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Trabajadores Luchan Contra Ataques a Inmigrantes

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06 Julio 2011 140 visitas

La tarea más importante para la clase trabajadora mundial es la reconstrucción del movimiento comunista internacional, aprendiendo de los éxitos y fracasos del pasado, y avanzando la lucha por el poder proletario. En este proceso, es crucial la lucha contra el racismo y contra las divisiones racistas en la clase trabajadora. Debemos entender la inmigración global en este contexto.
Los trabajadores emigran por muchas razones: trabajo, hambre, miseria, guerras, represión y persecución. El mundo es el mercado donde los esclavos asalariados internacionales buscan trabajo, al margen de las fronteras impuestas por el capitalismo. Los capitalistas mundiales explotan a la clase trabajadora, compuesta en parte por inmigrantes, dentro y fuera de las llamadas fronteras. Mientras más bajos los salarios y peores las condiciones de los trabajadores inmigrantes, mejores son las condiciones que pueden crear los capitalistas para explotar a toda la clase trabajadora, mientras que desarrollan la ideología racista y las divisiones. Debemos comprender cómo funciona el capitalismo, unirnos por encima de las “fronteras” y luchar por nuestra clase mundialmente.
En las “naciones” capitalistas, los patrones súper explotan a los trabajadores indocumentados, amasando inmensas ganancias. Mientras tanto, sus gobiernos y medios de comunicación culpan a los inmigrantes indocumentados de “robarle” los trabajos a los “Americanos”; de “usar los servicios” de los “ciudadanos respetuosos de la ley”; de “cometer crímenes”; “arruinar los vecindarios”, y de ser “terroristas”. Estas declaraciones están basadas en las mentiras y mitos racistas que promueven un clima de odio racial y divisiones que esconden la naturaleza de la explotación capitalista y sientan las bases del fascismo liderado por la clase dominante.
En EEUU se están dando una racha de leyes anti-inmigrante, que se han adoptado generalmente en estados con un alto índice de inmigración, como Florida, Carolina del Sur, Georgia, Alabama, Texas, Arizona y Utah. La última de estas leyes, que se aprobó en Alabama:
Exige que las escuelas públicas confirmen el estatus migratorio de los estudiantes, usando los certificados de nacimiento o un aval o declaración jurada;
Prohíbe que los inmigrantes indocumentados vayan a las universidades públicas;
Declara ilegal que el dueño de un apartamento le alquile a inmigrantes indocumentados;
Declara ilegal que un ciudadano o un inmigrante transporte o les dé refugio a inmigrantes indocumentados; y
Declara como crimen contratar a inmigrantes indocumentados y exige que el empleador use E-Verify, el así llamado programa “voluntario” administrado por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) para verificar el estatus migratorio de los trabajadores.
Mientras tanto, el Representante de Texas, Lamar Smith, ha presentado una propuesta de ley en la Legislatura de EEUU, para que el uso de E-Verify en los centros de trabajo sea una ley federal, y por lo tanto mandatoria. (E-Verify es un sistema problemático, con un alto índice de errores, lo que causa que muchos trabajadores inmigrantes sean despedidos o se les niegue empleo.)
Otra manifestación racista es el programa mal llamado “Comunidades Seguras”, un programa de inmigración del DHS, en el que la policía local comparte huellas digitales con el FBI, el Departamento de Inmigración y Aduana (ICE) y el DHS, con la supuesta intención de identificar y deportar inmigrantes “criminales”. El programa se inició durante el gobierno de Bush en el 2008, con el plan de hacerlo mandatorio para los estados en el 2013. El gobierno de Obama ha expandido el programa, como parte de su control sobre la inmigración.
ICE deportó 392,862 inmigrantes en el 2010, sin incluir a los más de 400,000 que aceptaron la deportación voluntaria. Se proyecta que las deportaciones para el 2011, van a ser 404,000. Actualmente existen 350 centros de detención en los EEUU. Más de 77,000 inmigrantes ya han sido deportados a través del programa Comunidades Seguras; 49,000 no tenían antecedentes criminales o tenían sólo ofensas menores (tales como una infracción de tránsito.)
Mientras que Texas y otros estados están expandiendo Comunidades Seguras, otros como Illinois, New York y Massachusetts han decidido “quedarse afuera”. Pero el DHS parece que estaáargumentando que una vez que se entra, no se puede “salir”. La Secretaria del DHS, Jane Napolitano, defiende el programa. A estos tres estados se les ha informado que las huellas digitales que obtiene la policía local seguirán siendo enviadas al DHS. Un portavoz de ICE ha declarado que el programa es mandatorio y que sólo el gobierno federal puede deportar inmigrantes. La realidad es que para el 2013 el gobierno de EEUU habrá integrado todos los registros federales para que una búsqueda de huellas digitales verifique al mismo tiempo el estatus migratorio automáticamente.
Todos estos ataques de la clase dominante son reflejo del fascismo en ascenso, que los patrones necesitan para continuar sus guerras imperialistas, y mantener su dominio sobre los recursos naturales mundiales, especialmente del petróleo y el gas. Pero en el contexto de sus esfuerzos bélicos, la posición de los patrones de EEUU en cuanto a la inmigración confronta una contradicción: por un lado, en su afán de lucro, necesitan súper explotar y aterrorizar a los inmigrantes y dividir a la clase trabajadora. Sin embargo, también tienen una gran necesidad por la juventud inmigrante – a través de su propuesta “Dream Act”(Ley del Sueno) – para reabastecer su aparato bélico con carne de cañón para esas mismas guerras. Debemos denunciar esta contradicción para mostrar cómo el ataque de los patrones contra los inmigrantes es un ataque contra toda la clase trabajadora.
La clase trabajadora no puede depender de las estrategias defensivas, y retogradas lideradas por el Partido Demócrata. Tenemos que tomar la ofensiva. Los camaradas que trabajan en una organización en nuestro vecindario proponen que se organice y están organizando una marcha en el área bajo la consigna: “¡Trabajos, Sí, Deportaciones, No!”
Los camaradas tienen una gran circulación de DESAFIO en la organización del cual somos miembros, con planes de expandir las redes de DESAFIO en el vecindario y en los centros de trabajo. Hemos reclutado varios miembros nuevos a nuestro club del PLP y, con nuestros dos grupos de estudio, podemos reclutar inclusive más. Nuestra tarea es la de transformar a los cuadros nuevos y veteranos, a los lectores de DESAFIO y a nuestros amigos más cercanos en organizadores que puedan movilizar a las masas, luchar por las ideas comunistas, y liderar la lucha de clases, y a largo plazo luchar por la revolución comunista.
La clase trabajadora tiene dos opciones: Unirse, rechazar las divisiones racistas y luchar por las necesidades de toda nuestra clase, o dejarse llevar por las ideas racistas que nos dividen y desvían la cólera de nuestro verdadero enemigo bajo el capitalismo, los patrones, los bancos y las autoridades del gobierno. Debemos demandar un número masivo de trabajos, no trabajos que “crezcan” aquí y allá. ¡Hagamos que paguen los capitalistas! Debemos liderar a la clase trabajadora para que luche unida contra los perfiles racistas y las deportaciones. Los inmigrantes no causan el desempleo y las “comunidades inseguras”; son producto del desempleo capitalista, ICE, y el control policial racista. La toma de conciencia de clase, no los políticos y las reformas temporales, es lo que forja un verdadero poder.
Diariamente, la clase trabajadora internacional lucha y se defiende. En todas las áreas – en las fábricas, sindicatos y uniones, en las escuelas y universidades, en las iglesias y en las organizaciones comunitarias – los comunistas deben participar activamente en la lucha de clases. Aunque hoy por hoy las ilusiones reformistas y electoreras dominan el movimiento, la puerta está abierta de par en par a las ideas comunistas, a la organización y al liderazgo y, en la medida que crece el partido, a un mundo comunista.