DHAKA, BANGLADESH, 26 de Noviembre — Decenas de trabajadores de la costura cerraron caminos, y 50 fábricas, y mientras la policía les disparaba balas de goma y gas lacrimógeno, ellos les lanzaban piedras la protesta por el incendio que asesino a 124 trabajadoras el 24 de noviembre en Tazreen Fashion.  
Cientos de trabajadores quedaron atrapados adentro, algo que siempre pasa en las fabricas de costura de Bangladesh que son conocidas por su falta de escaleras contra incendio.  “Mas de 100,000 trabajadores se hicieron presentes en el entierro de 53 trabajadoras que no pudieron ser identificados.” (New York Times, 7/12)
Es práctica común que los patrones de la costura cierren con cadenas las fábricas para que las trabajadoras no se tomen descansos.  Esto y la falta de mantenimiento junto a materiales y químicos inflamables, convierten a estas fabricas en trampas incendiarias.  “Mas de 600 trabajadoras de la costura han muerto en esta clase de incendios desde el 2005.” (NYT, 7/12) Los patrones de Tazreen le dijeron a los trabajadores que era una falsa alarma contra incendio, para que se quedaran trabajando, mientras ellos salieron corriendo, para cuando las trabajadoras se dieron cuenta lo que ocurría, el fuego ya se había tomado los pisos de arriba, bloqueando cualquier ruta de salida.   Algunas trataron de escapar saltando por las ventanas.  
La Tazreen hace ropa para la Wal-Mart, Sears, y el Gap, entre otras compañías de EEUU, las cuales hacen ganancias exorbitantes de la pobreza de salarios y los peligros de estas trampas letales.  Estas compañías sabían de estas condiciones, lo cual los hace cómplices del asesinato de estas trabajadoras.  
Este ultimo incendio es el peor en la historia de Bangladesh.  Mientras las familias y amigos de los que quedaron atrapados se aglomeraban alrededor del infierno para ofrecer ayuda, ellos sabían quien tenia la culpa.  Sabine Yasmine, trabajadora y madre de una de las victimas se quejaba, “¿Donde esta mi alma?” “¿Dónde esta mi hijo?” “¡El dueño de la fabrica debería ser colgado! Muchos murieron por el, muchos se han ido.” (Associated Press, 25/11)
Sin embargo los dueños de fábricas raramente son castigados por las condiciones letales en sus fábricas.  La industria de la costura es muy lucrativa en Bangladesh, exporta, principalmente a Europa y EEUU, $20 mil millones anualmente.  Tan solo la fabrica Tazreen Fashions produce $37 millones anualmente.  Estas exorbitantes ganancias emanan de las condiciones deplorables dentro de 4,500 fábricas.  La seguridad es ignorada, los trabajadores son encerrados bajo llave, trabajan semanas de 60 horas por un salario de unos $37 al mes.  Los trabajadores que se oponen a este sistema asesino son marcados por la muerte.  A principios de este año, un organizador sindical fue encontrado torturado y asesinado en las afueras de la ciudad. (AP, 25/11; New York Times, 25/11)
Asesinatos como esos son comunes bajo el capitalismo, particularmente en economías industriales en desarrollo.  Hace dos meses 314 trabajadores murieron en un incendio en la costura en Karachi y en una fábrica de zapatos en Lahore, Pakistán.  Los trabajadores quedaron atrapados en las fábricas sin salidas de emergencia y con las puertas cerradas con llave.  Nuevamente, estas fábricas le creaban súper ganancias a los patrones europeos y estadounidenses.  (CNN, 16/9; BBC, 11/9)
En 1993, 188 trabajadoras murieron y otras quinientas fueron heridas por el fuego en la fábrica de juguetes Kader, en Tailandia.  Fue el peor desastre industrial hasta el incendio en Karachi en el 2012.  La fabrica Kader, que hacia juguetes para Disney y Mattel, pagaba a sus trabajadores, casi todas mujeres, sueldos de hambre y las encerraban en el edificio durante todo el día.  Cuando el primer fuego empezó, los managers salieron corriendo, dejando a las trabajadoras atrapadas dentro de la fábrica. (International Labor Organization, Encyclopedia of Occupational Health and Safety)
A los capitalistas lo único que les importa son sus ganancias.  Las muertes por incendios de cientos de trabajadores son solo parte de la súper explotación de la clase trabajadora.  Solo una revolución comunista para aplastar a la clase capitalista podrá acabar con el asesinato masivo de trabajadores.  Mientras tanto, ¡solo tenemos que esperar para que otro incendio ocurra!