BOSTON, 27 de enero — En un día brutalmente frio, con una tormenta que se avecinaba, un grupo de estudiantes de Roxbury Community College – enfrentándose valientemente al descarado ataque de la administración contra su educación – se congregaron frente al Edificio Académico, conectando con cientos de estudiantes y otros con sus volantes, petición y sus voces comprometidas. Unos cuantos días de iniciado el semestre, protestaban por el aumento del número de estudiante por aula, y cortes de docenas de secciones y cursos con pocos matriculados.
Ciento cuarenta estudiantes animadamente firmaron la petición de protesta y algunos levantaron carteles. Algunos profesores salieron a prestar su apoyo. Unos días más tarde, los estudiantes recibieron apoyo unánime a su petición en una reunión de la facultad y ahora tienen planificado presentársela a la administración.
Los cortes van a reducir los costos y demostrarle a las adineradas fundaciones y legisladores que la administración mantiene una operación “eficiente” (clave para no decir corte presupuestario), una de las medidas de rendimiento que determinan los fondos estatales que recibirá la escuela. Los cortes se hicieron sin la participación de la facultad o considerando cómo afectarían el aprendizaje estudiantil o los planes académicos.
Igual que en los niveles K-12, las fundaciones adineradas (Gates, Lumina, Boston) determinan la agenda para la Reforma Educativa en las universidades comunitarias para que se enfoquen en la capacitación para los empleos de más bajo nivel que les sirvan a la economía de las empresas locales. La clase dominante quiere que la educación superior, especialmente en las universidades públicas que están directamente bajo su control, produzcan los esclavos asalariados (y soldados) que el capitalismo necesita.
La clase dominante local contrató a la administración Roberson para que implementara su agenda. En general, han podido hacer despidos y cortes porque los estudiantes, profesores y personal no están organizados para defender sus propios intereses. La mayoría de estudiantes no sabe lo que pasa y, como el resto de la sociedad, están condicionados por el individualismo a pensar de manera estrecha. Los profesores y el personal están más al tanto y muy preocupados por la dirección corporativa en que se lleva a la universidad. Sin embargo, están desmoralizados y tienen miedo de confrontar a la administración.
Aun más, la división tradicional de la fuerza laboral debilita la lucha. Los cortes de las secciones y el aumento de estudiantes por aula afecta a los profesores adjuntos más directamente. La indiferencia histórica por los adjuntos causa que los de tiempo completo no vean la urgencia. Esto, combinado con la negativa del sindicato para luchar contra este sistema de dos niveles de empleo, es la máxima traición.
Algunos en la facultad equivocadamente piensan que tienen mejores posibilidades de no perder el trabajo si se mantienen del “lado bueno” de la administración. Cuarenta años de sindicalismo vendido los ha condicionado a depender de los políticos liberales y otras “amistades en altas posiciones” que protejan sus intereses. Los estudiantes, profesores y empleados universitarios van a tener que aprender duramente que tenemos que pelear, tanto a corto como a largo plazo.
La postura intransigente del Partido Laboral Progresista en defensa de los intereses de la clase trabajadora fue la clave para inspirar la acción de los estudiantes del grupo “Pizza y Política”. Su protesta demostró que los estudiantes sí responden al liderazgo osado y honesto. De hecho, la acción es la única manera de despertar al “gigante adormecido”. La ausencia de la Asociación del Gobierno Estudiantil demuestra que es una organización vendida, cuyo verdadero propósito es controlar al estudiantado negándose a organizarlos para responder al verdadero problema.
No importa como la administración responda a las demandas de los estudiantes, la verdadera victoria será que estos y muchos otros estudiantes se comprometan a defender los intereses de la clase trabajadora y aprender más sobre el PLP. Inclusive si la administración se ve forzada a echarse para atrás hoy, siempre van a buscar la oportunidad de avanzar su agenda para lo que los han contratado mañana. Debemos seguir luchando para mantener nuestro impulso, al mismo tiempo que forjamos un movimiento revolucionario comunista que pueda llevar a la clase trabajadora hacia una victoria permanente.
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Estudiantes y Profesores Luchan Contra Administraciones Racistas
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- 13 Febrero 2015 83 visitas