El miércoles, me uní con varios compañeros en el Graduate Center de CUNY (Universidad Publica de la Cuidad de Nueva York) para escuchar a un profesor de México hablar acerca de la condición en México. El representa a los padres de los 43 estudiantes de una universidad rural de maestros, los jóvenes que fueron secuestrados en Septiembre y todavía no han sido encontrado. Igual como decenas de miles de personas desaparecidas han aparecido muertas en la última década, los padres de estos estudiantes temen que nunca verán a sus hijos de nuevo.
El colegio de profesores, en el pueblo de Ayotzinapa en el estado de Guerrero, admite estudiantes de familias pobres, los capacita para ser maestros, y los envía de nuevo a sus comunidades para educar a otros. La universidad ve a los profesores no simplemente como transmisores de conocimientos, sino también como herramientas de cambio social que se unirá con los trabajadores y campesinos para exigir una mejor vida. Cuando fueron secuestrados, estos estudiantes estaban demostrando y exigiendo más fondos para su universidad, igual como los estudiantes y profesores de CUNY que están exigiendo más fondos también.
Lo que encontré admirable de la charla del profesor, fue sus repetidas llamadas por una revolución en México - el dijo - “poner fin a la explotación del hombre”, en referencia a las corporaciones y los políticos que les sirven. Dijo que los padres no tenían fe en ninguno de los partidos políticos burgueses y que todos ellos “deben ser tirados a la basura.”
El 4 de Mayo de 1886, en lo que se convirtió en el Primero de Mayo, 80,000 trabajadores marcharon por la Avenida Michigan en Chicago para exigir una reducción de su horas laboral de diez horas al día a ocho sin pérdida de salario. A menudo se nos dice que la gente no puede cambiar. Pero uno de los líderes de esa marcha fue Albert Parsons, que desde joven había luchado por la Confederación - es decir, que había luchado a favor de la esclavitud, en el lado opuesto de Harriet Tubman. Sin embargo, después de la guerra, Parsons se mudó a Texas, trabajó con los ex esclavos y cambió radicalmente su perspectiva. Se convirtió en un defensor de la igualdad de derechos para los antiguos esclavos. También se casó con una antigua esclava, Lucy, que se convirtió en un activista radical importante.
Albert Parsons fue uno de los cuatro dirigentes sindicales colgados en el 1887 después de haber sido falsamente declarado culpable de lanzar una bomba en el mitin de Haymarket Square. Fue atacado porque era un conocido anarquista y socialista que editaba La Alarma, un periódico cuyo cabezamiento decía: “¡Trabajadores de todos los países, uníos”. En la semana antes de ser ejecutado, Parsons aconsejó a sus seguidores, “poner al descubierto las desigualdades del capitalismo; exponer la ley de la esclavitud; proclamar la tiranía del gobierno; denunciar la codicia, la crueldad, las abominaciones de la clase privilegiada que se deleitan en el trabajo de sus esclavos asalariados”.
Al igual que los estudiantes y maestros en México, Alberto y Lucy, se levantaron por algo mas que reformas. Ellos creían en llevar al nacimiento una sociedad nueva, una que pondría ponerle fin a la explotación de clase - una sociedad en la que compartimos los frutos de nuestro trabajo.
Mi amiga F es una de las jóvenes más trabajadora y decidida que conozco. Trágicamente, su madre murió cuando ella era joven y la vida de F no ha sido fácil. Sin embargo, ella ha trabajado duro y bien como una EMT. A ella le gustaría ir a la universidad y obtener un título, pero ha sido difícil por falta de dinero y tiempo. Cuando hablamos de una nueva sociedad - una sociedad comunista - estamos hablando de una sociedad donde todo el mundo tiene derecho a una educación permanente, a una vivienda digna, a la alimentación adecuada y atención de la salud. Estos no serán comodidades para la venta; serán los derechos humanos básicos. Trabajo socialmente necesario será compartido, para que todos tengan la oportunidad de aprender y de enseñar. Se suprimirán las prácticas racistas y sexistas, y vamos a borrar esas líneas imaginarias llamadas fronteras.
Habrá dos Primero de Mayo este año. El primero será el viernes 1 de Mayo, y exigirá algunas reformas que valgan la pena . Pero al final, todas las reformas del capitalismo son vendajes sobre un sistema de heridas purulentas. El Partido Laboral Progresista entiende que cirugía radical es necesaria. Al día siguiente - Sábado, 02 de Mayo - PLP conducirá un mitin y marcha en Flatbush, Brooklyn, para presentar nuestra visión de la sociedad sin clases, igualitaria y necesaria urgentemente por los trabajadores del mundo. Únete a nosotros!
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Del Primero de Mayo a Mexico: La Demanda es un Final Capitalismo
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- 26 Marzo 2015 91 visitas