Reflejando la tendencia mundial, el asalto de los patrones contra estudiantes y profesores en EEUU ha alcanzado proporciones épicas. Están tomando mayor control sobre lo que se enseña, atacando los salarios y condiciones de trabajo en las escuelas y culpando a los maestros de la decadencia educativa. De esta manera la clase capitalista en EEUU está sentando las bases para el fascismo que les permita ampliar las guerras contra rivales imperialistas en ascenso como China. La clase gobernante de EEUU necesita usar las escuelas para proteger sus ganancias y apuntalar su posición dominante, aunque en decadencia en una economía mundial cada vez más competitiva.
En el período actual, la crisis económica de los patronos y el echar dinero al barril sin fondo en Afganistán e Irak han dado lugar a una ola de recortes presupuestales racistas y despidos en las escuelas públicas del país, muchas de las cuales matriculan a la población de mayoría negra y latina. Los resultados han sido devastadores.
En Nueva York, el índice de graduación es de alrededor de 60%, y la mayoría de los graduados requieren trabajos de preparación antes de que puedan tomar cursos de nivel universitario. En Filadelfia, donde las escuelas bajo administración Estatal han fracasado desde hace una década, los funcionarios del distrito estiman que habría que esperar hasta el año 2023 para lograr que todos los estudiantes tengan un nivel alto en lectura y matemáticas.
 En febrero, después de décadas de mala gestión local, la Junta Estatal de Educación revocó su acreditación a todo el sistema escolar en Kansas City, Missouri. Incluso para los bajos estándares de los patrones, las escuelas públicas son un fracaso.

Figuras Mentirosas
Para distraer a los trabajadores de las verdaderas causas de por qué y cómo las escuelas están diseñados para fracasar, los capitalistas impulsan una reforma tras otra. Con el apoyo de multimillonarios como Bill Gates y Eli Broad, van desde el movimiento de escuelas pequeñas hasta el fenómeno de escuelas semi-privadas (charter) puestas de moda por los actuales voceros patronales.
Su enfoque total es sobre “la calidad del profesorado”. Evaluando a los maestros mediante la aplicación de estadísticas, los patrones afirman haber encontrado una manera objetiva de mejorar la calidad escolar y eliminar a los instructores no calificados. De hecho, estas evaluaciones se basan significativamente en el rendimiento de los estudiantes en pruebas estandarizadas, donde el margen de error es tan alto que estadísticamente son inútiles. Sin embargo, son una herramienta política de los gobernantes que convierte a los maestros en chivos expiatorios del fracaso escolar: concluyendo que el problema son “Los maestros malos” y su sindicato que los “protege”.
Cabezas visibles de la campaña contra docentes son republicanos sin escrúpulos como el gobernador de Wisconsin, Scott Walker o el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, o capitalistas como David y Charles Koch. Pero la dirección principal de este ataque viene desde el ala capitalista liberal dominante en EEUU y sus voceros principales como The New York Times y The Wall Street Journal, y la administración demócrata de Barack (“Desde abajo hasta arriba”) Obama.
Divide y Vencerás
Estos gobernantes no tienen desacuerdos. Algunas facciones derechistas, como los hermanos Koch, abogan por destruir los contratos colectivos e incluso la abolición de los sindicatos en su conjunto. Sin embargo, más peligrosos son los liberales que quieren utilizar a los sindicatos para desviar, evitar o debilitar la lucha de los profesores con la idea equivocada de que sus intereses están mejor servidos con las recientes reformas. Tanto el NEA y la AFT, principales sindicatos de profesores, voluntariamente han colaborado con los patrones en los nuevos sistemas de evaluación. Los líderes de estas organizaciones son conocidos traidores de la clase obrera. Más acusiosos son los nuevos grupos reformistas como Educadores para la Excelencia, que ha conseguido un amplio apoyo entre los maestros jóvenes en su lucha reaccionaria contra la contratación permanente.
En cualquier caso, las consecuencias políticas son las mismas. Bajo presión en aumento, los profesores tienden a ser más controlables. Algunos trabajadores quedan atrapados en el juego de culpar, los maestros culpan a los estudiantes y los padres culpan a los maestros cuando los niveles de evaluación son bajos. En un esfuerzo desesperado para mantener sus puestos de trabajo, directores y maestros en algunas escuelas centran su atención en los estudiantes que están relativamente cerca del nivel aceptable, abandonando a su suerte a los que están más atrás.
Un alto consejero escolar en la ciudad de Nueva York dijo al personal de la escuela, “No pierdas tu tiempo en ellos.” ¡Los niños lanzados por la borda ascendió a casi un cuarto de la población estudiantil!
Como siempre, las principales  victimas de las reformas escolares son los estudiantes.
Cultura Capitalista, Escuelas Capitalistas
Nunca ha habido una “edad de oro” en la educación pública de EEUU. Aunque la financiación escolar del gobierno ha fluctuado a lo largo del siglo pasado, el propósito de las escuelas siempre ha sido reforzar los valores capitalistas y el sistema de ganancias. La gran mayoría de los niños son entrenados para ser mal pagados, hacer tareas subordinadas en las fábricas de los gobernantes, infraestructura, servicios de apoyo, y el ejército.
Más que nunca, el capitalismo en EEUU requiere un sistema de educación políticamente confiable y altamente reglamentado para alimentar a un ejército que asegure sus intereses amenazados en todo el mundo. No es ninguna coincidencia que la reforma de la educación de Obama incluye la reapertura de programas de entrenamiento militar (ROTC) en una cantidad de universidades.
 Para satisfacer las necesidades de los gobernantes, las escuelas infectan a los niños con ideología capitalista: racismo, sexismo, individualismo e incesante competencia por las mejores calificaciones y resultados en los exámenes (y luego competencia por puestos de trabajo) todo en un contexto de extremas desigualdades racistas.
Disciplina rígida y reglas arbitrarias para cultivar seguidores pasivos. Distorsiones manifiestas de la historia como –la “valentía” y “heroísmo” del genocida Cristóbal Colón, la “misericordia” de Abraham Lincoln verdadero exponente de la supremacía blanca- roban a los estudiantes la capacidad de entender el mundo. La enseñanza para acreditar pruebas estandarizadas socava la creatividad y el pensamiento analítico. Las dosis diarias de anti-comunismo alejan a los estudiantes de la única fuerza que puede cambiar el mundo para satisfacer las necesidades de la clase obrera.
Se Graduó Con el Comunismo
Si la situación parece sombría, es crucial señalar que es sólo una cara de la historia. A medida que los patrones hacen sus planes, los trabajadores también hacen planes. En Nueva York, por ejemplo, masas de padres furiosos, profesores y estudiantes han interrumpido la rutina del Panel de Política Educativa (alfiles del alcalde Bloomberg) con su presencia multitudinaria en la sala y consignas ensordecedoras. La creciente ira de profesores ha dado lugar a nuevos intentos para formar una corriente opositora seria a la dirección del sindicato vendida en Nueva York.
Aunque esta ira es positiva, y el Partido debe estar inmerso en estas luchas, ninguna reforma dará a los estudiantes el aprendizaje que necesitan. Es nuestro trabajo señalar las fallas sistémicas de la educación bajo el capitalismo, para ganar a profesores, estudiantes y padres de familia a luchar por el comunismo y a unirse al PLP. Para educar verdaderamente a nuestros hijos, debemos abolir el sistema de ganancias. Tenemos que crear una nueva sociedad para servir a las necesidades de los trabajadores, no a la pequeña minoría patronal parasitaria. ¡Adelante, hacia el Primero de Mayo!