos; los liberales que Obama representa. Ellos son aun el enemigo más grande de nuestra clase. Es tarea de un partido masivo de la clase trabajadora, organizar en cada área del mundo en donde nuestro Partido luche – en cada fábrica, sindicato, cuartel, escuela, iglesia, comunidad y organización masiva – convertir todas las luchas de la clase trabajadora en “escuelas por el comunismo”, y construir la única fuerza que podrá destruir a los bestias capitalistas. Esa es la meta de un PLP comunista revolucionario. ¡Únetenos!
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Bernard Thibault, presidente del sindicato CGT de Francia, de 711,000, estaba preocupado porque, “la austeridad… puede ser un suicidio para la productividad económica”.
En Alemania, Michael Sommer, director de la Federación Sindical Alemana, estaba atormentado por que la idea que, “el llamado concepto del ahorro en el gobierno federal es un documento [falto] de prospecto y desbalance social. En vista de la continua crisis y el desarrollo demográfico, amenaza la esencia de la sustentabilidad de Alemania”.
“Doble recesión”, “productividad”, “sustentabilidad” – ¡estos sindicalistas vendidos están mas preocupados por salvar al capitalismo que en proteger a la clase trabajadora!
La Confederación Sindical Europea esta planificando una protesta y “posiblemente” (¿!) paros en toda Europa el 29 de septiembre, cuando los ministros de finanzas europeos se reúnan. Pero para el 4 de junio, el presidente de la Confederación, John Monks, todavía no sabía cuantos sindicatos o trabajadores se unirían a la protesta. El 9 de junio, Monks les escribió a los jefes de estado y gobiernos europeos rogándoles que, “esparcieran las reducciones de los déficits nacionales sobre un periodo más amplio y más realista”. ¡Se ve que no tiene problemas con que le roben a la clase trabajadora, siempre y cuando se haga más despacio!
LA REVOLUCION COMUNISTA
Esta más que claro que la clase trabajadora no puede depender de estos sindicalistas vendidos para que la defiendan. La existencia misma de los vendidos depende de la sobrevivencia del capitalismo. Si tienen miedo de “perjudicar” al sistema capitalista, no van a poder lanzar un ataque a fondo contra los recortes. Y mientras los patrones tengan el poder del estado y controlen la sociedad, inclusive lo que se logre contra este asalto con tiempo le podrán dar marcha atrás. Por eso se necesita liderazgo comunista para transformar esta lucha contra los recortes en una escuela del comunismo, y derrocar todo el sistema capitalista.
¡Para llevarnos toda la torta!. ¿Para que contentarnos con la migajas? Con la revolución comunista podremos crear una sociedad en la que la riqueza que produce el trabajo la comparta toda la clase trabajadora.
