“Es Asqueroso”, dijo una madre de Whittier perteneciente a las Escuelas Públicas de Chicago (CPS) refiriéndose al último intento de demoler el centro comunitario y una biblioteca conocida como “La Casita”. El otoño pasado, los padres de Whittier defendieron La casita con una heroica y agotadora ocupación de 43 días para mantener el edificio abierto. Después de seguir todas las estipulaciones de las CPS sobre la manera de mantener el centro abierto, los padres de La Casita fueron sorprendidos  cuando los trabajadores se presentaron con los permisos para la demolición de La Casita. Esto demuestra que no importa que tan fuerte sea la lucha de los trabajadores, los patrones mienten, hacen trampa, y roban para imponer su voluntad. A pesar de todo, los padres rápidamente entraron en acción para detener el edicto de las CPS.
Al día siguiente, la cuadrilla de demolición tenia previsto llegar a las 6 am, los padres de Whittier - con el apoyo de la comunidad - movilizaron a 60 trabajadores, profesores y estudiantes para iniciar una nueva protesta. Sólo uno de los trabajadores de demolición se presentó a las 6:30 AM, para explorar el área y verificar la protesta. Un miembro del Partido Laboral Progresista (PLP) y una madre de La Casita intentaron ganar el apoyo del trabajador. Él se negó. La madre de Whittier dándole una lección de verdadera solidaridad obrera, le dio su número de teléfono al trabajador diciéndole, que, momentáneamente los patrones no están atacando tu vecindario, pero pronto lo harán, entonces nosotros podremos ayudarte.  
A las 7:45 AM, la KuKluxKlanesca policía de Chicago bloqueo todas las calles que conducen a La Casita. En respuesta a este ataque fascista, los miembros de PLP y sus aliados fueron de puerta en puerta en el barrio a informar a los residentes acerca de la situación, tratando de involucrarlos en la lucha. Esta acción hizo que muchos de los manifestantes se sintieran más seguros de poder responder sin importar lo que hiciera las CPS y la policía.
En el centro de esta lucha se encuentran las mentiras del CPS. Planean construir una biblioteca en la escuela adyacente cortando a la mitad dos salones que ya de por sí están sobre poblados con 30 o más estudiantes. Además, la biblioteca estará en el segundo piso, inaccesible para los estudiantes con discapacidad pues la escuela no tiene ascensor. Un portavoz de las CPS pretendió preocuparse por el bienestar de los estudiantes diciendo que no tiene sentido que los servicios estén fuera de la escuela. Sin embargo, las CPS se niegan a remover la “cafetería” escolar del sótano, donde los alumnos son forzados a comer mientras aguas residuales corren por el piso.
Los medios de comunicación han distorsionado los hechos en favor de CPS, afirmando que “los padres se oponen a la construcción de la biblioteca”, sin dar a conocer la versión de los padres. Sin embargo, es de esperarse que la prensa patronal defienda siempre los intereses de los patrones y no los de la clase obrera.
El PLP continuará en esta lucha junto con los valientes padres de La Casita con el fin de impedir su demolición. Sin embargo, al mismo tiempo debemos luchar contra el capitalismo, que es el causante de este y de todos los problemas que sufre la clase trabajadora. Para ello, pedimos a los padres que defienden La Casita a que se unan a PLP para luchar por una revolución comunista. Sólo con una victoria comunista, los trabajadores podrán respirar con facilidad, sin que los patrones (como los de CPS) nunca más puedan ponernos su apestoso pie en el pescuezo.