Una multitud intrépida arremete a través de las calles de la ciudad de Nueva York. En Washington, ellos arremeten contra el capitolio. En Israel, se suben a los muros separatistas. Esta masa global, multirracial de millones crece en fortaleza y números hasta enfrentarse con los ejecitos de los poderes imperialistas.
Pero esta no es una revolución – es el apocalipsis zombi de World War Z.
En otra película apocalíptica como 2012 o el Doomsday Prophecy de la televisión, la amenaza al orden capitalista viene de la naturaleza. Pero en World War Z (Adaptada del libre por Max Brooks), la destrucción proviene de una versión horrorizada sobre la mayor amenaza a los patrones: La clase trabajadora internacional.
En la escena de apertura de World War Z, un día normal se convierte en pesadilla cuando zombis se toman Manhattan. En unas cuantas horas, la sociedad es reducida a una versión libertaria del futuro: los supervivientes armados disparan a las masas para proteger la familia y la propiedad privada.
Conforme se desarrolla la película, Gerry Lane, un investigador de las Naciones Unidas, (Brad Pitt) viaja por el mundo en busca de una cura para la infección zombi. Su familia es acogida a bordo de una nave de la marina de EEUU a cambio de sus servicios – un tema recurrente, son dos horas de propaganda para el reclutamiento al ejército. Conforme Gerry se prepara para la misión a Corea del Sur, se une a las fuerzas de operaciones especiales de la Marina de EEUU en un ataque que semeja la redada de Obama para asesinar a Osama bin Laden. La película, apta para 13 años, permitirá que un sin número de jóvenes sean expuestos a la propaganda pro-Armada y los prepara como carne de cañón para las próximas guerras imperialistas.
Gerry apenas escapa de ser convertido en zombi en Corea para continuar hacia Israel. Mientras viaja con un oficial israelita, el oficial da un recuento sionista del holocausto y la historia de Israel que justifica el estado policiaco israelita y el muro de 30 pies de alto que refuerza la segregación de humanos y zombis. El mensaje de la película es claro – en tiempos de crisis, el fascismo es necesario.
Momentos después, una horda sin cara escala el muro. La escena evoca imágenes de la “invasión” palestina a Israel y de las recientes revueltas de la primavera árabe. Entonces el ejército israelí desata una devastadora ráfaga de fuego hacia la multitud. La masacre es aceptable porque millones son presentados como zombis deshumanizados. Pero la imagen también idealiza el apartheid israelita de la vida real, la legalización del sistema de segregación racista que separa a palestinos de sus tierras (con verdaderos muros) y justifica la continua masacre de árabes en todo el Medio Oriente por los imperialistas estadounidenses e israelitas.
El soldado israelita ayuda a Gerry a pasar a un laboratorio para encontrar la cura, simbolizando los fuertes lazos entre EEUU e Israel. Para resguardarse de los zombis y probar la vacuna, Gerry, auto sacrificándose, se inyecta el letal virus. Casi sin vida, llega con su familia. En la escena final, Gerry declara que la guerra apenas ha comenzado.
World War Z es, básicamente una película de zombis. Su autor Max Brooks argumenta, que los zombis representan varias recientes crisis – la guerra fallida en Irak, el colapso económico del 2008, el surgimiento de China – que amenazan con paralizar el sistema capitalista de EEUU. ¿Cuál es el verdadero mensaje? El poderío de EEUU está decayendo, los trabajadores deben sacrificarse para que los patrones se mantengan en la cima de la cadena alimenticia imperialista.
Los trabajadores deben devolver sus salarios y beneficios a favor de las ganancias de los gobernantes y sacrificar sus vidas en las guerras inter imperialistas. Mientras miles de millones en WWZ fallecen en los asaltos militares, la película aclimata a la audiencia a la idea, muy real, de una futura Tercera Guerra Mundial. Nos prepara para aceptar los miles de millones que morirán en la brutal búsqueda de ganancias de los patrones.
El poster de promoción de WWZ muestra una silueta masiva de humanos apilándose hacia un helicóptero, muy parecida a la foto ilustrando la “caída” de Saigón en 1975. Así como la imagen del personal de EEUU saliendo de Vietnam marco una crisis para el imperialismo de EEUU, la imagen de zombis tomándose un helicóptero en WWZ simboliza la creciente debilidad de EEUU en relación a sus rivales imperialistas.
No es accidente que Brad Pitt actué y promueva esta película. Pitt y su esposa, la actriz Angelina Jolie, han sido la cara “humanitaria” de los asesinatos masivos del imperialismo en el mundo. En su papel como vocero de la campaña “Not on Our Watch”, Pitt ha servido como pantalla de humo para EEUU en su pelea con China por el petróleo Sudanés. El conflicto inter imperialista es la verdadera crisis detrás de las escenas de masacre masiva en WWZ.
Como enviada especial de las Naciones Unidas, Jolie ha jugado un papel importante promoviendo la guerra “humanitaria” por los oleoductos en los Balcanes y alrededor del mundo. En el 2007, se convirtió en miembro del Consejo en Relaciones Exteriores (CFR, siglas en ingles), grupo de expertos consejeros del imperialismo de EEUU. Su celebridad le da una cara bonita al genocida CFR. Su fortuna financia reportes especiales del CFR, proyectos para futuras intervenciones imperialistas.
World War Z refleja un desacuerdo sobre cómo lidiar con la crisis dentro del imperio y el surgimiento de China, que se da entre miembros importantes de la clase dominante de EEUU. Haciendo un llamado para la “restauración” del imperialismo de EEUU, Richard Haass, presidente del CFR, promueve la reconstrucción de EEUU en casa y la limitación de “guerras opcionales” (Irak y Siria) en preparación para una futura guerra con China. Pero otros en el CFR prefieren tácticas diferentes, entre la cuales está la expansión de EEUU a Siria.
El autor de World War Z, Max Brooks ha entrado en este debate con sus frecuentes conferencias, entre las cuales esta una en el U.S. Naval War College. Como Haass, pide por un imperialismo estadounidense más inteligente. Para Brooks, el poder de los zombis representa la debilidad interna del capitalismo de EEUU.
Mucho más que una simple película de horror, WWZ es un trabajo importante de propaganda del imperialismo de EEUU. La clase trabajadora deberá desafiar estas imágenes deshumanizantes de la clase trabajadora uniéndose al Partido Laboral Progresista y construyendo conciencia de clase comunista. Algún día millones se tomaran Wall Street y Washington y acabaran con los muros de separación en Israel. Pero no será un apocalipsis de zombis – ¡será una revolución comunista!
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WWZ — Manual Patronal Estadounidense para Tercera Guerra Mundial
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- 18 Julio 2013 95 visitas