AMIENS, FRANCIA, 10 de Enero — Frente al despido de los 1,173 trabajadores, más de 200 tomaron la planta de llantas Goodyear el 6 de enero y tomaron de rehenes a dos de los patrones de más responsabilidad para forzar la negociación de un fuerte pago de indemnización antes que cierre la planta. Bloquearon la sala donde tuvieron detenidos a los patrones con enormes llantas de tractores. Después los encolerizados trabajadores hicieron una fogata con las llantas de la planta y se comprometieron a ocuparla hasta que se cumplan sus demandas. Están bloqueando un depósito de 240,000 llantas avaladas en cientos de millones de euros.
El segundo día de la confrontación la policía liberó a los dos patrones, amenazando a los trabajadores con un tropel de policías de Paris que “macanearían a los trabajadores” y los encarcelarían bajo una ley que manda 5 años de cárcel y una multa de $102,000 para cada trabajador. En marzo pasado, una protesta de estos trabajadores dejo 5 policías lesionados.
No hay ejemplo más claro de cómo la clase capitalista usa al estado para perpetuar la explotación de la clase trabajadora.
François Hollande, el presidente socialista francés, “aprobó … leyes laborales … que facilitan el despido de los trabajadores [y] reduce sueldos y jornadas de trabajo, al tiempo que otorgaba exenciones tributarias de $27 billones a los negocios … El cierre eminente de la planta Goodyear [es] la más reciente en una serie de despidos masivos que se han dado en las grandes compañías en todo el país … En los últimos nueve meses que concluyen el 30 de septiembre, Goodyear  tuvo una ganancia neta de $372 millones”. (New York Times, 8-1)
Los trabajadores demandan indemnizaciones por despido de $110,000 por persona más $2,500 por cada año de trabajo. “Va a tomar años para que estos trabajadores encuentren nuevos trabajos, y los más viejos no van a tener ninguna oportunidad”, declaró un profesor de economía francés. (NYT)
El sindicato más importante de los trabajadores, la CGT, que apoyó a Hollande en las últimas elecciones, se ampara en la estrategia de buscar un nuevo comprador capitalista que rescate al presidente. Durante el año en que se anuncio el cierre de la planta, Goodyear ignoró los procesos legales relacionados con la higiene de los trabajadores, seguridad y condiciones de trabajo, mientras acusaba a los trabajadores de “vandalismo” y “robo”. Por supuesto, durante años los patrones de Goodyear robaron billones exprimiendo el sudor de los trabajadores.
La militancia de los trabajares es elogiable, pero desgraciadamente – como se puede ver en la proclama adjunta de los trabajadores – bajo el capitalismo las condiciones están contra la clase trabajadora. Los patrones usan tanto al gobierno derechista de Sarkozy como al actual gobierno socialista de Hollande para oprimir a nuestra clase, que es la que crea todo el valor en la sociedad y sin embargo el sistema de lucro permite que los patrones se roben el valor de lo que producimos.
Sólo la revolución comunista puede acabar con esta infamia, no los mal-llamados líderes de los sindicatos como los de la CGT, ni los embaucadores que dicen llamarse “comunistas” mientras traicionan a los trabajadores en una elección patronal tras otra.  Esto requiere un partido comunista – que todavía tiene que forjarse en Francia – para convertir la cólera y militancia de la clase trabajadora en la fuerza para derrocar al capitalismo y establecer una sociedad administrada por y para los trabajadores.