Un grupo de 45 miembros, simpatizantes y amigos del Partido Laboral Progresista, ondeamos las banderas rojas del comunismo en la marcha del primero de Mayo en la Ciudad de México. Nuestras consignas y cantos revolucioanrios fueron escuchados por miles de trabajadores. Distribuimos mil 500 volantes del Desafío. En Oaxaca, otro grupo de 12 camaradas distribuyo tres mil volantes en la marcha de la Sección 22 del magisterio.
Los recientes ataques de Estado Unidos a Siria y Afganistán, así como la movilización de sus portaaviones a la península de Corea, es una señal de guerra en contra de los imperialistas de Rusia y China, sus verdaderos destinatarios. Es una muestra de que los patrones están cada vez más cerca de iniciar una Tercera Guerra Mundial, en la que usarán armas convencionales y nucleares, que provocarán la muerte de millones de trabajadores, también pone en evidencia que los imperialistas están dispuestos a derramar más sangre trabajadora en nombre de sus ganancias. Bajo este escenario, el capitalismo reafirma su vocación devastadora y criminal.
La historia nos ha enseñado que los trabajadores sólo podemos enfrentar la guerra imperialista si luchamos para acabar con el sistema capitalista que provoca crisis, guerra y fascismo. Esa enseñanza es la herencia, que nos dejaron los trabajadores rusos y chinos cuando tomaron el poder durante la Primera y la Segunda Guerras Mundiales, respectivamente. No debemos olvidar que, para poner fin a ambas guerras, fue determinante que los trabajadores tuvieran el poder en sus manos.
Frente a la guerra imperialista, la clase patronal en México sólo ofrece más circo electoral con un fascismo creciente, los trabajadores debemos tener muy claro que la democracia burguesa es una dictadura de la clase capitalista sobre la clase trabajadora. La dictadura de unos cuantos privilegiados y parásitos, que explota a la gran mayoría miserable y trabajadora. La democracia electoral es un fraude en el que la mayoría elige a un miembro de la minoría para que perpetúe la explotación de la mayoría. La democracia electoral simula que la clase trabajadora tiene la libertad de elegir a sus gobernantes, pero la realidad es que solo sirve para legitimar a los nuevos opresores y explotadores. En ningún lugar, ni momento de la historia, la clase trabajadora ha logrado su liberación por medio de las elecciones. La clase trabajadora sólo puede liberarse cuando se organiza en un partido no electoral para tomar el poder mediante una revolución social y establece la dictadura de los trabajadores.
En el proceso electoral sólo pueden participar quienes dispongan de recursos millonarios y representen los intereses de quienes les dan el financiamiento. Durante su mandato tendrán que trabajar para cumplir con los compromisos de quienes los llevaron al poder.
Todos los partidos electoreros representan los intereses de alguna facción de la clase capitalista, aliada o subordinada a un interés imperialistas, principalmente al de EU. Ninguno representa a los trabajadores. La clase trabajadora necesita su propio partido para lograr un cambio del sistema económico, político y social capitalista, transformación que no puede lograrse por la vía electoral, porque es un proceso totalmente controlado por la clase capitalista.
Cuando la democracia capitalista falla, los capitalistas echan mano del fascismo, que es la democracia más violenta del aparato judicial, policíaco y militar, que invoca la propagación del miedo ante el recrudecimiento de la violencia, para que la propia sociedad solicite la entrada de los cuerpos represivos ante la presencia de un supuesto enemigo que intenta desestabilizar la paz.
En México la supuesta democracia ha logrado cifras alarmantes de robo y asesinato, los desvíos millonarios y abusos del poder del gobernador de Veracruz se dieron en el mandato de Felipe Calderón y de Peña Nieto, (PAN y PRI), la matanza de Ayotzinapa se llevó a cabo, bajo la dirección de un gobierno perredista. (PRD), el dirigente de Morena, representa a un sector nacionalista que solo beneficiará a un grupo pequeño y no a la masa de seguidores que ha logrado convencer. Ninguno de ellos representa los intereses de la clase trabajadora.
El narcotráfico, la corrupción, el asesinato y desaparición de periodistas y luchadores sociales, el aumento en las cifras de pobreza, el sexismo que sufren día a día mujeres y el enriquecimiento de unos cuantos, va de la mano del “proceso democrático” creado por el sistema capitalista, mismo que hay que terminar, a través del entendimiento ideológico de cómo funciona y cómo combatirlo.
En tiempos electorales todos se señalan como rateros y corruptos, pero nadie culpa al sistema capitalista por las tragedias que la clase trabajadora tiene que vivir día a día para generar más y más ganancias. Ninguna de las plataformas políticas de los candidatos en cualquier elección atenta contra las ganancias y sus modos de producción de la clase burguesa. Solo le ponen ridículos nombres a programas insuficientes que solo están destinados a recaudar votos.
El ex alcalde de Huixquilucan del Mazo Maza (lugares con mayores narcotraficantes viviendo, libro Tierra Narca) representó al sector privado de Banco Azteca y Grupo Serfin. Tiene lazos familiares con diferentes priistas del Grupo Atlacomulco, al que pertenece Peña Nieto. La panista Vázquez Mota está envuelta en denuncias por su fundación Juntos Podemos, la cual ha recibido más de 1 036 millones de pesos (Proceso 18/05/2017). Aunque a Delfina Gómez no se le conozca un pasado de corrupción, en el caso de MORENA, su conexión con Slim y la COPARMEX no ha sido del todo descubierta (El Financiero 22/05/2017).
Tampoco se debe dejar de lado el enorme negocio que conllevan las elecciones, por ejemplo, el órgano electoral mexiquense destino para estas elecciones mil 394.5 millones de pesos (El Financiero 22/05/2017), el presupuesto 2017 para partidos políticos es de $4,138 millones de pesos (Excélsior/2017/02/15), no se sabe cuánto de esto es destinado a esta campaña, además de todos los grupos burgueses que patrocinan diferentes actividades y compra de votos. Siempre hay que considerar el hecho de que todos los partidos electoreros gastan sumas exageradas para promocionarse, seguir el dinero nos indica a quiénes beneficia ganar las elecciones.
¿Qué está en juego en el proceso electoral del Estado de México? ¿Cuál es el interés de ganar la disputa partidista en uno de los estados más importantes a nivel nacional? no son los índices de pobreza y marginación que tiene el Estado de México, no la alarma de género por feminicidios, es el control de una de las zonas industriales más importantes del país, en un punto geoestratégico, por un lado cercano a la megalópolis que le garantiza mano de obra barata, por el otro, en medio de las rutas comerciales más importantes del país y por si fuera poco es ruta de migrantes, a los que se explota como mano de obra cuasi esclava; nos encontramos ante el recrudecimiento del capitalismo en donde no dudará en exacerbar su cara fascista, en la que los efectos de la Tercera Guerra Mundial, que ya padecemos, se encargarán de exaltar el nacionalismo, el individualismo y el sexismo para que no podamos luchar juntos como clase en contra de los beneficios que las burguesías nacionales e internacionales, obtiene a costa de la explotación de nuestra fuerza de trabajo.
Los patrones quieren hacernos creer que no se puede hacer nada para cambiar el sistema opresor y explotador que es el capitalismo, pero los trabajadores rusos y chinos mostraron que es posible arrebatarles el poder a los capitalistas y construir una nueva sociedad, dirigida por la clase trabajadora. A pesar del oscuro escenario que ofrece la guerra imperialista y el fascismo, los trabajadores, con dedicación y organización, forjaremos un futuro comunista. ¡Primero de mayo, Comunista y Revolucionario!