Cada día estamos notando un nuevo ataque de los patrones escolares quienes alegan que están promoviendo los intereses de los estudiantes. Cerrar escuelas, despedir maestros, imponer más exámenes estandarizados, hacer más dificultosa la graduación—todo esto se presenta como parte de una receta para “mejorar” la educación. ¡Aún los recortes presupuestarios que salvajemente reducen los recursos se plantean como oportunidades para ayudar a nuestros jóvenes!  
Los republicanos y demócratas a través del país, desde Obama hasta los consejos de administración educativos locales, están unidos en un esfuerzo coordinado para recortar presupuestos. La actitud del alcalde de Nueva York Bloomberg tipifica la mentalidad de los multi-millonarios que guía la política estadounidense.
“De hecho, es saludable ir y decir vamos a cortar un poco y forzar que los directores y maestros y los administradores que digan, ‘¿Vale la pena este programa?’”
El tono rechazador de Bloomberg por si sólo es bastante repugnante. Junto con el hecho que está hablando de una ciudad donde más del 85% de los estudiantes son negros y latinos, el racismo que expone es criminal y al mismo tiempo exasperantemente típico. Y esta era la actitud patronal antes de que estallara la reciente crisis económica. Desde entonces, la guerra imperialista creciente y el desvanecimiento de las riquezas monetarias han impelido a la clase gobernante estadounidense a un frenesí de recortes presupuestarios. Cuarenta y cuatro estados de los cincuenta anticipan déficits presupuestarios en 2012, de un total de $112 miles de millones (Centro de Prioridades Presupuestarios y Políticos.) Mientras tanto, se han gastado aproximadamente un billón de dólares en las guerras del Oriente Próximo desde el 11/9.
Estos recortes van más allá que el dinero. Se trata del temor y el control. Cuando los maestros ven que su seguridad de empleo se debilita, son más fáciles de disciplinar para que expongan y defiendan las mentiras patronales. Este temor puede intimidar a los estudiantes, padres, y maestros para que dejen de luchar en contra de la negligencia y mal educación del sistema escolar.
La unidad obrera es nuestra única defensa. Una clave de la estrategia de la “reforma educativa” de los patrones es el cerramiento de “escuelas fracasadas” para que puedan abrir escuelas nuevas o reorganizadas: vino viejo en botellas nuevas. Esto resulta en un encubrimiento para despedir maestros y traspasar innecesariamente a los alumnos para que nadie se responsabilice de ellos. Los obreros y jóvenes deben cerrar estos sistemas escolares fracasados con huelgas laborales y huelgas estudiantiles masivas. Con el liderato del PLP, estas luchas pueden convertirse escuelas para el comunismo en vez de luchas defensivas en contra del capitalismo podemos liderar una guerra ofensiva de clase para el futuro que merecen nuestros niños—el comunismo.
Veamos Por Qué Las Escuelas Patronales Nunca Podrán Proveer Lo Que La Clase Obrera Necesita.    
La educación pública, como todas las instituciones bajo el capitalismo, está formada de una manera que la mayoría de los estudiantes fracasarán.  Los que pueden costear escuelas privadas consiguen suficientes maestros, asistencia personalizada, e instalaciones excelentes. Las escuelas públicas proveen tales servicios sólo por los pocos estudiantes que están preparando para perpetuar a la clase gobernante. El sistema no dedicará recursos para estudiantes que se graduarán a una economía que no los pueden emplear. La incapacidad del capitalismo de poder proveerle trabajo para todos los trabajadores resulta en que la mayoría de estudiantes de la clase obrera estén en aulas sobre pobladas con libros anticuados y pocos laboratorios científicos. Estas escuelas tienen dos propósitos: para prepara a los trabajadores para el sector masivo de bajos salarios de la economía del vigesimoprimer siglo y producir los soldados rasos para las guerras patronales de este siglo.
Los maestros buenos consideran estas condiciones de trabajo repugnantes. Algunos dejan la profesión frustrados; a otros los fuerzan salir por administradores que defienden el sistema actual. Y muchos que permanecen llegan a aceptar y reafirmar el mensaje que un cierto porcentaje de sus estudiantes simplemente no “tendrán éxito.”
Por eso, no es sorprendente que los politiqueros cínicos exploten esta crisis y movilicen la ira masiva en contra de los maestros “con pago excesivo.” Aun así, hay maestros efectivos pro-estudiantiles en todas las escuelas. Estos maestros tienen que elegir entre aliarse con la ideología anti-estudiantil de los sindicatos de los maestros o unirse con los estudiantes y padres para luchar en contra del sistema que les garantiza el fracaso.
Dentro del mundo de la reforma educativa, aún los teóricos burgueses admiten que medidas como la “planificación impelida por los datos” o “instrucción diferenciada” fracasarán si las necesidades estudiantiles individuales no son abordadas consistentemente. Todos saben que el racismo y la pobreza, los subproductos del capitalismo, incrementan las necesidades de los niños en las escuelas. Pero como instituciones capitalistas, las escuelas nunca podrán abordar completamente las necesidades para todos los estudiantes, a pesar de los esfuerzos de los maestros dedicados. Cualquier niño puede aprender, pero el capitalismo no está diseñado para enseñarle a cada niño. Bajo estas condiciones, un niño enfadado está manifestando conciencia, no “problemas de comportamiento.”
Cuando estudiantes no tienen éxito en sus escuelas, necesitan liderato comunista para aprender a culpar el sistema. Necesitan rechazar la ideología de la cultura capitalista: que si no tienes éxito, fue porque no eres inteligente o no te esforzaste lo suficiente.
Las escuelas forman la base de la estructura del dominio del capital sobre nuestras vidas. Los maestros pueden elegir apoyar a los estudiantes y padres y resistir esta dominación. Cuando se intensifiquen la guerra y la crisis económica, los ataques patronales en contra de las escuelas también se intensificarán, haciendo la instrucción y el aprendizaje más difícil. El PLP tiene una historia larga de organizar luchas pequeñas y grandes en contra del racismo en el sistema escolar y construir una base para la revolución comunista. Júntate a nosotros.
Otras grandes mentiras que las escuelas patronales ayudan defender y promover:
La guerra de EEUU de 20 años en el Medio Próximo que se está intensificándose es para parar el terrorismo o extender la democracia—se trata de cualquier cosa salvo controlar el petróleo.
El “sacrificio compartido” arreglará la economía.
La mujer lenta pero seguramente está llegando a la equidad con el hombre.
Las revoluciones comunistas en el pasado han resultado en las más grandes catástrofes en la historia del mundo.
El racismo ha sido derrotado y es cosa del pasado.