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Entrenamiento para la Revolución Trabajadores y Estudiantes Judíos/Árabes Paran la Desalojo Racista

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18 Agosto 2011 162 visitas

Ramla, Palestina, 26 de Julio del 2011 — Después de más de un mes de lucha, la orden de desalojo colocada en la vivienda de la familia al-Aju temporalmente fue revocada. Esta victoria fue recibida con júbilo por familiares, vecinos y activistas - tanto por judíos como árabes, trabajadores y estudiantes - que apoyaron la lucha. Esta pequeña victoria y otras son señales de que el capitalismo no puede servir a las necesidades de los trabajadores, pero que una clase obrera unida tiene un poder inmenso y que nos estamos moviendo en dirección de ejercer este poder para la revolución comunista.
Esta lucha tiene raíces profundas en la historia reciente de Palestina. En la guerra de 1948, la familia al-Aju - originalmente árabes de la cercana ciudad de Lydda (Lod) - fue expulsada de su hogar por el ejército israelí. Sin embargo, a diferencia de los refugiados palestinos, la familia se las arregló para permanecer en el interior de la llamada Línea Verde y se asentó en la tierra de otra familia árabe que habían sido expulsada de sus tierras por Israel. Como sus dueños originales ya no estaban presentes, el Estado de Israel se apoderó de la tierra, y la administra a través de la compañía nacional de vivienda (Amidar)
Durante más de sesenta años, la familia al-Aju han vivido en esta tierra como arrendatarios, pagando alquiler a Amidar. Los hombres de la familia son trabajadores municipales de mantenimiento, trabajan duro y reciben un salario bajo, algunos de generación más joven, no pueden encontrar un empleo en absoluto. Dado que los apartamentos no suelen comercializarse a los árabes de Israel, toda la familia tuvo que construir sus casas en la misma parcela, para más de 70 personas - entre ellos decenas de niños - que viven en este espacio reducido con una infraestructura mínima.
Sin embargo, este alojamiento no ha sido rentable para los empresarios de Amidar. Por lo que tratan de vender esta tierra a un desarrollador de bienes raíces para la construcción de apartamentos de lujo, Amidar enjuició dos veces a la familia al-Aju para desalojarla de su tierra, tanto en abril y Junio-Julio del 2011. Sin embargo, la familia no se rindió a las órdenes de la corte racista, y se defendió.
Para ayudar a la familia al-Aju se generó un movimiento llamado Solidaridad, una amplia coalición de judíos y árabes, activistas de izquierda (en su mayoría estudiantes y trabajadores) que incluye a liberales, anarquistas y comunistas, que luchan contra el racismo, el apartheid y el fascismo del régimen israelí. En la fecha del desalojo, en abril de 2011, activistas de Solidaridad celebraron una manifestación contra Amidar y la policía, logrando detener el intento de desalojo.
A principios de Julio, el tribunal emitió una orden de desalojo “flexible” vigente por un mes, permitiendo a Amidar y a la policía desalojar a la familia al-Aju y tirarlos - incluidos los niños - a la calle sin previo aviso. Para derrotar este nuevo intento, el movimiento Solidaridad - en el que varios miembros del PLP están activos - organizaron turnos de voluntarios para defender la vivienda de al-Aju, dando apoyo directo a la familia, y estando listos para emitir llamados de emergencia para movilizar más voluntarios en cuanto los matones de Amidar y la policía se presenten.
El 25 de Julio, una gran manifestación se llevó a cabo cerca de la vivienda de Al-Aju, donde un padre de familia tomó el micrófono para pedirle a los manifestantes que se quedara en su casa, no importa qué “la revolución se inicia desde el complejo de Al-Aju”. Un líder activista dijo que la familia sería desalojada sólo sobre su cadáver, y un miembro del PLP dijo claramente: “. Un sistema que no puede proporcionar a todos un techo sobre su cabeza debe ser destruido”
El 26 de Julio se logró detener el ataque cuando el Tribunal de Distrito decidió revocar la orden de desalojo - hasta nuevo aviso. Esta acción nos da una idea del poder de la clase obrera, cuando nos unimos derrumbando fronteras. Esta fue una sesión de entrenamiento para lo que tendrá que hacerse para derrotar finalmente a los terratenientes,  policías y tribunales racistas.
A esta victoria, al igual que a todas las victorias de reforma, le llamamos sesiones de entrenamiento, porque tienen fecha de caducidad. Los patrones tienen la carta de triunfo - el poder del Estado - que utilizan para revertir las victorias temporales mayores y menores de la clase trabajadora. La orden fue revocada “hasta nuevo aviso”, lo que significa que esta batalla no ha terminado. Pero no todo es en vano: una familia tiene un poco más de seguridad en su casa - ¡no es poca cosa! Pero lo más importante es que las ideas comunistas se han inyectado en esta lucha. La familia al-Aju y Solidaridad saben que el comunismo no está muerto, y que hay un partido centrado en el día en que nos graduaremos derrotando definitivamente los desalojos acabando con el sistema que arroja familias de clase trabajadora a la calle.