Hoy quiero compartir con todos ustedes mi camino hacia el comunismo. Muchas personas compartieron ese camino conmigo, incluyendo mi pareja, la cual me introdujo a Marx y me influyo a pensar críticamente sobre el nacionalismo, y los amigos quienes me trajeron al partido PLP. Pero más que nadie doy gracias a mi mamá, quien no pudo estar con nosotros el día de hoy.
Cuando yo tenía siete años, mi papá nos abandonó. Así que mi mamá tuvo toda la responsabilidad de cuidar a nuestra familia. Desgraciadamente, como inmigrante indocumentada mi mamá siempre afrontaba mucha inseguridad de trabajo, y por esto tuvimos que mudarnos de departamento constantemente. Mi madre trabajaba tanto que en ocasiones la encontrábamos dormida con su ropa de trabajo todavía puesta. Como el mayor de tres niños, ayudaba a cuidar a mis hermanos en casa, pero sentía que no aportaba lo suficiente. Entonces, a los trece años, decidí buscar un trabajo para ayudar a mi familia económicamente.
Para un muchacho de trece años viviendo en el Sur de Los Ángeles, los únicos trabajos que podría encontrar pagaban en efectivo y eran pesados. Empecé haciendo mandados para un vendedor ambulante local, vendiendo comida en una esquina de MacArthur Park. Después, vendía cosméticos tocando puertas en el barrio. En la escuela secundaria, me puse a trabajar en una fábrica de ropa en las noches. Sin embargo, yo y mi mamá no ganábamos bastante para alimentar a la familia.
Como muchos niños, yo no entendía bien las barreras institucionales que históricamente marginalizaban a la gente trabajadora de Los Ángeles. Al ir creciendo, me daba cuenta de que este sistema capitalista siempre estaba oprimiendo a mi familia y a mi comunidad. El statu quo me dejaba frustrado y, a veces, sin esperanza. Sin embargo, usaba mi frustración para cultivar un deseo de tomar acción política y ayudar a mi comunidad.
Cuando Obama se reeligió para un segundo mandato, yo trabaje para Latinos por Obama como organizador comunitario. En ese tiempo, yo realmente creía que podría cambiar mi comunidad al trabajar dentro del sistema. Me di cuenta de que esa no era la manera de crear un cambio. En el momento en que se terminó la campaña electoral, el Partido Demócrata se olvidó totalmente del Sur de Los Ángeles. Al entender como trabajaba el Partido Demócrata desde adentro, me di cuenta de que el clima político se basa en beneficiar los intereses capitalistas mientras engañan a la clase trabajadora con falsas promesas. Quede frustrado con mi primera experiencia en la política tradicional. Pude ver claramente de que este sistema no fue construido para la clase trabajadora y que no hay ninguna diferencia entre los demócratas y republicanos.
Todas esas experiencias me han llevado a este punto en mi desarrollo político. Yo me convertí en comunista porque creo que se llegara al cambio social, político, y económico. Con una conciencia comunista revolucionaria, tenemos que continuar organizando por una revolución de la clase trabajadora. Nuestras armas más efectivas son nuestra unidad, nuestra organización, y nuestra acción.
El primero de Mayo es una fecha de conmemoración en todo el mundo. Es una fecha en que la clase trabajadora internacional expresa su rechazo de opresión y explotación por el sistema capitalista y nos empuja hacia una verdadera emancipación. Junto con ellos, nuestro Partido alzará nuestra bandera para reforzar nuestro compromiso de luchar por una revolución de la clase trabajadora que contribuirá a la victoria de la revolución proletaria internacional.
¡Viva la lucha de la clase obrera! ¡Viva la lucha de los trabajadores de todo el mundo! ¡Sólo la lucha de los pueblos romperá las cadenas de la dominación y explotación!