New York, New York — Una semana después que se le cayera la llanta a un autobús en Queens y seis meses antes de que expire el contrato de trabajadores del tránsito de la ciudad más grande, los inspectores de seguridad del TWU (Sindicato de Trabajadores del Transito) local 100 encontraron 96 autobuses inseguros en la estación de College Point el 25 de Mayo.  El desprecio por la seguridad de los trabajadores de parte de la MTA (Autoridad Metropolitana del Transito) y el contrato pararon la ciudad en la hora pico de la mañana con gran efectividad.  
Como todos los capitalistas, la administración de la MTA respondió a las inspecciones del TWU poniendo las ganancias al frente.  Inversionistas de Wall Street ganan más de $1.2 mil millones de dólares al año de los pasajeros de la MTA, de los impuestos a trabajadores y de la labor de los trabajadores del tránsito.  
Así que en vez de enfrentar los problemas de seguridad que ponen a los pasajeros y operadores en peligro, los supervisores suspendieron a chóferes cuando rehusaron manejar autobuses defectuosos.  El comunismo, una sociedad dirigida por trabajadores sin ganancias, pondría las necesidades de la clase trabajadora internacional al frente.  
Este último ataque al tránsito llega después de dos años de despidos, aumentos al sueldo de trabajadores retrasados, aumentos de tarifas, y un servicio deteriorado. Uno de los chóferes suspendidos, representante sindical, enfrenta despido pues tenía dos cargos disciplinarios en su contra, mientras que otro chofer que no tenía ningún cargo disciplinario ha vuelto a trabajar.  Estos ataques a trabajadores y las condiciones inseguras son racistas especialmente porque atacan más fuerte a los pasajeros que son en su mayoría negros y latinos.  
Acciones militantes, como el paro por seguridad, son la mejor respuesta de los trabajadores a estos ataques de parte de los patrones racistas del tránsito.  Pero la dirección política de la militancia es tan importante como la acción militante misma.  Bajo el capitalismo los patrones controlan la sociedad y pueden quitarnos un “buen contrato” o el transporte seguro en cualquier momento.  El 20% de los trabajadores del sector público de EEUU está compuesto de trabajadores negros, y están siendo atacados por de todos los políticos de los partidos patronales.  
Los sindicatos tratan de calmar la ira de los trabajadores animándolos a votar por “amigos en lugares claves” y con acciones simbólicas para que los trabajadores descarguen su ira pero a los patrones ni los inmuta.  Para que el progreso dure, los trabajadores deberán derrocar a los patrones con una revolución y construir una sociedad comunista donde los trabajadores tengamos el poder y trabajemos para las necesidades de nuestra clase, no por las ganancias de ningún patrón.  
Sin esta visión comunista a largo plazo, las victorias como un ‘contrato decente’, transporte seguro y respeto en el trabajo podrían crear la ilusión de que el sistema capitalista puede funcionar.   En realidad es la competencia capitalista la que está forzando a los patrones de EEUU a quitarle todo lo ganado a los trabajadores del sector público para poder hacer el máximo de ganancias – para pagar por sus guerras imperialistas y sacar de apuros a los banqueros y patrones del mecardo automorie.  
Sin las metas comunistas, las derrotas sufridas por el sector público pueden desanimar a los trabajadores y alejarlos de la lucha de clases.  Solo organizando por un movimiento comunista masivo puede convertir las derrotas temporales en lecciones para las victorias a largo plazo de la revolución y el poder obrero.   
El local 100 del TWU planea una manifestación en la estación College Point y ha puesto a trabajar a los chóferes suspendidos hasta que regresen a su empleo.  Muchos trabajadores del tránsito están furiosos con la MTA por lo ocurrido.  “Los supervisores deberían estar en la cárcel,” dijo furioso uno de los chóferes de la estación East New York.  Mientras vamos a la imprenta, el PLP se organiza para defender a estos choferes y para tomar acciones contra los patrones.  Esperen sugerencias de como los lectores del DESAFIO podrían ayudar.