CIUDAD DE NUEVA YORK, 27 de Diciembre—El gobierno capitalista de la ciudad de Nueva York, o de cualquier otra ciudad, te dejará morir a menos que seas rico. Mientras vendía DESAFIO en un hospital de Brooklyn, hablé con un paramédico que dijo que en la madrugada del lunes, una ambulancia con un paciente con paro cardíaco, se quedó atascado en la nieve mientras se dirigía al hospital. ¡El cuerpo quedó sentado en la parte trasera durante 15 horas! Sus superiores, la élite dirigente del Departamento de Bomberos de Nueva York (FDNY) les ordenó no abandonar la ambulancia a pesar de quedarse sin combustible y calefacción.
La tormenta de nieve que azotó a Nueva York el 27 de Diciembre fue un desastre para los Servicios Médicos de Emergencia (EMS), y un desastre para el EMS es un desastre racista para la clase trabajadora. A partir del lunes por la mañana, oficialmente había una acumulación de 1300 llamadas al 911, con tiempos de respuesta de 3 horas a las llamadas críticas (ataques al corazón, ataques de asma, etc) y  de 12 horas a las llamadas no críticas.
A los bomberos de la ciudad se les facultó para pronunciar pacientes fallecidos después de 20 minutos de RCP en o sin presencia de las unidades de emergencia. En los cinco principales proyectos de vivienda en nuestra zona con una población combinada de más de 25.000 habitantes mayormente trabajadores negros, latinos y asiáticos, no se removió la nieve hasta el miércoles (por lo que los tiempos de respuesta anunciados por la ciudad, carecen de sentido).
Esta es una reminiscencia de Nueva Orleáns después del huracán Katrina. El racismo es evidente en el esfuerzo de limpieza entre el Lower Ninth Ward y Bourbon Street. Vea usted mismo en las fotos la diferencia entre la calle del alcalde Bloomberg y Coney Island Avenue, un bulevard que atraviesa una zona de clase obrera en Brooklyn, tomadas al mismo tiempo después de la tormenta de nieve.
La única declaración de Bloomberg sobre el estado desastroso de los servicios de emergencia de la ciudad fue para culpar a los rescatistas por su “lenta respuesta”. Esta es la esencia del capitalismo. Los empresarios provocan divisiones dentro de la clase trabajadora, culpan a los trabajadores de los ataques racistas creados por los patrones. Las tormentas de nieve no matan igualitariamente. La única solución a esta desigualdad es crear una sociedad comunista organizada por los trabajadores, donde los planes sobre cómo salvar vidas y mantener la seguridad serán la priorida.
Los paramédicos en este hospital han estado activos tomando la presión arterial en los proyectos de vivienda cercana y luchando por conservar sus puestos de trabajo. En la víspera de Año Nuevo recibieron anuncios de despedidos. Vamos a seguir haciendo presencia en apoyo a sus luchas en contra del racismo de los jefes de la ciudad.