MARIKANA, SUR AFRICA, 17 de Mayo — Una nueva ola de huelgas está barriendo los campos mineros de este país, con miles de trabajadores en huelga en la mina Lonmin desde el 14 de mayo, como respuesta al asesinato de un organizador sindical y los recortes que se avecinan.  Lonmin es la tercera mina más productora de platino del mundo y fue el lugar donde la policía masacro a 34 mineros en agosto del 2012.  Los huelguistas han jurado parar a todos los esquiroles y han bloqueado caminos marchando al área de las atrocidades del año pasado.  
Este mes es la “época de huelgas” de la región, cuando decenas de miles de trabajadores se toman las calles demando aumento de sueldo.  Los patrones y el gobierno – dominado por el Congreso Nacional Africano (ANC, siglas en ingles) – temen que la ola de huelgas llegue a los viñedos alrededor de la ciudad del Cabo y a la industria automotriz en Durban.  
Mientras tanto, una huelga asoma en la Anglo-American Platinum – la principal productora de platino – la cual anuncio 6,000 despidos.   
Ninguna de estas demandas y agravios esenciales que salieron de las huelgas del año pasado se han cumplido, “es [nuestro sueldo] muy poco por el trabajo que tenemos que hacer,” dijo el minero Ayanda Ndabent, “Yo pongo dinamita…dentro de las minas.  Podemos morir en cualquier momento,” continuo, “Nosotros sabemos que la compañía hace mucho dinero de nuestro trabajo.”
Los capitalistas negros que tomaron el poder del gobierno de Apartheid y prometieron la “liberación” de las masas se han unido a los patrones de la era del Apartheid quienes aún controlan gran parte de los sectores industriales del país.  Ellos reflejan la opresión del racista Apartheid, el cual ejecutan con la clase de masacres policiales como la que ocurrió aquí el año pasado.   El desempleo es aún más alto que antes y los trabajadores aún viven y sufren de las mismas míseras viviendas como antes.  Este es el capitalismo que el ANC liderado por Mandela mantiene y utiliza para llevarse un pedazo del pastel para una pequeña clase dominante negra.  La liberación de las masas solo podrá ocurrir con la destrucción del capitalismo y la creación de una sociedad comunista dirigida por los trabajadores, en donde los mineros y toda la clase trabajadora puedan recibir el fruto de su labor.