TEL-AVIV, Israel-Palestina, 20 de julio. Moshe Silman, murió tras prenderse fuego durante la manifestación de la semana pasada contra la política económica del gobierno. Este acto de desesperación, sirvió como un ejemplo para otros trabajadores, empujados al borde del suicidio por el sistema inhumano capitalista, quienes intentaron también prenderse fuego en protesta por su situación de pobreza.
Hace 160 años, Marx y Engels escribieron cómo en el sistema capitalista, las empresas grandes se tragan a las chicas en su competencia perro-come-perro, lanzando a muchos pequeño-burguéses (trabajadores autónomos y pequeños empresarios) a las filas del proletariado (clase trabajadora) Silman es un claro ejemplo de esto. Hubo un tiempo en que él era dueño de una pequeña empresa de transporte con cuatro camiones, pero debido a las deudas con la Seguridad Social (“Social Security” de Israel), uno de sus camiones fue embargado, continuando una espiral descendente para él.
Pronto se encontró sin un centavo, obligado a trabajar para ganarse la vida como conductor de taxi. Con el tiempo sufrió una serie de derrames cerebrales, lo que lo inhabilitó y condenó a vivir con $ 550 de seguro por incapacidad, apenas suficiente para su alimentación, medicamentos y alquiler. Eventualmente, se encontró viviendo en la calle. En su desesperación, y como un acto de protesta, se suicidó prendiéndose fuego.
El capitalismo es un sistema económico sin piedad. Los patrones (menos del “1%”) se apropian de la riqueza producida por el trabajo de los demás. Los trabajadores (más de “99%”) sin propiedad sustancial se ven obligados a vender su fuerza de trabajo. Ofrecen la mejor parte de su vida para ganarse el sustento a menudo escaso. No hay término medio real entre estas dos clases.
La competencia entre empresas lleva a la concentración de la riqueza en las manos de unos pocos barones ladrones, a expensas de sus competidores más pequeños, que en muchos casos terminan siendo parte de la clase trabajadora. Incluso los llamados “clase media”, trabajadores que por un tiempo recibieron un poco más del resto de los trabajadores, reducen su nivel de vida por la crisis del sistema capitalista.
La única manera de salir de este infierno en la tierra, es deshacernos del problema desde la raíz - el sistema capitalista. En lugar de auto dañarnos cayendo en la desesperación, los trabajadores debemos organizarnos, luchar y finalmente, liderear una revolución comunista, bajo las banderas del Partido Laboral Progresista, para derrocar el sistema de ganancias de una vez por todas. Sólo unidos y dirigidos por un partido de millones de trabajadores, seremos capaces de construir un futuro real para el “99%” ¡Un futuro comunista, donde los trabajadores dirigirán el mundo para el interés de la clase trabajadora!
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Trabajadores: Quemen al Capitalismo, no Ustedes!
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- 16 Agosto 2012 123 visitas