ALBANY, NY, 8 de enero — Más de 600 trabajadores se plantaron aquí para luchar contra el cierre del hospital Downstate, frenar los despidos y conservar los servicios a los pacientes.  Se levantaron a las 4 am y usando un día de vacaciones se subieron a los autobuses y se dirigieron a la capital del estado.  Mujeres negras y latinas dieron liderato, trayendo a sus familias y amigos.  El cierre o privatización de este hospital que sirve a la población predominantemente negra y latina de Brooklyn central donde la necesidad de servicio de salud es muy alta es un ataque sexista y racista.  Al final son los pacientes quienes pierden la vida, además que será la causa de muerte de su comunidad.   El despido de 400 trabajadores y la amenaza de más despidos ya ha devastado a estos trabajadores y el cuidado del paciente.   Es más, la privatización ya empezó.  Se ha contratado a personal de limpieza no sindicalizada para reemplazar a los despedidos.  
Cientos de puños al aire en un silencioso palacio legislativo estatal, representa su compromiso de lucha.  Presentaron los hechos claramente: Downstate atiende  unos 400,000 pacientes, muy necesitados, anualmente; 15,000 peticiones colectadas por los trabajadores y sus aliados le presentaron los hechos al gobernador Cuomo, quien los ignoro.  Cuomo ha planeado los recortes a la salud por años.
Steven Berger, magnate de Wall Street, fue nombrado por Cuomo para dirigir una comisión – en la cual se encuentran dos líderes del sindicato Service Employees International Union’s 1199 Healthcare Workers East – para destruir el servicio de salud en Brooklyn.  
El plan de Cuomo, similar a recortes alrededor de EEUU, destruye la seguridad laboral y los logros obtenidos por los trabajadores durante las luchas de las décadas de 1930, 40, y 60 en el área de servicio de salud.  El éxito de los patrones en deteriorar el servicio de salud se extenderá.  
Los liderzuelos del sindicato pro-capitalista AFL-CIO y el jefe del sindicato estatal Civil Service Employees Association (que representa a cientos de miles de trabajadores del estado de NY) rehúsan dirigir una ofensiva contra los recortes.  Una lucha masiva podría dirigir el apoyo en nuestras comunidades y mantener los hospitales abiertos.  En vez de plan de acción, ¡obtuvimos un discurso motivacional y rezos!
Muchos trabajadores estaban frustrados con el show y se quejaron, “¿O qué?” y “¿Qué más?” Algunos de nosotros tratamos de entonar una consigna “¡Tomemos Downstate!” ¡La energía en potencia de los trabajadores fue aplastada por los liderzuelos sindicales, ministros y políticos!
El Partido Laboral Progresista tiene el compromiso de dirigir una lucha de clases militante para mantener abierto Downstate,  devolverles su empleo a los trabajadores y luchar por servicio de salud para todos.  Pero también sabemos que un sistema basado en las ganancias no creara empleos ni proveerá servicio de salud decente.  Y se tiene que acabar.  A los patrones, quienes controlan este sistema, les importa un pepino nuestra salud o necesidades.  Ellos están en una lucha competitiva con sus rivales capitalistas foráneos.  Su meta es usar los fondos que deberían ir a la salud para financiar sus guerras, esperando mantener su dominio sobre los recursos mundiales y la explotación de la clase trabajadora internacional.  
Su sistema está diseñado para mantener la mayor parte de la riqueza mundial en manos de los capitalistas quienes siempre nos sacrificaran por ello.   Nosotros necesitamos desarrollar el liderato para construir un mundo comunista egalitario en donde la sociedad este organizada para llenar las necesidades de los trabajadores.