Information
Imprimir

Crisis Global Capitalista Estimula Lucha De Trabajadores

Information
19 Marzo 2012 128 visitas

La clase trabajadora internacional está en pie de lucha, desde el norte de África hasta el Medio Oriente, desde Europa hasta los EEUU, contra los efectos de la peor crisis económica y política del capitalismo. Esta crisis prendió la mecha de varios movimientos sociales que han capturado la imaginación de las mayorías, y que ha causado que se compare al 2011 con el 1968. Dondequiera que el PLP haya estado presente, ha jugado un papel político en estos movimientos.
Cuatro billones de familias de clase trabajadora tratan de subsistir con sueldos de $1 a $2 dólares por día bajo el peso de los programas de austeridad impuestos por el Fondo Monetario Internacional. Esta crisis económica global fue producto del afán de lucro máximo del capitalismo, centrado en Wall Street, que creó las condiciones para los levantamientos del 2011.
“Los levantamientos en Francia en 1968 tomaron a la clase patronal francesa por sorpresa”, dice Alan Woods, el historiador marxista Inglés. Los estudiantes franceses respondían a la guerra genocida del imperialismo estadounidense en Vietnam y a la represión estudiantil de la clase patronal francesa. Cuando se vincularon con la clase trabajadora – los trabajadores industriales peor pagados en Europa – causaron una huelga general que sacudió los cimientos mismos del capitalismo francés. Este cambio cualitativo resulta de las contradicciones cuantitativas internas del capitalismo francés. La huelga general paralizó Francia. La policía nacional francesa a duras penas podía contener la insurrección. Los patrones franceses temían que un llamamiento al ejército podría inducir a muchos soldados de clase trabajadora a ponerse de lado de los huelguistas y amotinarse, así que hicieron un llamado a los reservistas pero los acantonaron en bases militares y los mantuvieron alejados de la televisión y la radio. De Gaulle casi perdió control sobre el poder del estado e hizo un llamado a los militares alemanes para que estuviesen listos con sus tanques para sofocar la revuelta.
De últimas, la insurrección fracasó porque, sin un partido comunista en la práctica, que pudiese liderar a la clase trabajadora a la revolución, el partido “comunista” francés hizo un pacto con De Gaulle y tomó la vía electoral, confiándose de los patrones “menos malos”.
Woods menciona que De Gaulle tuvo tanto miedo de la revolución que había dispuesto “encarcelar a 20,000 izquierdistas en el Estadio de Invierno donde habrían corrido la misma suerte que los trabajadores y estudiantes chilenos cinco años mas tarde”.
En el 68 también, los estudiantes de izquierda en México usaron las Olimpiadas que se acercaban para hacer campaña por una serie de reformas sociales: libertad para los presos políticos, despido del Jefe de la Policía fascista de la ciudad de México, y el uso de los impuestos para beneficio de la clase trabajadora de México en vez de las Olimpiadas.
Su lucha comenzó en la ciudad de México, tratando de liberar a un líder del sindicato de ferrocarriles. El fascista presiente mejicano, Gustavo Ordaz, se negó a reunirse con el Consejo de Huelga de los estudiantes y más bien ordenó a la policía y al ejército que dispararan a matar. Cientos murieron o cayeron heridos. El 2 de octubre pasó a llamarse “La noche de las Penas”.
Los estudiantes tenían tres debilidades: (1) falta de un partido comunista verdadero; (2) falta de conexiones con los trabajadores en la huelga general; y (3) falta de vínculos con las tropas del ejército de clase trabajadora, que podrían haber prevenido la masacre.
Ahora, en el 2011, irrumpió la Primavera Árabe en el norte de África y en el Medio Oriente – como en Francia en 1968 – a causa de las contradicciones sin solución del capitalismo. Tunes, como muchas naciones en el norte de África, estaba golpeada por la crisis global del capitalismo del 2008. La austeridad impuesta por el Fondo Monetario hacia estragos entre la clase trabajadora. La auto-inmolación de Mohammed en Sidi Bouazizi, frustrado y empobrecido, fue la última gota. El pueblo derrocó a la sección de la clase dominante representada por el presidente Ben Ali. Las insurrecciones pronto se expandieron a Egipto, Siria, Libia y Bahréin.
Esto fue un desarrollo positivo; los trabajadores árabes se rebelaban. Pero nuevamente, no había un partido comunista que liderara el derrocamiento de TODOS los patrones capitalistas. Simplemente se reemplazo un grupo por otro, en Túnez, Egipto, y Libia. La Primavera Árabe es una revolución burguesa. Todo lo que no lleve a una revolución comunista es una derrota para la clase trabajadora internacional, a menos que en el transcurso de esa lucha de clases los trabajadores y los jóvenes se persuaden de construir un partido comunista que tenga el propósito de derrocar al capitalismo.
En los EEUU el movimiento de Ocupación de Wall Street (OWS) comenzó en septiembre del 2011, como respuesta a la creciente desigualdad económica y el desempleo masivo que precipito la crisis del capitalismo. Wall Street fue el foco de la crisis, y por eso se dio el nombre de la Ocupación de Wall Street, pero pronto se expandió a cientos de ciudades y poblados en EEUU y el mundo.
A pesar de que gran parte de la base de OWS tiene desacuerdos políticos con el capitalismo, el liderazgo del movimiento es reformista. Las influencias de la clase dominante (George Soros, Obama, los demócratas) están tratando de cooptar el movimiento, para mantenerlo dentro de los límites del capitalismo, alejándolo de una posible radicalización y convirtiéndose en un peligro para el capitalismo mismo.
El liderazgo pro-capitalista de los sindicatos, como el de la SEIU, empujan al movimiento hacia las tácticas reformistas, lo que no le permite desafiar al sistema capitalista abiertamente.
Las bases del movimiento de Ocupaciones incluyen a los trabajadores – empleados y desempleados – estudiantes, sindicalistas y soldados, negros, blancos y Latinos, hombres y mujeres.
Miembros del PLP participan en el movimiento, tratando de promover en las bases un análisis comunista de clase, explicando porque las reformas del capitalismo no pueden funcionar, dado las contradicciones internas del sistema centradas en el racismo, sexismo, e imperialismo. La distribución de miles de DESAFIOS a los trabajadores y estudiantes del movimiento de Ocupaciones en todo el país juegan un papel esencial en este esfuerzo.
Los miembros de PLP en el movimiento de Ocupaciones van más allá del lenguaje del 99 %, el término que los demócratas usan cínicamente para encarrilar la lucha de clases del movimiento en favor de la re-elección de Obama. El mensaje de PLP es claro: El capitalismo es un sistema en crisis que sólo sirve los intereses de los multi-millonarios. Debido a su naturaleza racista y sexista, nunca se puede reformar, nunca podrá estar al servicio de billones de trabajadores. Se tiene que hacer pedazos con la revolución comunista liderada por el PLP internacional para crear una sociedad comunista con el partido como su fuerza timón. Esto va más allá que las reformas burguesas del movimiento de Ocupaciones.
Las luchas de clases del 2011-2012 del movimiento de Ocupaciones, las luchas sindicales en Wisconsin y en Ohio, y la Primavera Árabe son importantes porque demuestra que los trabajadores saben luchar contra toda oposición. Pero los trabajadores tanto del movimiento de Ocupaciones como los de la Plaza Tahir, en Cairo, necesitan un análisis clasista marxista y una estrategia revolucionaria que los lleve al triunfo y que sólo PLP les puede ofrecer.
Hay algunos paralelos históricos entre la actual lucha de clases global  y la explosión social de 1968. También hay importantes lecciones políticas:

•    La clase trabajadora internacional necesita un partido revolucionario comunista, el PLP, para destruir el poder del estado. La ausencia de tal liderazgo en Francia en 1968 condenó la valiente insurrección al fracaso. Los trabajadores pueden tener las condiciones materiales necesarias para una situación revolucionaria, pero sin liderazgo comunista los patrones capitalistas seguirán vivos para continuar su opresión.
•    El PLP debe estar preparado para liderar a las masas de trabajadores hacia la revolución. En algún momento una explosión social seria en Norte América – el corazón del Imperialismo capitalista – al nivel de Francia en 1968 puede ofrecer la oportunidad de derrocar violentamente a la clase dominante de EEUU. Como dijo Mao, “una chispa puede incendiar la pradera”, pero eso requiere una base masiva para las ideas comunistas.
•    Para que la revolución comunista tenga éxito, todas las secciones de la clase trabajadora deben de estar unidas – trabajadores, estudiantes, hombres, mujeres, negros, blancos, Latinos, y Asiáticos. Y,
•    PLP debe ganarse a los miembros de las fuerzas armadas de clase trabajadora para que no defiendan a los patrones, ya que contradice sus intereses de clase. Eso no fue el caso ni en Francia ni en México.

A fuerza de trabajo duro, el PLP puede y debe ganarse a nuestra clase para que se pongan del lado de la historia. Nosotros, la clase trabajadora internacional, ¡tiene un mundo que ganar! ¡Arriesguemos a luchar! ¡Arriesguémonos a ganar!

Bibliografía:
•    La Imaginación de la Nueva Izquierda: Un análisis global de 1968 por George Katsiaficas; (South End Press)
•    La Revolución Francesa de Mayo de 1968, por Alan Woods (Well-red Books)
•    La Primavera Árabe por Hamid Alizadeh en la revista Socialist Appeal (Edición 65, Enero/Febrero 2012)
•    Una historia del capitalismo, 1500-2000 por Michel Beaud (Monthly Review Press)