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Sombras de Hitler: Él Tercer Reich (Reinado) Resurge Nuevamente

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03 Marzo 2011 171 visitas

EL día 17 de Octubre, en una plática con miembros de la Unión Demócrata Cristiana de Alemania, la Canciller de dicho país Ángela Merkel declaró  que el “experimento” multicultural que han llevado a cabo “ha fracasado completamente”. Allí mismo comento que gentes no-Alemanas, particularmente los Árabes y/o  Musulmanes, son incapaces de vivir junto con ellos. Solo dos meses antes de la plática, el Thilo Sarrazin (Empleado del Banco Central) había publicado su libro racista titulado “Alemania Se Suprime”, donde Sarrazín concluye que los inmigrantes disminuyen la inteligencia (Cociente Intelectual) del pueblo alemán.
La voz racista que comunican Merkel y Sarrazín claramente imita la de los Nazis. Esto es indicativo de una tendencia creciente y alarmante en el país. Una encuesta hecha pública solo días antes de la plática de Merkel muestra que el 13%  le darían la bienvenida a un “Fuerher” que manejaría al país con “mano dura”. Una tercera parte (33%) del pueblo Alemán siente que el país está “invadido de extranjeros”, un 60% “limitaría la práctica de Islam”, y 17% del pueblo  piensan que los “Judíos tienen demasiado influencia”. Este tipo antisemitismo lo repite Sarrazín, quien comento durante promociones a su libro que todo los judíos comparte  la misma herencia genética  y representan una raza diferente a la de los europeos blancos.
En el programa de radio Democracy Now, el filosofo popular falso-izquierdista Slavoj Zizek atribuyo los comentarios fascistas de Merkel y Sarrazín a un “exceso de anti-capitalismo” en Europa. Este análisis no podría estar más equivocado.  
Cuando Alemania fue dividida después de la Segunda Guerra Mundial, el gobierno Nazi mantuvo control firme  sobre el territorio  Occidental, con la voluntad de los Estados Unidos y Gran Bretaña. El primer presidente de Alemania Occidental, Konrad Adenauer, fue socio de un Nazi criminal de la guerra, Friedrich Flick, que también lo financio. Inmediatamente después de ser elegido, Adenauer le concedió la amnistía y a 792,176 Nazis que fueron criminales de guerra.
El jefe de personal de Adenauer fue Hans Globke, un oficial de alto rango en el Partido Nazi que participo directamente en el Holocausto. El primer jefe de la Oficina Extranjera de Alemania Occidental fue Herbert Blankenhorn, un ex-propagandista Nazi y miembro de las fuerzas SS. Adolf Heusing fue jefe de la división de operaciones de dicho  ejército  y planeo la guerra junto con Hitler. Por supuesto fue el más alto comandante del ejército ilegal de Alemania Occidental  en 1957. A los más destacados se les dieron posiciones importantes, y el ejército también como el aparatos policiaco estatal estuvo repleto de ellos. 
Aun que los Nazis ancianos fallecieron, las empresas que financiaron y construyeron el Tercer Reich enriqueciéndose de la guerra son hoy  las más destacadas en Alemania: ThyssenKrupp, IG Farben, Siemens, BMW, etc.
Desde su anexión a la Occidental, la Alemania del Este se ha inundado de literatura fascista y las escuelas han adoptado la enseñanza de una historia revisionista y pro-fascista igual a la que enseñan intelectuales neo-Nazis como Ernst Nolte. Al comenzar este año, 6,400 neo-Nazis, la mayoría de Alemania Occidental, inundaron la ciudad Dresden de Alemania del Este, en un atentado a tener una manifestación pro-Nazi.  5,700 policías ayudaron a proteger a los nazis en su asalto a la ciudad. En lo que fue un esfuerzo heroico de parte de 15,000 anti racistas que formaron una barricada humana, los policías y los nazis que protegían tuvieron que retroceder.
El gobierno Nazi solo fue derrotado militarmente en la Segunda Guerra Mundial. Los fascistas se reorganizaron para formar el estado de Alemania Occidental con ayuda americana y británica, manteniendo a los mismos capitalistas que tomaron la ruta del fascismo para defender su poder en posiciones de poder. Ahora después de que la Alemania Occidental aplasto a la  del Este, comienza a regresar a su forma original. Brevemente, el problema no es que haya en un “exceso de anti-capitalismo” en Alemania, sino una falta severa de comunismo.