Un año que empezó con una huelga de los choferes de las escuelas de Nueva York terminó con una, aún más militante, huelga de maestros en México, señales que muestran que los trabajadores en todo el mundo están participando en la lucha de clases que nos da esperanza de una futura revolución comunista.   Durante el año, los trabajadores en todos lados mostraron el poder de la unidad luchando contra la presión del capitalismo.  En Bangladesh, los trabajadores nuevamente cerraron las fábricas de costura para protestar los salarios de hambre y las condiciones laborales letales.  Los estudiantes se enfrentaron a ataques violentes de parte de su gobierno en Haití y le hicieron un llamado de solidaridad a los estudiantes en lucha de la universidad de Nueva York, construyendo así los lazos internacionales que se necesitan para destruir el sistema capitalista.  
La profunda crisis del sistema obviamente agudizo la rivalidad inter-imperialista en el 2013.   Estados Unidos y China parecen enfrascados en pequeñas disputas alrededor del mundo.  Las tensiones entre EEUU y Rusia parecía que explotarían sobre la guerra civil en Siria.  Los patrones estadounidenses despotricaron contra los peligros que representan Corea del Norte e Irán.  Mientras tanto, las guerras continuaban en el  Medio Oriente y Afganistán mientras que los gobernantes de EEUU trataban de mantener el control del suministro mundial de petróleo.
Todos debemos tratar de vincular nuestras luchas con los obreros sufriendo la opresión capitalista en Egipto, Somalia, Yemen, Mali y la Republica Central Africana, y Libia. Estudiantes y facultad en City College de Nueva York están mostrando la manera de apoyar nuestros hermanos y hermanas en Irak y Afganistán exponiendo y manifestándose en contra del papel del asesino general de E.U. David Petraeus allí de parte del imperialismo de E.U.
Mientras tanto, la crisis económica patronal no mostraba señales de disminuir.  El desempleo masivo y las medidas de austeridad plagan Europa y Latinoamérica.   En EEUU, la ciudad de Detroit se declaró en bancarrota. Todo el gobierno de EEUU estaba paralizado por los desacuerdos entre los segmentos de la clase dominante sobre cómo pagar por las guerras necesarias para poder competir en el escenario mundial.
En todas partes del mundo, los patrones usaron el racismo para dividir a los trabajadores y prevenir que se unan contra los recortes capitalistas a los servicios y salarios.  Pero la clase trabajadora internacional – y el Partido Laboral Progresista – no aceptaba esto.  Los trabajadores lucharon hasta con los dientes contra los cierres de hospitales en barrios obreros de Brooklyn.  Los trabajadores de asesoría legal en Nueva Jersey protestaron contra los recortes a las estampillas.  Trabajadores de la salud en Los Ángeles lucharon para sindicalizarse.  Trabajadores del tránsito en el Bay Área hicieron huelga.  Trabajadores en Colombia hicieron huelga contra las demandas imperialistas de los agro-negocios estadunidenses.   Los trabajadores cerca de la ciudad de México continuaron su lucha contra el gobierno que no provee de agua potable a su región  
La verdadera naturaleza criminal del sistema capitalista se mostró crudamente con los asesinatos racistas por parte de la policía que parecían aumentar en todos lados.   Los trabajadores en Brooklyn abiertamente se rebelaron después del asesinato del joven Kimani Gray en East Fatbush, el mismo barrio donde Shantel Davis fue asesinada el año pasado.  Protestas mensuales marcaron la muerte de Kyam Livingston, madre de dos niños de 37 años, en una cárcel temporal de Brooklyn.  El PLP dirigió las protestas en D.C. después que la policía asesinara a Miriam Carey, una dentista desarmada.   La realidad de que el sistema no puede ni servirá a los trabajadores fue brutalmente aparente cuando el sistema judicial rehusó  ofrecer justicia para Ramarley Graham y Trayvon Martin.  Cuando se declaró no culpable a George Zimmerman, la justicia para Trayvon llego en la forma de protestas militantes en todo el país. (El epilogo que no sorprende es que el asesino de Trayvon, George Zimmerman, fue recientemente arrestado por violencia doméstica)
Aunque los gobernantes quieren apaciguar a los trabajadores con la creencia de que pueden confiar en los políticos liberales, desde Barack Obama hasta el nuevo alcalde de Nueva York, Bill DeBlasio, los comunistas sabemos que no es así.  Para poder tener el futuro que queremos para nuestros hijos, los trabajadores debemos confiar en nosotros mismos en la lucha colectiva contra los patrones.  No podemos esperar que los capitalistas nos den unas cuantas moronas de reformas que pueden quitarnos en cualquier momento.  No podemos dejar de un lado e ignorar sus asesinatos de nuestros jóvenes en las calles ni sus guerras por petróleo.  Nuestra resolución de año nuevo deberá ser de luchar contra el capitalismo en todas sus manifestaciones, y construir un movimiento revolucionario que algún día creara un mundo mejor.