El camino de regreso, película basada en las memorias del inmigrante polaco Slavomir Rawicz en 1956, es un cuento emocionante de escape y resistencia sobrehumana. Es la historia de un hombre injustamente acusado de difamar a Stalin y arrojado en un gulag soviético infernal. Durante una tormenta de nieve él y algunos amigos, entre ellos un misterioso estadounidense llamado “el Sr. Smith “escapan y caminan 4.000 millas, a través de Mongolia, cruzando el desierto Gobi, y pasando sobre el Himalaya eventualmente llegan a la India ocupada por los británicos. Sólo hay un problema con esta historia inspiradora de sobrevivencia: es una completa invención.
Desde su primera publicación la legitimidad de las memorias fueron ampliamente cuestionadas. El embajador británico en el Tíbet (destino previsto originalmente por Rawicz) citó decenas de errores sobre los hechos en el libro y se preguntó si se trataba de una “narración confusa de un suceso real, o mera ficción”. Rawicz mismo nunca fue capaz de mostrar un solo pizca de evidencia para corroborar su historia y nadie conoce el paradero de sus supuestos acompañantes.
Investigaciones recientes en archivos soviéticos han demostrado sin lugar a dudas que la historia es totalmente inventada - una mentira anti-comunista. Rawicz fue enviado a una prisión soviética, aunque no es la que el alega. Y fue enviado no por “difamar a Stalin”, sino por el asesinato de un oficial de la NKVD (precursora de la KGB) mientras él estaba en el ejército. En lugar de hacer una audaz fuga fue liberado de la cárcel en 1942 como parte de una amnistía general concedida a los soldados polacos. Años más tarde recibió documentos para emigrar a Irán bajo control británico y eventualmente a Palestina.
La historia de Rawicz tiene tantos agujeros que el director Peter Weir, incluso optó por cambiar el nombre de la película y no asoció el personaje principal con las personas que menciona Rawicz por dudar de su autenticidad. Weir tomó la decisión después de que un informe de la BBC reveló que Rawicz era un fraude. Más ficción a un libro de ficción (cambiando los nombres y la eliminación del risible encuentro de Yeti) para revelar la “verdad esencial” (es decir la exactitud) de la historia. ¡Sólo en Hollywood!
Este anti-comunismo ciego es una característica constante en las películas de Hollywood. La película en 2001 Enemigo a las puertas, sobre la batalla de Stalingrado, fue considerada irrisoria por muchos historiadores por sus inexactitudes. El Desafío otra película en 2008 que mostró a un grupo de guerrilleros fabricando un conflicto entre guerrilleros “pacifistas” y el Ejército Rojo “anti-semita”. Ambas afirmaciones se hicieron pedazos frente a la información disponibles (Véase reseña de la película en la última edición de El Comunista). Abiertamente películas de ficción como la última de Indiana Jones (2008) producen incluso caricaturas más ridículas de la Unión Soviética.
Casi dos décadas después del colapso de la Unión Soviética, ¿por qué la clase capitalista sigue siendo tan obsesionada en enterrar a la URSS? Porque la Unión Soviética desafió todos los aspectos de la ideología capitalista. Probaron que el racismo es una ideología capitalista que puede ser derrotada. Mostró que la clase trabajadora puede organizar un estado mejor que los capitalistas. Mostró que el estado capitalista no es invencible. Y mostró que los trabajadores pueden formar una fuerza unificada en contra de sus amos capitalistas. Por ello, insisten en seguir atacando a la Unión Soviética en el cine, la televisión (véase Glen Beck) en la prensa y en los libros. Los capitalistas no quieren ser desafiados de nuevo, es nuestro deber es hacer realidad la amenaza y su derrota..
Patrick Symmes, “To Tell the Truth,” Outside Magazine, January 2003.
BBC Radio, “Walking the Talk,” 10/30/06.
BBC, “How the Long Walk Became the Way Back,” 12/3/10.
