Recientemente en el trabajo nos enteramos que uno de nuestros obreros de mantenimiento había sido diagnosticado con cáncer terminal de garganta. El doctor le dio seis meses de vida. Aquellos mas cercanos a el comenzaron a hacer una colecta para mandarlo a ultimo viaje para completar su sueño, ver una carrera de carros de NASCAR en Daytona, FL. A pesar de que nuestra tienda de maquinas paga los mas bajos salarios del área, la mayoría de los obreros ganan entra $10 a $15 por hora en una de las áreas mas caras para vivir, los obreros de la tienda donaron lo que pudieron. Reunieron los fondos necesarios en menos de dos semanas.
Aunque este era un sueño modesto y este obrero de mantenimiento dio más de cinco años de su vida a la compañía, los jefes ni siquiera donaron un centavo para las últimas vacaciones de este hombre. Después de que inicialmente anunciaron que permitirían que los obreros donaran por medio de deducciones de sus cheques (algo que le ayudaría a las personas que viven de cheque en cheque) la compañía retrocedió diciendo que no sería posible. Pero si se puede compra mercancía de la tienda de la compañía y boletos para hockey por medio de deducciones del cheque, pero el costo de que el departamento de nomina procesara estas donaciones sería muy difícil. Lo máximo que hicieron es dejar que la colecta tomara lugar durante los turnos.
Esto por supuesto no es nada nuevo. Cuando la actual depresión empezó en el 2008 se vaciaron los bancos de comida y organizaciones caritativas que ayudan a los pobres y sin techo pasar por momento difíciles cuando las donaciones disminuyeron. La disminución reveló una verdad asustadora, que a pesar de donaciones caritativas sumamente publicitadas de la clase capitalista es de hecho la clase obrera que dona la cantidad abrumadora a organizaciones que ayudan a los pobres. Un estudio reciente en agosto por Chronicle of Philanthropy  confirmó que la gran cantidad de ayuda a los pobres es coleccionada de barrios de clase obrera. Los medios de comunicación capitalistas tratan de mostrar a los ricos como nuestros benévolos filántropos, pero como muestran eventos recientes en mi tienda han demostrado los capitalistas solo están interesados en explotar la clase obrera al máximo.
Como una ultima indignidad al obrero de mantenimiento no podrá pasar sus meses finales con sus amigos y familia, pero en el trabajo. Sin ir al trabajo pierde el seguro de salud miserable que nuestro trabajo ofrece, algo que seguramente pondría a su familia en bancarrota si trataran de pagar por su cuidado. Además, la compañía no querría poner ningún precedente malo dejándolo en la nomina mientras se queda en casa. Este no es un mundo adecuado para la clase obrera.
Barba Roja