Al leer este articulo en el desafío (17 07 2013), me hizo cuestionar algunas cosas. Trabajo en una pequeña comunidad de un estado del centro de México, es una zona rural donde la mayoría de las personas son de origen campesino, donde se cultiva entre otras cosas, maíz, frijol, y haba como  cultivos de primera necesidad para sobrevivir de la tierra.
Como en otras partes del mundo, sin embargo la parcela resulta incapaz de proveer vestido, hogares de buena calidad, salud y educación. El capitalismo ha forzado a los trabajadores (as) a salir de este pueblo a las ciudades de este país o a otros como el imperialista E.U. dejando las esposas al cuidado de los hijos. En otro caso los hijos deben permanecer  bajo el cuidado de los abuelos mientras las mamas trabajan en otros hogares a cambio de un salario.
Bajo el capitalismo las relaciones sociales son en su esencia de propiedad privada y sistema salaria. Los dueños de los medios de producción (fabricas, campos de cultivo, minas) son los patrones capitalistas; estos acaparan los más grandes medios de producción que son incapaces de hacerlas producir por si solos. Por eso es que nos necesitan a nosotros, la clase obrera.  Los capitalistas venden los productos de labor y arrebatan la riqueza generada por los trabajadores mediante el pago de salarios a los mismos.
El capitalismo promueve la idea que uno tiene que trabajar duro para salir adelante. Por eso es que la mayoría de las personas en este pueblo lo hacen, nuestros hermanos y hermanas de clase alrededor del mundo. En nuestra comunidad,  fuera de los cultivos de maíz, frijol y haba también se cultiva papa y zanahoria, y estos ya no son para el autoconsumo sino para la venta y el mercado. El manejo que se les da es a base de agroquímicos, que producen las grandes corporaciones como syngenta, bayer, dupont. Estos agroquímicos contaminan y dañan tanto a la salud de los trabajadores, como la misma salud de los suelos, agua y aire. Sin embargo, esto no interesa a los dueños de estas corporaciones.
Este proceso es costoso, de plantar a cultivar, muchos de los campesinos pequeños necesitan prestamos bancarios para invertir en su producción. Muchas veces estas personas lo pierden todo, y sin embargo siguen en la lucha para sobrevivir  bajo el capitalismo, pero la realidad es que bajo el capitalismo ¡no se puede sobrevivir!
El capitalismo es un sistema que en esencia se basa en la generación de ganancias y salarios, y no sirve a los intereses de la clase trabajadora. El capitalismo sirve a los intereses de la clase gobernante, que es un puñado pequeño de patrones junto con su servil aparato estatal.
En esta zona aunque las ideas comunistas no se han desarrollado, tenemos personas con el potencial para esparcir estas ideas  en la mayor parte de las personas posible. Tenemos el potencial de hacer una lucha para satisfacer las necesidades de nuestra clase en vez de producir ganancias para los patrones.
Nos ha faltado audacia, pero mantenemos la lucha y la discusión abierta en contra de las ideas capitalistas y los estragos que causan. A menudo aquí hablamos con algunas personas del daño que causan los agroquímicos y sobre como es necesario hacer un cambio en la forma de producción de alimentos, que sean más sanos usando agricultura orgánica desarrollada por obreros.
Sin embargo la agricultura orgánica podrá posicionarse como ciencia cuando el sistema de ganancias quede abolido mediante la revolución comunista bajo un sistema dirigido por y para la clase trabajadora.
En la medida en que nos paramos sobre las ideas comunistas podremos aportar cavando el hoyo en el que habremos de sepultar al sistema capitalista salarial, y terminara la explotación en todos los sentidos. Somos una clase, la clase internacional obrera. Necesitamos un partido, el Partido Laboral Progresista, que guie a los obreros del mundo a luchar por el comunismo.