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Protestas Mundiales para parar Genocidio en Israel

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26 Diciembre 2013 85 visitas

Israel-Palestina, Diciembre 12, 2013 — Protestas masivas en Israel-Palestina y en todo el mundo forzaron a Beni Begin (oficial del gobierno israelita a cargo de “resolver” los asentamientos Beduinos en el Negev) y al primer ministro de Israel Benjamin Netanyahu a cancelar el plan racista Prawer-Begin que llamaba al desalojo (léase limpieza étnica) de 40,000 trabajadores beduinos.  Esta victoria masiva contra el apartheid fue posible por la solidaridad internacional y multiétnica de trabajadores contra el racismo y fascismo.  
Dos semanas antes del 30 de noviembre, miles de trabajadores y campesinos palestinos-beduinos, además de judíos y palestinos del resto del país, se plantaron cerca de la ciudad Beduina de Hura golpeada por la pobreza para luchar contra el racista Plan Prawer.  Los manifestantes multiétnicos estuvieron por dos horas frente a policías montados y demás policías altamente armados demandando justicia y reconocimiento de los pueblos beduinos.  Después de dos horas de protesta, la policía ataco con garrotes, gas lacrimógeno, granadas golpeadoras, caballos y caballos de agua, a los trabajadores y campesinos.
Docenas fueron arrestados y brutalmente golpeados, incluyendo un niño de 10 años.  Para el 15 de diciembre, aún estaban en custodia, incluyendo los niños.  En respuesta al ataque, un grupo local de jóvenes lanzo piedras a la policía y bloqueo los caminos con llantas incendiadas.  La lucha continúo por dos horas más, después los manifestantes fueron al precinto policial para demandar la libertad de los camaradas arrestados.  Dos PLPeistas se unieron a la protesta, de principio a fin, unidos a sus camaradas beduinos contra el plan racista.  
El Plan Prawer no es más que limpieza étnica disfrazada.  Demanda la deportación de 40,000 trabajadores beduinos y campesinos de los llamados pueblos “no reconocidos” hacia pueblos “planeados” en donde el desempleo llega al 50% y más del 60% vive bajo el nivel de pobreza.  Todo para tomarse las tierras ancestrales de los beduinos, las cuales fueron tomadas por el estado y entregadas a EEUU y magnates de bienes raíces, como Ronald Lauder de NYC (valorado en $32.3 mil millones), quien usaría esas tierras para construir extravagantes casas para los ricos.  
El estado dice que los beduinos son “invasores,” pero ¿cómo puede alguien ser “invasor” en la tierra donde su familia ha vivido por generaciones?  Los verdaderos invasores son el régimen Sionista y sus patrones estadounidenses que quieren hacer una “Nakba” más pequeña que la de 1948 (la deportación de 750,000 palestinos, que aún no regresan a sus tierras.)
Aun después de la derrota de su plan, los trabajadores y campesinos beduinos que viven en los pueblos “no reconocidos” no tienen la más básica infraestructura ni servicios, ni educación, servicio de salud, mientras siguen siendo acosados por el Fondo Nacional “Judío” (Léase: Fondo Nacional Sionista), quienes quieren tomarse sus tierras y su sustento.  El gobierno dice que no puede proveer servicios a decenas de pequeños pueblos “dispersos” aun cuando provee de excelente infraestructura y servicios a docenas de adinerados Kibbutzim, Moshavim y granjas individuales, todas de la exclusiva clase alta judía.  Estas son excusas que apestan a racismo.  
El capitalismo especialmente su forma sionista, es un infierno para todos los trabajadores en la histórica Palestina. (Desde el Rio hasta el Mar) Sin embargo,  la experiencia de Sudáfrica y Zimbabue nos muestra que reemplazar al capitalismo colonialista (en este caso sionistas) con patrones palestinos no resolverá los problemas de los trabajadores.  El apartheid racista fue remplazado por gobierno capitalista nativo, al servicio del imperialismo de EEUU, el cual ahora oprime cada vez más a los trabajadores y asesina a mineros en huelga.  La “liberación nacional” capitalista no le sirve a los empobrecidos trabajadores de todas las etnias y “razas.”
La lucha victoriosa contra el Plan Prawer nos muestra el camino para derrotar a nuestros enemigos de clase: la unidad obrera y la lucha hasta el final.  La única solución a los horrores del capitalismo es la revolución comunista bajo la bandera del Partido Laboral Progresista, establecer la dictadura del proletariado desde el Rio hasta el Mar como el comienzo hacia un Medio Oriente rojo y un mundo rojo.  Bajo el comunismo nosotros compartiremos toda la tierra y los recursos con igualdad y aplastaremos el racismo.  ¡Únetenos!