JERUSALÉN, 21 de julio — Más de 700 trabajadoras de guardería en huelga - quienes acaban de sindicalizarse en la federación “Poder Obrero” - se manifestaron frente al Ministerio de Industria y Comercio. Las trabajadoras, mujeres judías y palestinas de todas partes de Israel-Palestina, luchan para obtener más control sobre las regulaciones de trabajo, por un salario digno y condiciones de trabajo normales. Estuvieron acompañadas por organizadores de “Poder Obrero”, entre ellos un miembro del PLP y un amigo que todavía no se une al partido.

El sistema de guardería “La Familia”, creado en la década de 1980, fue un intento del gobierno de Israel para proporcionar instalaciones subvencionadas de guardería para los niños hasta la edad de 3 años, con pequeños grupos alojados en las casas de los trabajadores y no en un jardín de niños normal. Este servicio es especialmente valioso para familias empobrecidas donde ambos padres trabajan, pero no pueden pagar los altos precios de las guarderías privadas.

Sin embargo, el Ministerio de Industria y Comercio, que opera este sistema, tiene esencialmente privatizadas la transferencia de sus fondos a las manos de los operadores locales en lugar de pagar a las empleadas directamente. El Ministerio, así como los operadores locales, han encontrado una forma de super-explotación de estas trabajadoras de  guardería: en lugar de ser empleadas directamente por el Ministerio o por los operadores, con derecho a un salario y beneficios, son técnicamente tratadas como “contratistas y pagadas por una cantidad mensual fija.

 Estas mujeres trabajan hasta 12 horas al día, 6 días a la semana, pero ganan menos de 4.000 shekels, (cerca de $ 1.000) al mes. Además de salarios bajos están sujetas a retrasos en los pagos. Como si no fuera suficiente, estas trabajadores tienen que pagar sus gastos de operación de sus propios bolsillos, y constantemente son acosadas por nuevos reglamentos emitidos por el Ministerio de Industria y Comercio, reglamentos que a menudo les obligan a gastar más de sus magros ingresos en varios sistemas de seguridad.

Frente a esta brutal explotación, las trabajadoras de guarderías decidieron  sindicalizarse en el 2008 formando parte de la federación “Poder Obrero.  Hoy, después de dos años de organización, el sindicato incluye aproximadamente 1.000 de los 2.400 trabajadores de guardería del sistema la familia” en todo Israel-Palestina. Las trabajadoras, tanto mujeres judías y palestinas, están luchando por ser empleadas directamente por el Ministerio en lugar del truculento y  explotador sistema de “contratistas,  por un salario justo y beneficios, con  costos de operación pagados por el Ministerio, y por el control obrero sobre diversos reglamentos.

 El Ministerio y los patrones locales primero intentaron ignorar al sindicato después emplearon métodos agresivos en su contra, incluido el retraso de los pagos y el despido de varias trabajadoras. Además, en la ciudad de Elad, algunas mujeres Judías religiosas fueron amenazadas con la excomunión a menos que abandonasen el sindicato, obligando así a varias trabajadoras a retirarse del sindicato. Este es un ejemplo clásico de cómo la religión es utilizada como arma de los patrones en contra de la clase obrera.