En Puerto Rico, como en EEUU, la “guerra contra las drogas” es solo una arma del arsenal de la clase dominante en contra de la clase trabajadora para evitar que se organice y tome el poder. En nombre de esta fraudulenta “guerra contra las drogas”, Puerto Rico ha sufrido años de devastación por EEUU y sus agencias encargadas de aplicar la ley.
La frase acuñada “guerra contra las drogas”, así como la legislación que la apoya, fue inventada a finales de 1960 por el gobierno de Nixon para suprimir el activismo estudiantil, el movimiento de los derechos civiles y las protestas urbanas en las comunidades negras empobrecidas. En la década de 1980, el gobierno de Reagan la expandió mediante la adición de leyes de sentencia obligatorias para ejercer control social sobre las comunidades, así como las políticas económicas neoliberales redujeron la ayuda pública gubernamental.
La segunda parte de la “Guerra contra las Drogas” - supuestamente para detener la exportación de drogas desde Sudamérica a EEUU, fue, de hecho, un plan velado, disfrazado de lucha contra las drogas, para realmente enviar fondos y personal militar en apoyo a los regímenes fascistas en América del Sur y América Central para reprimir movimientos comunistas y nacionalistas.
La racista “guerra contra las drogas” dentro de EEUU reprime y destruye comunidades negras a través del encarcelamiento masivo de jóvenes negros. Aún en Puerto Rico, donde la población presenta diferencias raciales menos aparentes, la “guerra contra las drogas” sigue siendo verdaderamente racista, y despiadada guerra de clases. El encarcelamiento masivo de los más pobres, se enfoca en los proyectos de vivienda pública. Mientras que los militares de EEUU literalmente fueron obligados a abandonar la isla a causa de las protestas populares, la “Guerra contra las Drogas” permitió a EEUU remilitarizar Puerto Rico con una avalancha de agentes federales siempre dispuestos a reprimir la amplia tradición de lucha revolucionaria en la isla.
Encarcelamiento de los Desempleados
Históricamente, la aplicación de leyes anti-drogas ha sido la tarea de la Policía de Puerto Rico, la segunda fuerza policial más grande en EEUU (incluyendo sus colonias) La aplicación de la ley federal sólo se enfocaba en los grandes carteles, mientras que la policía local se entendía del narco-menudeo, particularmente en zonas de vivienda pública. En 1995, con pobreza y desempleo en aumento, y el renacimiento por la derrota del movimiento independentista armado, Puerto Rico fue declarado zona de alta densidad de tráfico de drogas. Coartada que utilizaron los capitalistas para inundar la isla con más policías y fondos para su “guerra contra las drogas”. Invadieron proyectos de vivienda pública, arrestaron y encarcelaron a los desempleados en EEUU utilizando leyes federales de sentencia mandatoria.
Hoy en día, el empleo en Puerto Rico es escaso. En “mejores tiempos” la taza de desempleo oficial era del 12%. En la actualidad es alrededor del 15%, pero Puerto Rico tiene una economía informal grande que no se incluye en las cifras del desempleo. En la mayoría de las esquinas se ve gente vendiendo fruta de sus huertas, agua embotellada, periódicos o cualquier otra cosa que les pueda ayudar a sobrevivir. Aunque ganan muy poco, no se les contabiliza en las cifras de desempleo. De tal manera que, es probable que el desempleo supere el 30%. Los proyectos de vivienda pública - que albergan aproximadamente 40.000 habitantes - es donde muchos de estos trabajadores oprimidos y desempleados viven. El tráfico de drogas es a menudo la única manera que las familias puedan sobrevivir.
La “guerra contra las drogas” en Puerto Rico es prioridad del gobierno federal. Agentes del FBI y de Control de Drogas (DEA) rastrean los proyectos de vivienda pública y con base a la vigilancia y ayuda de testigos protegidos, arrestan y procesan entre 60 a 100 residentes en cada redada. De los detenidos, el 95% son drogadictos y narco-menudistas. Los cuales son acusados en masa por “conspiración”. La sentencia mínima obligatoria va de 10 años hasta de por vida. No hay prácticamente ninguna defensa ante los cargos ya que las ventas están grabadas en vídeo por soplones, obligados a cooperar bajo amenaza de largas sentencias obligatorias.
Con el fin de evitar juicios que generalmente los lleva a penas de 20-30 años, casi todo acusado entra en un acuerdo con la fiscalía. Aceptando generalmente sentencias de 5-10 años. Entre 600 a 1000 jóvenes son condenados cada año y enviados a prisiones en EEUU para cumplir su sentencia. Otros 1700 se quedan en el Centro de Detención Federal en Puerto Rico, donde, después de haber sido detenidos y negado su libertad bajo fianza, esperan negociar un acuerdo con la fiscalía para luego ser enviados a EEUU a cumplir sus condenas.
En los últimos 25 años, el número de jueces federales en Puerto Rico ha crecido de tres a diez; La oficina del Fiscal de EEUU, el FBI y la DEA han duplicado y triplicado su tamaño. Los abogados de defensa criminal han crecido de un puñado a más de 200.
“Guerra contra las drogas”
Guerra Contra los Trabajadores
En los proyectos de vivienda, los jóvenes están desapareciendo. Residentes pobres ahora no tienen ninguna fuente de ingresos. El tráfico de drogas no ha disminuido. Por lo general, una semana después de las detenciones masivas, los puntos de venta de drogas se restablecen. La única diferencia notable es que ahora es operado por jóvenes de 15-años de edad.
Hace menos de dos años, el gobernador de Puerto Rico Luis Fortuño despidió 30.000 empleados públicos de por sí mal pagados. La “Guerra contra las Drogas” ayudó a hacer posible tales barbaridades justificando el uso masivo del terror policial. Además, les permitió la remoción y el encarcelamiento de miles de jóvenes desempleados antes de que su miseria y malestar pudieran desembocar en organización y lucha social.
Muchos trabajadores son engañados con la creencia de que el gobierno está librando la “guerra contra las drogas” para mantenernos a salvo de delitos violentos.
Esto no podría estar más lejos de la verdad. El verdadero crimen es cometido por gobernantes racistas de Estados Unidos. Sólo un movimiento comunista dirigido por los trabajadores ofrece una alternativa a aquellos que están siendo devastados por las drogas. El capitalista genera desempleo, racismo y pobreza.
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Puerto Rico: ´Guerra contra Drogas´ Es Guerra contra Obreros
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- 01 Noviembre 2012 119 visitas