El 15 y 16 de Septiembre, son días de fiesta nacional en México, cerca de un millón de personas festejaron en el centro de la ciudad, otros millones más lo hicieron en sus casas, la radio y la televisión, los medios de comunicación hicieron su trabajo de manipulación, llegaron a decir que la “Revolución Mexicana” era incluso más importante que el Primero de Mayo.
¿Por qué comparar un acontecimiento nacional con uno internacional?, primero porque la fiesta nacional da un sentido individual, regional y nacional, y de eso estamos llenas las masas, esta es una estrategia del capitalismo para dividir a los trabajadores y limitar sus luchas. De esa forma los problemas de los trabajadores de una región o de un país son SUS  problemas y no los del resto del mundo.
En cambio, el Primero de Mayo es mundial, es universal, es la fiesta de todos los trabajadores, es un día de lucha, de conciencia social, (aunque esta debe ser permanente) y esto sí afecta los intereses de los capitalistas. El solo imaginar que muchos trabajadores son oprimidos, con hambre y con desigualdad; nos une, esto ocasiona que el capitalismo utilice las armas que le han funcionado muy bien: el sexismo, el nacionalismo, el individualismo, la inconciencia social y la diferencia de clases.
Los 25 mil muertos en la lucha contra el narcotráfico, los 45 mil desempleados en la Ex Compañía de Luz y Fuerza, la impunidad de 45 niños muertos en un incendio, los 76 indocumentados muertos en Tamaulipas, el riesgo de que pierdan sus empleos los trabajadores de Mexicana de Aviación, la crisis económica y la brecha que día a día se hace más grande entre los pobres y los ricos, no fue suficiente para mermar los festejos del centenario de la Revolución y los 200 años de la Independencia.
Los trabajadores tenemos una etapa difícil por delante, debemos trabajar en la batalla ideológica, crear conciencia política, hacerle ver a nuestros hermanos de clase, que este sistema solo es bueno para una minoría, que somos utilizados y manipulados por los patrones y sus medios, que los 52 millones de personas desnutridas en América Latina sí son el problema de todos, que los 1,000 millones de personas desempleadas a nivel mundial (oficialmente solo reconocen 210 millones), también son nuestro problema, que la crisis económica mundial creada por el capitalismo, la pagamos y la sufrimos los trabajadores, y no ellos.