Los gobernantes de EEUU,  hipócritamente denuncian la masacre en Siria mientras que tratan de intervenir con un disfraz de “humanismo”.   Pero el régimen de Siria tiene un historial de salvajismo que se remota varias décadas, y a Washington jamás le ha preocupado eso.   De pronto a EEUU le importa, claro ahora que sus rivales rusos apoyan al presidente sirio Bashar al-Assad.   ¿Por qué? Porque ven la oportunidad de darle un golpe a sus adversarios rusos.
Los imperialistas de EEUU están de acuerdo que sacar al gobernante sirio seria un duro golpe a sus aliados en la clase dominante iraní y sus ambiciones regionales.  Esto ayudaría a fortalecer a Arabia Saudita e Irak, las joyas del imperio energético de los patrones estadounidenses.
Pero los políticos, medios de comunicación y consejeros de la clase dominante estadounidense no están de acuerdo como beneficiarse mas del baño de sangre de Assad.  Sus opciones incluyen la “diplomacia” (la cual, después de fallar, podría justificar una invasión), armar a la oposición, y acción militar directa, como en Libia (otra invasión “humanitaria”).
Aunque no podemos predecir lo que hará Obama, todos estos escenarios serán letales para los trabajadores.  Miles de nuestros hermanos y hermanas de clase en esa región serán asesinados, sin mencionar a los soldados y trabajadores de EEUU que serán atacados con más recortes para pagar por otra guerra.   Los trabajadores musulmanes en EEUU serán el blanco de ataques racistas.
Un ataque a Siria también tiene la capacidad de extender las guerras petroleras de EEUU en todo el mundo, debido al conflicto que se agudiza con Rusia como aliado de Siria. 
Los intereses de una guerra dirigida por EEUU-Arabia Saudita – recientemente envió al antes secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan en una misión catastrófica a Siria.  Houchang Hassan-Yari, profesor del Colegio Militar Royal dijo, “No estoy seguro si Annan va a tener éxito…[E]l Consejo de Seguridad de la ONU esta paralizado , Rusia y China han vetado la resolución condenando al régimen.  Si los nuevos intentos de llegar a una resolución vuelven a fallar, y el gobierno de Siria continua sus medidas violentas, no habrá otro camino que la incursión militar” (CTV Canadá, 10/03/12).
¿Qué Tan Lejos se Puede Llegar para Cambiar el Régimen?
Una facción de “golpear ahora” en el Congreso esta mirando esta posibilidad.  El 6 de marzo, los senadores John McCain, Joe Lieberman y Lindsey Graham insistían: “Estados Unidos deberá ayudar a organizar los esfuerzos internacionales para proteger a la población civil en Siria a través de ataques aéreos a las fuerzas de Assad…Lo que requiere primero que Estados Unidos y nuestros socios repriman las defensas aéreas del régimen sirio por lo menos en algunas partes del país.”
Pero, Stratfor, un grupo de inteligencia global, aconseja que esperen: “La situación en Siria – sea a través de la perdida de territorio, defecciones masivas del régimen o la perdida del apoyo ruso -  tendrá que cambiar antes que Washington implemente cualquier plan que tenga preparado.”  El análisis de Stratfor ha ganado credibilidad últimamente debido a un ataque cibernético que revelo que Exxon Mobil y el Pentágono  están entre los clientes más importantes de este grupo. 
Una recomendación mas urgente sobre forzosos cambios al régimen, dirigidos por EEUU, llega del Consejo en Relaciones Exteriores (CFR, siglas en ingles) dirigido por Rockefeller.   Jonathan Tepperman, editor general de la revista CFR escribió en el NY Times (8/3), “La única forma segura de parar los asesinatos rápidamente y remplazar el régimen de Assad con algo mejor seria hacer lo que pocos se atreven a promover hasta ahora: empezar una operación militar seria para derrocar al gobierno.”
Lo que no dice Tepperman es la vasta movilización anti-rusa que se requerirá para una operación “seria.”  El Kremlin le provee de sofisticados aviones de ataque y baterías anti aéreas a Siria.  También mantiene una base naval en Tartus a orillas del Mediterráneo, frente a Israel. 
Vladimir Putin, el re-elegido hombre fuerte de Rusia, promete abiertamente una retaliación si EEUU interviene en Siria, lo cual estropearía sus planes de restaurar el imperio ruso.  “A nadie,” dice Putin, “se le permitirá usar el escenario libio en Siria…Espero que Estados Unidos y otros países…no perseguirán el uso de poder en Siria sin sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU.
Putin se refiere específicamente a los beneficios económicos que recibe EEUU en una agudización de la rivalidad global imperialista: “Al parecer las compañías rusas están perdiendo el lugar que han tenido por décadas en los países de la Primavera Árabe, así como en Irak, y están siendo privados de grandes contratos comerciales.  Los nichos vacantes, son entonces, llenados por operativos económicos de los estados que han tenido una mano dentro del cambio del régimen gobernante” (RIA Novosti, 27/2/12).
En EEUU, el halcón de guerra Paul Wolfowitz – el arquitecto principal de la masacre iraquí de Bush Jr., proclamo que armar a los opositores de Assad podría funcionar: “Fortalecer la oposición siria no es un obstáculo para acabar pacíficamente don este conflicto.  Al contrario, podría ser una forma de lograrlo” (Wall Street Journal, 6/3/12).  Pero la Secretaria de Estado, Hillary Clinton tiene sus dudas: “Nosotros no sabemos realmente a quien estaremos armando.  ¿Estamos apoyando a Al Qaeda en Siria?  Hamas esta ahora apoyando a la oposición.  ¿Estamos apoyando a Hamas en Siria?” (CBS News, 26/2/12)  También señalo que ambos Ayman al Zawahiri, líder de Al Qaeda y los lideres del movimiento de resistencia islámica en Palestina expresaron su apoyo por los rebeldes sirios.   Clinton y otros operativos de la clase dominante de Estados Unidos recuerdan que insurgentes armados anti-soviéticos en Afganistán fueron los que llevaron al surgimiento del Al Qaeda de Osama bin Laden resultando en la toma del Talibán. 
Pero sin importar las diferencias, todos los candidatos presidenciales de EEUU (con la excepción del no elegible Ron Paul) apoyan una forma u otra de guerra anti-siria.  Todos están dispuestos a escalar las tensiones con Irán y Rusia camino a la extensión de la guerra.  Nuestra clase no apoya a ninguna de estas facciones capitalistas.  Nosotros luchamos en todas nuestras organizaciones de masas para desenmascarar a todos los patrones, sean estos liberales o derechistas, cuyas guerras matan a millones de trabajadores.  Nosotros debemos entrelazar la lucha de clases en todas las áreas a la necesidad de eliminar a toda la clase capitalista.
Solo la revolución comunista puede acabar con la guerra imperialista, el desempleo racista masivo, el sexismo y los horrores del sistema de ganancias para nuestra clase.  Eso es por lo que luchamos en el PLP.  ¡Únete al Partido!