El capitalismo acaba de darle dos golpes a la clase trabajadora de EEUU. El huracán Sandy y la elección de Barack Obama a la presidencia. Aunque la clase dominante de EEUU esta dispuesta a derrochar miles de millones de dólares para la guerra para preservar sus ganancias y dominio del petróleo en el Medio Oriente, África del Norte, y Asia, no ha querido gastar nada en preparación para las tormentas como Sandy, sin mencionar Katrina en Nueva Orleans o Ike en Texas.
La falta de preparación del sistema de ganancias para esta ultima tormenta, alimentada por el calentamiento global, asesino a más de cien trabajadores estadounidenses y ha hecho miserable la vida de cientos de miles más en la costa este, quienes no tienen energía, agua, o alimentos. Sandy también devasto el Caribe, especialmente Haití, donde los patrones estadounidenses racistas han sacado millones en ganancias de los salarios de hambre después del terremoto del 2010. Su negligencia brutal dejo a los trabajadores expuestos a la devastación de Sandy.
Despues del huracán, los patrones trajeron la militarización en vez de ayuda a los devastados barrios latinos y negros. Mientras tanto, Obama – quien como respuesta a la crisis, mando a los marines a Nueva York y Nueva Jersey - gano cuatro años más para extender la guerra y el fascismo aquí y en el exterior a favor de sus amos imperialistas. Las únicas tormentas importantes para estos patrones son la Tercera Guerra Mundial y sus preludios letales.
La Exxon Mobil/JPMorgan Chase, ala del capital financiero de EEUU apoyo la re-elección de Obama. Los dueños de compañías estadounidenses orientadas globalmente enfrentan la creciente competencia de capitalistas chinos y rusos por el control de los mercados y recursos mundiales. Utilizar la fuerza para proteger el dominio de EEUU del gas y petróleo en el Medio Oriente y África del Norte, especialmente en Arabia Saudita, ha sido la prioridad de Obama desde el primer día de su primer periodo.
A favor de Exxon, ha aumentado las guerras de EEUU más allá de Irak y Afganistán, hasta Libia, Somalia, Yemen, y Pakistán. Los próximos en la lista de blancos de Obama son los aliados chinos y rusos: Siria e Irán – y, después posiblemente después de ellos, los mismos chinos y rusos. Ya tiene aterrizaron Marines en Australia y tropas en Filipinas pues los ojos de los patrones de EEUU están puestos en Asia.
Mientras tanto, Obama ha presidido los recortes masivos de salarios. Ya ha recortado los salarios de nuevos empleados por la mitad (parte de su cacareado acuerdo de bailout [sacar de apuros] a la GM y Chrysler) y ha congelado los sueldos de trabajadores federales. Sus políticas han devastado la educación, salud, vivienda, y otras necesidades de los trabajadores a favor de financiar la maquinaria de guerra de EEUU con miles de millones de dólares. La Nueva Depresión del capitalismo agudiza la búsqueda de dinero del Pentágono y la pobreza aplastante de los trabajadores.
La llegada de Sandy a la ciudad de Nueva York predecía la devastación de las áreas más pobres de la clase trabajadora. Pero el millonario alcalde Bloomberg le ahorro a sus aliados imperialistas millones, al declarar evacuación obligatoria sin gastar un centavo para llevarla a cabo. No utilizo los 5,900 autobuses cuando cientos de miles de trabajadores, la mayoría sin autos, requerían reubicación a lugares más altos. Muchos trabajadores murieron ahogados. Miles más, aun se congelan sin calefacción, electricidad o agua potable. ¡Estos trabajadores se han convertido en “criminales” por desafiar la orden de evacuación!
En un acto racista mas, para humillar a la mayoría de trabajadores negros y latinos devastados en los proyectos de la ciudad, Bloomberg en vez de arreglar la plomería ¡esta distribuyendo pañales para adultos! Mientras que en el Bajo Manhattan, donde esta el Wall Street del capitalismo de EEUU, los patrones no escatimaron gastos para reconstruir estaciones de energía que habían explotado, bombear las bóvedas y reparar miles de millas de tuberías y cables. La Bolsa de Valores solo perdió dos días de actividades. Pero los trabajadores en barrios como Red Hook en Brooklyn y Far Rockaway en Queens no tienen los servicios básicos y ya estamos en la tercera semana después de la tormenta.
Anticipándose a la ampliación de sus guerras y el estado policiaco, fascismo, Obama, el gobernador y el alcalde de Nueva York Andrew Cuomo, y Michael Bloomberg, respectivamente, han usado la tormenta para justificar la arremetida de una ley marcial más fuerte que después del 11/9. Los trabajadores que viajan de Brooklyn a Manhattan tienen que esperar horas en jaulas antes de subir a los autobuses. Enfrentan el racionamiento de la gasolina. Pero más importante, los Marines se han unido a la Guardia Nacional para patrullar las calles de Brooklyn, Queens, y Hoboken, Nueva Jersey.
Hubo una época en que la, relativamente integrada, Guardia Nacional “ciudadanos soldados” bajo el mando de gobernadores locales asistían en los desastres. Pero en y alrededor de Nueva York, los gobernantes racistas en los mas altos niveles del Pentágono envían a Marines, en su mayoría blancos, entrenados para matar árabes y asiáticos, contra trabajadores negros y latinos, potencialmente rebeldes. En algunas áreas sin energía eléctrica, los residentes son restringidos a sus apartamentos. No tienen luz, calefacción, ni agua, y la policía y tropas patrullando las calles.
Mientras aterroriza a nuestra clase, el envío de Marines a Nueva York por parte de Obama le da luz verde a los policías racistas asesinos y a sus patrones de la clase dominante. Las fotos, (al estilo de las fotos de la llegada de las tropas a Normandía) del artículo del Nueva York Times aplaudía el triunfal arribo de los Marines a la playa Breezy Point de Queens, barrio blanco, enclave de policías y bomberos que se quemo completo (la destrucción de este barrio en donde mas de 120 hogares se quemaron y no hubo heridos es muy sospechoso. La mayoría de ellos tenían seguro de incendios, ya que seguro contra inundaciones es casi inexistente)
Mientras tanto, trabajadores indocumentados enfrentan un doble sufrimiento. No pueden recibir ayuda de FEMA, podrían ser usados para limpiar las áreas devastadas con salario mínimo. Eso fue lo que paso después de Katrina en Nueva Orleans, donde a trabajadores migrantes se les negó la salida después de protestar por que no les pagaban sus salarios miserables.
Todo esto es parte de la extensión de control social por los patrones a la clase trabajadora. Ellos no hacen planes para enfrentar desastres “naturales, pero si utilizan estas oportunidades para extender control sobre los trabajadores y pavimentan el camino hacia mas flagrante fascismo. En ciudades golpeadas como Nueva Orleans y Galveston, cientos de miles de trabajadores – en su mayoría negros y latinos – han perdido sus empleos y hogares y nunca regresaran. Los proyectos de vivienda y casas particulares no son reconstruidos. La clase dominante trata a los trabajadores como basura, que puede ser tirada cuando el costo de sustento es muy alto.
Por el otro lado, la respuesta de los colectivos de trabajadores a Sandy muestra que el control de la sociedad por la clase trabajadora enfrenta de forma constructiva los desastres climáticos y también hace planes para prevenir cualquier daño. (Ver recuadro sobre la Unión Soviética y China y su anterior liderato comunista). Este es un buen presagio para nuestra clase y la meta del Partido Laboral Progresista de remplazar la dictadura de los patrones que solo piensan en dinero por la dictadura donde los trabajadores gobiernan.
“En el vacío dejado por la lenta e inadecuada respuesta de emergencia institucional, cadenas de ayuda improvisadas han surgido. Los barrios se ayudan unos a otros” (Village Voice, 7/11/12). Mientras la policía arrestaba a distribuidores voluntarios de agua, como “saqueadores” y las tropas apenas distribuían míseras raciones de alimento del ejército, los trabajadores compartían su comida. Cocinando en las calles, techos, en las iglesias y los centros comunitarios tomados. Los trabajadores, no los Marines, organizaron brigadas para agua para llevarles una semblanza de decencia a quienes carecían de plomería.
Los miembros del Partido estaban en las calles, en los proyectos, en los hospitales, llevando comida, agua y ropa a quienes lo perdieron todo. Maestros PLPeistas organizaron a sus estudiantes, en solidaridad con los padres para distribuir ayuda a los necesitados. Doctores PLPeista asistieron a trabajadores desprovistos de la medicina necesaria. (ver carta)
Imaginen una sociedad entera organizada bajo el principio de los trabajadores atendiendo las necesidades de trabajadores. Nuestro Partido entiende que tomara una revolución para lograrlo. Uno de los más grandes obstáculos para que nuestra clase tome el poder es la trampa de la política electorera. Más de 62 millones, la mayoría trabajadores, votaron por Obama. Ellos creen, aun con toda la evidencia en contra, que el traerá el progreso y mejorara nuestras vidas. Pero la represión despiadada de Obama hacia la clase trabajadora después de Sandy muestra que Obama solo le sirve a imperialistas empecinados en la guerra.
El Partido Laboral Progresista hace un llamado a todos sus miembros y amigos de ir a las áreas devastadas con ayuda material y política. Necesitamos usar el DESAFIO para señalar como dirigiendo una sociedad comunista, de y para la clase trabajadora a través de acción colectiva, puede sobreponerse a cualquier problema que enfrenten los trabajadores.
Una vez que las ganancias y los patrones – y el racismo, sexismo y pobreza que ellos crean – hayan sido eliminadas, la clase trabajadora podrá conquistar cualquier tormenta.
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Unidad Obrera, Respuesta a Los Desastres Patronales
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- 15 Noviembre 2012 114 visitas