El resultado arbitral “neutral” entre la empresa de Transporte AC y el sindicato ATU Sec. 192, trajo como resultado - grandes sacrificios para conductores, mecánicos y trabajadores de mantenimiento. Un recorte de pago sin precedente de 6% en el primer año del contrato encabeza la larga lista de retrocesos. Además, la empresa ya no pagará a los trabajadores el primer día de descanso cuando se reporten enfermos. Tendrán que venir a trabajar enfermos para no perder un día de pago. Para trabajadores que sostienen a toda la familia (y hay muchos entre nosotros) es un chantaje.
Estos son los resultados de la supuesta “neutralidad” arbitral. Pero ¿cómo puede haber “neutralidad” cuando de inicio se obliga a los trabajadores a rescatar a la empresa? Nosotros no causamos la crisis - ¡fueron los bancos! En cambio, a bancos y corporaciones no se les obliga a pagar más, a pesar de que NOSOTROS con el transporte público añadimos valor a sus bienes y raíces; y hacemos que sus empresas funcionen.
Sin lucha
En la reunión especial en Julio, el representante sindical dijo: “Creo que la empresa tiene miedo de ir a arbitraje.” ¡¿Miedo?! La administración no estaba “asustada” por el arbitraje. Sólo se opuso al arbitraje porque sabían que los dirigentes sindicales no estaban preparados para la HUELGA. Y el presidente del sindicato tuvo el descaro de darle las “gracias” ¡al árbitro! Recientemente en la reunión sindical de Noviembre, el presidente de nuestra sección calificó al arbitraje como “victoria”.
Muchos conductores dicen: “Lo que están tratando de hacer es romper el sindicato.” Pero ¿Quién necesita “romper” el sindicato cuando la administración es capaz de reducir nuestros salarios sin que el sindicato presente lucha de oposición? El sindicato ya está roto desde la cúpula hasta abajo.
Oportunistas asoman la cabeza
Ahora que el daño está hecho los trabajadores están molestos. Culpan principalmente a la dirigencia local y muchos trabajadores quieren reemplazarlos. Aprovechando esta situación, algunos ya empezaron a candidatearse. Estas personas no han organizado protestas, ni boletines, ni nada en los últimos años. Muchos ni siquiera van a las reuniones sindicales. Algunos son ex funcionarios sindicales que han estado invernando, fueron remplazados anteriormente y quieren el cargo de nuevo. Otros pretenden conocer todas las respuestas, y ser suficientemente “inteligentes” para “resolver los problemas”tan solo si fueran elegidos.
Necesitamos un Movimiento Masivo
Por mucho que la gente quiera creer que la elección de la persona adecuada puede resolver nuestros problemas, la verdad es que individuos no resuelven nada (necesitamos un movimiento de masas. La historia que se enseña en la escuela en esta sociedad capitalista nos dice que el líder lo es todo, las masas no son nada. Pero los comunistas no nos creemos ese cuento) sabemos que las masas hacen la historia, especialmente a través de protestas, huelgas y revoluciones.
En lugar de centrarse en quien será el próximo presidente, tenemos que empezar a construir un movimiento que involucre a todos los miembros claves del sindicato. Tenemos mucho trabajo por hacer: producir un boletín, movilizarnos para presionar a la Junta de Directores para que re-contraten a nuestros compañeros de trabajo despedidos, y preparar las luchas futuras. Esto va a ser un proceso duro y largo. Pero es la única manera en que los trabajadores de tránsito podemos darnos una idea del poder verdadero que tenemos: el poder en número, el poder de detener el transporte, el poder de descarrilar la economía capitalista. ¡Eso es mucho poder!
El poder obrero es un “pequeño secreto escondido” que los banqueros y los gerentes no quieren que nosotros conozcamos (porque una vez que lo encontremos, ¡podríamos utilizarlo para hacer una revolución!). El Partido Laboral Progresista está organizando una clase de Economía Política en el Área de la Bahía. Cualquier trabajador del transporte interesado en saber más sobre cómo funciona el capitalismo está invitado. Una vez que seamos conscientes de nuestra verdadera fuerza como clase trabajadora, ¡nada nos podrá detener!