Hace poco nuestro club tuvo una discusión sobre la elección de Syriza (la Coalición de la izquierda radical) a la dirección del gobierno griego. En los últimos años la tasa de desempleo del 25% y la reducción promedio de un tercio de los ingresos familiares han golpeado duramente a los trabajadores griegos. Así que no es una sorpresa que la mayoría le brinde su apoyo al partido que promete reducir el dolor – reducir las condiciones de austeridad aumentando el salario mínimo, cobrándole el impuesto a la propiedad a los ricos y creado programas de empleo.
Para poder financiar estos programas sociales, el gobierno griego debe convencer a los otros gobiernos capitalistas de la Unión Europea y sus instituciones (el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario) que permitan que Grecia reprograme el pago de su deuda de $373 billones. (La cancelación de la deuda, que es una mejor demanda, nunca se puso sobre la mesa). Muchos de nuestros amigos esperan con optimismo que Syriza gane la batalla de la deuda para que puedan mejorar un poco las condiciones de los trabajadores griegos.
La situación en Grecia es un estudio en contradicciones. Las otras naciones capitalistas europeas, lideradas por Alemania, tienen una tremenda influencia sobre Grecia, ya que pueden arruinar la banca griega y causar un colapso económico. Pero la ruina de la economía griega podría profundizar la depresión en Europa y causar un caos político, que estos temen. El gobierno liderado por Syriza, consciente de este dilema, espera negociar algo de flexibilidad en el pago de la deuda para poder financiar un programa gubernamental de estimulo.
Sin embargo los líderes de la Unión Europea no quieren dar su brazo a torcer porque no quieren establecer un precedente que les pueda dar ventaja a otros países deudores. Ya han tomado los pasos para debilitar la capacidad griega de conseguir préstamos, y en última instancia pueden descontinuar los préstamos por completo. La agencia capitalista de clasificación, Standard & Poor, ya ha rebajado los bonos griegos a la categoría de grado especulativo o basura, lo que dificultad la capacidad del país para pedir préstamos.
Además de las contradicciones dentro del capitalismo europeo, también existen contradicciones al interior de Syriza. A pesar de que esta es una coalición de partidos de izquierda, inclusive de aquellos que se autodenominan comunistas o socialistas, el liderazgo ha dejado bien en claro que no están tratando de implementar el socialismo, pero más bien, según sus propias palabras, quieren “estabilizar el capitalismo”. El segundo líder más importante de Syriza, después del Primer Ministro Tsipras, es el Ministro de Finanzas, Yanis Varoufakis, que se autodefine como Marxista. Varoufakis escribió un ensayo el año pasado donde establece los objetivos de Syriza:
“… es un deber histórico de la Izquierda, en esta coyuntura particular, estabilizar al capitalismo; salvar al capitalismo europeo de sí mismo y de los estúpidos administradores de la inevitable crisis de la Eurozona”.
Este argumenta aun más que si el capitalismo griego no se estabiliza, va a aumentar el apoyo a los fascistas del Amanecer Dorado, que en alianza con la policía y los militares van a tomar el poder como lo hicieron fuerzas parecida en Europa en los años 30, y como lo hicieron en Grecia en 1967. Este miedo comprensible del fascismo y la violencia que se desencadenaría contra la clase trabajadora, Syriza lo usa para justificar su apoyo a un capitalismo que la mayoría de los miembros de esta coalición radical detesta.
Sin embargo, inclusive si el capitalismo griego se recuperase y creciera, no acabaría la destructiva crisis económica, que acontecen con frecuencia y son parte del capitalismo. No se acabaría la explotación de los trabajadores o la grotesca desigualdad que se ve en todos los países capitalistas, o el vil racismo endémico al capitalismo, o el maltrato y abuso de los trabajadores inmigrantes, o inclusive la emergencia del fascismo, que es producto de la decadencia del capitalismo y que sólo lo puede derrotar la clase trabajadora armada. Aun mas, si los capitalistas europeos acuerdan reestructurar la deuda griega, van a exigir concesiones, incluyendo la continuación de la política de austeridad y nuevos reglamentos que faciliten el despido de los trabajadores.
Es verdad que la revolución no se vislumbra en el horizonte, ni en Grecia ni en los EEUU. Pero mientras participamos activamente en las mil y una luchas por reformas, debemos recordar lo que Marx y Engels escribieron en el Manifiesto Comunista:
“Los comunistas luchan por alcanzar los objetivos inmediatos, por hacer cumplir los intereses momentáneos de la clase trabajadora; pero en el movimiento del presente, también representan y se ocupan del futuro de ese movimiento… Los comunistas odian esconder sus puntos de vista y objetivos. Abiertamente declaran que su fin sólo se podrá lograr con el derrocamiento por la fuerza de todas las condiciones sociales actuales”.
“Ocuparse del futuro” quiere decir forjar un partido revolucionario comunista con el entendimiento que hay que remplazar al capitalismo, así tome décadas.
Esperamos poder tener más conversaciones con nuestros amigos, inclusive con los que son de Grecia, sobre las luchas contra la austeridad capitalista y la necesidad de la revolución y no sólo la reforma. Esperamos establecer contacto con los griegos que comparten nuestra visión anti capitalista. Empezaremos animando a nuestros amigos y estudiantes para que participen de la marcha del Primero de Mayo y celebren el espíritu de lucha de los trabajadores desde Grecia hasta Ferguson y hacer un llamado para derrocar revolucionariamente al capitalismo.
- Information
- Imprimir
¿Poder Obrero en Grecia? ¡No Tan Rápido, Dice ser Socialista!
- Information
- 28 Febrero 2015 89 visitas