Baltimore, MD 27 de Agosto — Con fuerza y a todo volumen, los manifestantes por Tyrone West, quien fuera asesinado a golpes estando en custodia en el 2013, coreaban, “¡No podemos parar, hasta que el policía asesino este en la cárcel!”  Claro, la ira también era por el asesinato de Michael Brown en manos de un policía racista, y sonaba la solidaridad en apoyo de la lucha por la justicia en Ferguson.  Varias veces se coreo: “¡Manos arriba, no dispares!”
Cada semana, desde la muerte de Tyrone, hace ya un año, la familia y miembros y simpatizantes se han reunido demandando que se acuse al policía de Baltimore y a la policía de la Universidad Morgan State, quienes asesinaron a Tyrone West, después de detenerlo por una violación de tránsito.  
La hermana de Tyrone, Towanda, hablo en el plantón de esta semana – ya antes había explicado, que de acuerdo con los testigos: “Mi hermano fue sacado de su vehículo de su cabello gritándole la palabra ‘N’ varias veces.”
Ayesha Rucker, testigo, explico que todo comenzó cuando dos policías vestidos de civil golpeaban al Sr. West mientras lo arrestaban.  Después lo rociaron con gas lacrimógeno o pimienta, grito varias veces pidiendo ayuda durante el ataque, trato de escapar pero le rociaron gas y golpearon nuevamente, dijo la Srta. Rucker.   Cuando unos diez oficiales llegaron de refuerzo, dijo ella, lo tiraron al suelo y uno de los oficiales lo pateo en la cara.  
Otra testigo, Shawanda Wilson, dijo que – después que el Sr. West trato de escapar de los primeros golpes y gases, corrió una corta distancia hacia un callejón – los oficiales lo alcanzaron y comenzaron a golpearlo en la cabeza y la espalda con sus garrotes.  Wilson también dijo que un sin número de oficiales, algunos de la Universidad de Morgan, llegaron y también golearon al hombre.   
Otro testigo más, Duane Bond – estudiante de la Universidad de Baltimore, y representante de su clase – dijo que estaba en casa de un familiar y salió cuando escucho a una mujer gritando, Bond dijo que “recuerda vívidamente” a uno de los oficiales “poniendo su brazo completamente detrás de él y aplicarle una llave.  Para entonces [el Sr. West] estaba en el piso y no había movimiento,” dijo Bond.  
La testigo Shawanda Wilson,  además explico que los oficiales se hicieron para atrás y se pudo ver que uno de los policías le hacia el CPR al hombre.   Ella dijo que el hombre sangraba por la boca.  
Durante el plantón y marcha de esta semana, uno de los participantes era el Sr. Abdul Salaam.  Hace unas semana sobrevivió una paliza en manos de los mismos policías que empezaron la golpiza que causo la muerte de Tyrone.  
El procurador estatal Gregg Bernstein ha decidido NO presentar cargos en contra de los policías involucrados.  Este no es un caso aislado.  Bernstein nunca ha procesado a ningún oficial por asesinar a trabajadores.  Es más, más de 100 personas han sido baleados por la policía de Baltimore desde el 2005.  Ninguno de esos oficiales ha sido declarado culpable, ¡ni siquiera fueron llevados a corte!
Si, Tyron West había estado preso antes.  Pero había salido en libertad ya un año antes de que la policía lo asesinara.  NO estaba armado, igual que la mayoría que es asesinada por la policía.  NO merecía morir.
En el plantón de esta semana, un miembro del Partido Laboral Progresista hablo.  Señalo que según las investigaciones, que aproximadamente cada 36 horas, en algún lugar de Estados Unidos, una mujer, hombre o niño negro es asesinado por la policía, guardia de seguridad, o por alguien que supuestamente cuida el orden, como George Zimmerman.  
El PLPeista también dijo que el racismo asesino existe porque el sistema capitalista necesita el racismo para justificar pagar bajos salarios a una gran parte de la clase trabajadora.  Es más, casi una tercera parte de las ganancias corporativas son el resultado directo del uso de este sistema de millones de trabajadores negros como mano de obra barata.  Mantener el racismo es una necesidad de vida y muerte para el capitalismo.  Para nosotros es lo contrario es verdad.  Derrotar el capitalismo y derrotar el racismo es cuestión de vida y muerte para nuestra clase, la clase trabajadora.  ¡La revolución comunista!, dijo el PLPeista, ¡eso es lo que necesitamos!