Un informe publicado por el Departamento de Defensa de EE.UU. el 28 de agosto, advirtió que el actual desarrollo militar Chino es “potencialmente desestabilizador” en el Pacífico. (NYT, 8 / 24) El informe señala una creciente capacidad naval de China que potencialmente desafía la influencia de EE.UU. en la región.
Durante la última década, los planes de EE.UU. para contener el crecimiento de China y su influencia, se han basado en utilizar su necesidad vital de acceso a las vías marítimas para que China pueda acceder a las reservas de petróleo del Oriente Medio. En 1999, el Informe Hart-Rudman indicó que en caso de conflicto entre EE.UU. y  China “el paso de los super-petroleros en dirección a los puertos de China podría ser vulnerable de ser suspendidos” (Fase I, p 73)
China al parecer ha tomado en cuenta las amenazas de Washington y ahora está tomando medidas para garantizar su paso en vías marítimas vitales. En 2010, China anunció su estrategia de Defensa de los Mares Lejanos haciendo que el New York Times escribiera en estado de pánico, “El ejército chino está proyectando su poder naval más allá de sus costas, desde puertos petroleros del Medio Oriente a las rutas marítimas en el Pacífico, donde EE.UU. desde hace mucho tiempo reinó como la fuerza dominante. “(NYT, 04/23/10)
El crecimiento Naval de China está avanzando a una velocidad asombrosa. En 2009 China reveló a los observadores internacionales sus nuevos submarinos nucleares. (NYT, 04/21/09)  En enero de 2011, China celebró el primer vuelo de prueba de su nuevo avión de combate sigiloso, durante una visita a Beijing de Robert Gates, entonces Secretario de Defensa a (Reuters, 8 / 18) La construcción de un avión furtivo es particularmente interesante porque sólo es útil contra otros imperialistas del primer mundo como los EE.UU., pero además fue aparentemente diseñado con la ayuda de ingenieros rusos.
En julio, China celebró su primera prueba en mar abierto de un portaaviones de la era soviética reacondicionado, comprado a Ucrania, siendo el primero de tres portaaviones chinos actualmente en desarrollo. (Reuters, 7 / 28) Ahora el Pentágono afirma que China está desarrollando un misil balístico anti-buque que es capaz de atacar a los portaaviones norteamericanos. (NYT, 8 / 24)
El Pentágono tiene de qué preocuparse dado el aumento de las capacidades de su competidor imperial. La creciente rivalidad inter-imperialista entre EE.UU. y  China casi llevó a un enfrentamiento militar en la frontera entre Venezuela y Colombia en 2008, lo que forzó a EE.UU. de desplegar más tropas a Colombia. (NYT, 23/07/09) Los planes de China para construir el puerto de aguas profundas de Gwadar en Pakistán han dado lugar a tensiones en la zona y coinciden con el aumento de ataques aéreos de EE.UU. en Pakistán.
El levantamiento en Libia tiene implicaciones para esta creciente rivalidad inter-imperialista también. Recientemente, el portavoz de la rebeldes petrolera libia Agoco anunció, que si bien no tenía ningún problema con las empresas europeas y estadounidenses podría tenerlo sobre “algunas cuestiones políticas con Rusia, China y Brasil.” (NYT, 8 / 22) Bajo el gobierno de Gadafi China importó 3% de su petróleo de Libia – y esto parece que está a punto de cambiar.
Algunos liberales han comentado que la preocupación del Pentágono sobre China es sólo una tapadera para conseguir más financiación. Ellos sostienen que EE.UU. todavía gasta seis veces más dinero en sus fuerzas armadas que China. (Common Dreams, 8 / 26) Este es un punto importante, pero pasa por alto la esencia de la situación. La competencia entre imperialistas se agudiza inexorablemente y conduce a enfrentamientos amplios, y eventualmente a la guerra global. Por otra parte, mientras que el presupuesto militar de EE.UU. es enorme, sus fuerzas se encuentran sobre-extendidas y vulnerables, envueltas en tres guerras simultáneas, y tienen que mantener 702 bases en 130 países. El Pentágono y el ala principal de la clase dominante de EE.UU. están muy preocupados por la creciente debilidad de su máquina militar imperialista.
 Los trabajadores de China, EE.UU., o de cualquier lugar, no tenemos nada que ganar en esta batalla. Al igual que en todas las rivalidades capitalistas, sin importar que imperialista gane, los trabajadores perdemos. Vamos a ser los que matan y mueren. Vamos a ser los que sufren bajo un presupuesto de guerra. Vamos a ser los que sufren los efectos devastadores de lo que probablemente será una guerra con armas nucleares.
Los capitalistas de cualquier parte del mundo no se tentarán el corazón para sacrificar a millones de trabajadores, incluso a sus “propios” trabajadores, para asegurar sus ganancias, ¿por qué deberíamos estar dispuestos a morir por ellos? El único camino que nos deja esta pesadilla imperialista es la posibilidad de convertir sus guerras con fines de lucro en una revolución comunista. Los rusos lo hicieron durante la Primera Guerra Mundial, los chinos lo hicieron durante la Segunda Guerra Mundial. El PLP se está convirtiendo en un partido que puede convertir el baño de sangre imperialista en una revolución comunista que puede liberar a los trabajadores del mundo.