El New York Times informó el Martes (05/31) que los precios de la vivienda cayeron por octavo mes consecutivo alcanzando el nivel más bajo desde que empezó la depresión económica. Según ShadowStats la tasa de desempleo real se ha deslizado de nuevo hasta el 22.3% a pesar de una breve disminución a un 22% en Marzo, cuando comenzó un proceso de empleo temporal. El gasto del consumidor se ha mantenido estancado dado que los salarios continúan cayendo, y los precios del gas y de los alimentos continúan subiendo.
El índice de Abril de negocios pendientes (medición de ventas de vivienda previstas) se redujo por debajo del 1% previsto a un colapso del 11.6%. Con un alto nivel de desempleo continuo y recortes saláriales masivos, los trabajadores no están en condiciones de comprar una casa en un mercado inundado de casas embargadas.
 Según el New York Times (05 / 22) los bancos actualmente poseen 872.000 propiedades embargadas y en proceso de ejecución de embargo un millón más. Mientras este masivo y sombrío inventario exista, los precios de la vivienda seguirán cayendo destruyendo uno de los pocos bienes que la clase trabajadora posee en Estados Unidos.
 El economista y columnista del New York Times, Paul Krugman dijo en su blog (05 / 25) que ve a Estados Unidos entrar en una tercera gran depresión que probablemente no se asemeje a la Gran Depresión de la década de 1930, pero que se parecerá más a la larga depresión que se prolongó durante cuarenta años a partir de 1873 hasta el comienzo de la Primera Guerra Mundial. Los trabajadores deben de tomar nota de que tanto la Larga Depresión y la Gran Depresión fueron crisis del capitalismo en todo el mundo, crisis económica capitalista / imperialista resuelta momentáneamente con la guerra mundial.
 Un blogger “izquierdista” haciendo observaciones sobre la continua depresión comentó  “el Congreso parece que no entiende”, “Ellos no entienden lo que está pasando” (Mike Whitney, Counterpunch, 05/27) Sin embargo, los hechos son tan evidentes y el esfuerzo del gobierno para ocultar los es tan completa que es difícil concluir que la clase capitalista y sus secuaces políticos “no lo entienden”
 Los capitalistas como era de esperarse están utilizando la crisis como una excusa para lanzar un ataque frontal contra los trabajadores estadounidenses sin precedentes en la era moderna.  La deuda estatal es usada como excusa de los legisladores para deshacer los últimos vestigios de la red de seguridad social que los capitalistas a regañadientes pusieron en marcha en el marco del “El Nuevo Contrato” para detener la ira de los trabajadores que estaban organizando protestas masivas y sindicatos industriales con dirección del Partido Comunista.
 El seguro de desempleo y la ayuda pública han sido recortados en el momento preciso en que más se necesitan. Los recientes ataques a los sindicatos de trabajadores del gobierno han acabado con gran parte lo que quedaba del derecho de los trabajadores a organizarse. Todos los bancos han tomado un poder sin precedentes sobre los medios de vida financieros de los trabajadores y los patrones han alcanzado total libertad de acción para el abuso y la explotación de sus trabajadores.
La clase capitalista está clara a la que no le ha caído el veinte, es a la clase obrera. El multimillonario Warren Buffet estaba en lo cierto cuando aceptó que “Hay una guerra de clases, pero es mi clase la que está haciendo la guerra, y estamos ganando.” (NYT 11/26/06) La clase obrera sólo puede luchar contra este flagrante ataque capitalista mediante la organización de la guerra de clases dirigida por la clase trabajadora. El PLP insta a los trabajadores a unirse a nosotros en la organización de un masivo Partido Comunista Revolucionario. Sólo un partido con un análisis comunista del sistema capitalista puede dirifir la lucha para aplastar a la explotación capitalista de una vez y para siempre.