Al-Arakib, Israel-Palestine, 27 de Julio – Cientos de trabajadores, beduino-árabes y judíos, marcharon contra los intentos de desalojo del Fondo Nacional Judío (JNF, siglas en ingles) del pueblo beduino al-Arakib, de sus tierras ancestrales. En los últimos dos años este pueblo ha sido demolido no menos da 40 veces. Aun así, los pobladores, trabajadores y campesinos empobrecidos, se aferran a su tierra ancestral reconstruyéndola una y otra vez, desafiando con valentía la voluntad del régimen racista israelita.
Cientos de trabajadores de todos los recodos Israelita-Palestinos se unen en solidaridad con esta lucha, alentando a los pobladores de al-Arakib en su lucha por un pedazo de tierra al que llaman su hogar. Pero, ¿de que se trata en realidad esta lucha? Para saberlo tendremos que ver la historia de los beduinos en Palestina.
Antes de la guerra de 1948, 90,000 beduinos vivían en Negev (el sur de Israel-Palestina), la mayoría asentándose como campesinos pastores a comienzos del siglo 20. Cuando el movimiento sionista tomo el poder y estableció el Estado de Israel, 59,000 de ellos fueron deportados, la mayoría a la península del Sinai y la Franja de Gaza. El resto fueron puestos bajo ley marcial en la región de Siag, una pequeña reservación nativa (o gueto) hasta 1966.
Después les permitieron más libertades, pero aun estaban confinados a una pequeña parte de tierra. En la actualidad, los beduinos, alguno de los cuales vivieron en Negev por siglos, sino milenios, son el 25% de la población de Negev, el 75% restante son judíos traídos por el gobierno israelí después de 1948.
El gobierno israelita dice que todo Negev es su territorio. Los beduinos que vivien en tierra estatal – aun si sus familias han vivido ahí por siblos – son considerados “paracaidistas.” Desde 1970 el gobierno Israeli “generosamente” le ha permitido a los beduinos “vender” partes de sus tierras al estado a precios ridículos, usualmente entre el 25-30% de su valor en el mercado.
La mayoría de los trabajadores y campesinos beduinos, y con razón, tenían recelo de vender sus tierras, especialmente a precios tan bajos. Asi que la mayoría de los beduinos que aun quedan son técnicamente ilegales – es decir, el gobierno y el sionista JNF puede demoler sus hogares y desalojarlos legalmente. A estos pueblos “no reconocidos” – como al Arakib – no se les permite la electricidad o agua potable de la infraestructura, y tienen que improvisar cualquier amenidad. A veces sus hijos tienen que caminar kilómetros para ir a la escuela.
Desde finales de 1960 Israel ha construido, pueblos de asentamientos “planeados” – esencialmente guetos – para los beduinos. En estos pueblos, la población mas grande es de Rahat (50,000), casi no hay trabajos, y los residentes tienen que aceptar lo mínimo de infrastructura y fondos para los servicios de educación y salud son casi nulos. Por ejemplo, el desempleo en Rahat, es de más del 50% para hombres y el 85% para mujeres, el 60% vive bajo el nivel de pobreza.
Esta pobreza fomenta el crimen y el uso de las drogas. Esta es la razón principal por lo que los beduinos decidieron quedarse en los pueblos “no reconocidos” sin ninguna amenidad moderna y trabajando en la crianza de borregos para su subsistencia en vez de salir de los pueblos “planeados” en donde no encuentran empleo.
La política del movimiento sionista (y la creación del Estado de Israel) siempre fue y siempre será – más judíos en más tierra menos árabes en menos tierra. Esta política racista es oro para los capitalistas de bienes raíces en todos los países occidentales especialmente en EEUU. Pero es el infierno para la clase trabajadora árabe, al igual que para la clase trabajadora judía que se ha asentado en las ciudades sin recursos ofreciendo mano de obra barata para las fabricas de capitalistas locales subsidiadas por el gobierno desde la década de 1950 hasta 1980.
En las décadas 1980 y 1990 casi todas estas fabricas cerraron o se fueron al lejano oriente, dejando ciudades enteras en el desempleo. Mientras tanto el gobierno israelí y el JNF siguen planeando y construyendo comunidades cerradas para los judíos adinerados en Negev, mientras dicenque los beduinos – quienes ya estaban ahí mucho antes que el estado fuera fundado – están “robando las tierras” del estado.
Al-Arakib, un pueblo no reconocido, cerca de Rahat y Beersheva, es el hogar de varias familias obreras. En el pasado suplementaban sus míseros salarios con la agricultura. El verano del 2010, el pueblo fue demolido el gobierno sus campos, y sus hogares fueron destruidos. Desde entonces, el régimen ha demolido este pueblo 40 veces. Los locales aun están luchando, con la ayuda de activistas obreros. La lucha no es solo por el pueblo de al-Arakib, sino por el destino de cientos de miles de trabajadores y campesinos beduinos que viven en los pueblos “no reconocidos.” Si al-Arakib cae, el régimen racista israelí podrá demoler muchos mas pueblos para entregar ese espacio a desarrollos de bienes raíces otorgando ganancias a los patrones de EEUU e Israel.
La unica respuesta a este ataque racista contra los trabajadores y campesinos es la lucha, y los pobladores de al-Arakib están luchando valientemente. Sin embargo, la unica forma de asegurar una mejor vida para todas las partes de la clase trabajadora es deshacerse del origen de todos los males – el capitalismo y su creación, el nacionalismo – y remplazarlos con un mundo multi-étnico comunista gobernado por la clase trabajadora en su totalidad. Esa sociedad comunista proveerá una verdadera infraestructura y sustento a todos los trabajadores. El Partido Laboral Progresista lucha por un Israel-Palestina comunista y un mundo comunista sin fronteras. ¡Únetenos!
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A Pesar De Los Desalojos, Trabajadores Beduinos Luchan Contra El Robo Racista De Tierras
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- 16 Agosto 2012 116 visitas