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Las luchas entre los patrones amenazan los obreros

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02 Junio 2017 92 visitas

El ala principal de la clase dominante estadounidense ha aumentado su campaña para poner en cintura a Donald Trump, los patones necesitan que mantenga su principal objetivo: ganar apoyo de los trabajadores estadounidenses para la próxima guerra inter imperialista y el fascismo que los patrones necesitan para llevarla a cabo.
Después de despedir al director del FBI James Comey, el escandalo de la prensa capitalista alrededor de la posible conspiración con Rusia, crece día a día. Se escogió al antiguo jefe del FBI Robert Muller como abogado especial para procesar “cualquier conexión/o coordinación entre el gobierno ruso e individuos asociados con la campaña del presidente Donald Trump; y…cualquier acto salido, o que salga, directamente de la investigación” (cbsnews.com, 17/5). Los patrones no juegan. Su esfuerzo por disciplinar sus filas es un distintivo del creciente fascismo.
Ya sea que Trump o algunos de sus lacayos conspiraron o no con Vladimir Putin para que Trump fuera elegido presidente en el otoño, este pleito entre patrones es peligroso para la clase trabajadora. Es una distracción a los crecientes ataques racistas en EE.UU y alrededor del mundo, como los ataques aéreos por EE.UU que han asesinado a miles de civiles en Irak y Siria en tres años de lucha con los capitalistas menores de EI (New York Times, 25/5). También utiliza el raro y desenfrenado estilo de Trump para crear apoyo de la clase trabajadora a los terroristas de estado del ala principal liberal de la clase trabajadora – sin mencionar de los racistas asesinos del FBI (ver recuadro).
Trump, Sirviente Inestable del Imperio Estadounidense
El corto reinado de Trump ha sido un horror para la clase trabajadora internacional. Lanzó dos ataques a Yemen, asesinando al menos 30 civiles (The Guardian, 24/5). Restableció la racista “Ley Mordaza Global” negando financiamiento de planificación familiar a organizaciones que discuten el aborto como una opción para las mujeres. En el país, Trump ha extendido la política racista anti-inmigrante de Obama, creando un clima de miedo entre trabajadores indocumentados, documentados y ciudadanos. Ha nombrado a racistas como Betsy DeVos como secretaria de educación y Jeff Sessions como Fiscal General. Presentó un presupuesto draconiano y racista, recortando miles de millones de los pocos programas de bienestar social que quedan. Su propuesta de reforma a la asistencia médica amenaza dejar sin cobertura a otros 23 millones de personas (Congressional Budget Office, 24/5).
El plan maestro de los gobernantes es forzar a los trabajadores estadounidenses a aceptar las condiciones fascistas en preparación para la guerra con otro poder mundial, probablemente China o Rusia. Los problemas patronales es que Trump es muy explosivo y poco fiable para servir como un efectivo ejecutivo de un imperio estadounidense en declive.
Barack Obama y Bill Clinton antes que él, apoyaron políticas similares a los ataques contra los trabajadores de Trump, ellos pudieron mantener el apoyo de gran parte de la clase trabajadora, incluyendo la mayoría de trabajadores negros y latinos. A ellos les ayudo la política de identidad, la cual excusa el racismo y sexismo cuando es en contra de la gente negra. En el 2014, por ejemplo, Obama firmo un recorte de $8.7 mil millones a las estampillas de alimentos (MSNBC, 14/2). Su política educacional, “Carrera Hacia el Tope” no fue menos destructiva y racista que la satánizada política de George W. Bush “Que Ningún Niño Se Quede Atrás”. Obama deporto 3.2 millones de inmigrantes, todo un récord, de los cuales el 80% no tenían historial de crímenes virolentos (Intersept 15/5). Todo esto ocurrió con un relativo silencio de la prensa liberal patronal.
Comey del FBI, No Es Tan Disciplinado
Contrario a Obama o Clinton, Trump es inestable o no esta dispuesto a ocultar su flagrante racismo y sexismo, y rehusa ser gobernado, al menos por ahora. Ese es un gran problema para la clase dominante. El acto mas descarado de Trump fue su brusco despido de Comey después que el director del FBI comenzara una investigación sobre la conspiración rusa.
Comey es un poco indisciplinado. El pasado octubre, once días antes de la elección presidencial, anuncio que había revivido la investigación del FBI sobre los correos de información clasificada de Hillary Clinton. Aunque la investigación no encontró nada, el bombazo de Comey pudo haber destruido a Clinton, candidata escogida por el ala principal. El bombazo atrajo gritos de indignación por parte de los principales del Partido Demócrata, como Nancy Pelosi y Charles Schumer. Sin embargo, ahora, estos mismos políticos claman como mártir a Comey y su despido le llaman encubrimiento “Nixoniano” (Intercept 9/5/). Tom Perez, presidente del Comité Nacional Demócrata, se unió a las protestas de Washington para demandar el nombramiento de un abogado especial (Mother Jones 10/5). Algunos demócratas y medios de comunicación hasta piden que Trump sea impugnado.
Este es un mensaje para Trump y toda su clase política, sus servicios están siempre condicionados. Ellos pueden ser remplazados si no sirven apropiadamente a los amos de su clase dominante.
Mueller, el Martillo Que Ajuste a Trump
Cuando el Departamento de Justicia decide llamar a un abogado especial, Robert Mueller fue la elección perfecta para conectar la división partisana y ayudar a unir el ala principal patronal. Mueller fue nombrado director del FBI unos días antes de los ataques del 11 de Septiembre del 2001. Fungió bajo el demócrata Obama y el republicano George W. Bush, y les sirvió bien:
Mueller es tan derecho como una flecha. Es el director del FBI que mas ha durado desde J. Edgar Hoover, y además con mas influencia. Convirtió al FBI de una agencia enfocada primordialmente en la ejecución de la ley y acusaciones e investigaciones después-del-hecho, en realidad lo que es, una agencia de inteligencia global profundamente enfocada en casos de contraespionaje y contra-terrorismo…(Biographer Garret Graff on NPR, 17/5).
Muller no es amigo de los trabajadores, puede ser un mediador creíble para los desacuerdos entre la clase dominante. Los patrones utilizaran el sistema legal, siempre que puedan, para resolver sus crecientes problemas, hasta que ya no puedan.
Obedeciendo Órdenes, Ajustándose a la Linea Patronal
Las dos primeras paradas del viaje inaugural de Trump fueron a Arabia Saudita e Israel, ambos grandes aliados de EE.UU que reflejan la decadente posición del imperialismo estadounidense en el Medio Oriente y el mundo. El Departamento de Estado de EE.UU ha sabido por años que Arabia Saudita le provee “apoyo logístico y financiero al EI y otros grupos radicales de la region” (Independent, 14/10//16). Mientras tanto Israel, es odiado por su ocupación de Palestina y el trato tipo apartheid de los palestinos. Durante los años de Obama, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, hablo abiertamente sobre su desafío a los deseos de EE.UU en la region. Aunque Netanyahu ha suavizado su postura desde la victoria de Trump, Israel sigue siendo un aliado cuestionable en un periodo de mucha presión sobre las metas del imperialismo estadounidense.
Diferentes Posturas, Todas Capitalistas
No importa quien salga triunfante en las luchas entre patrones, los trabajadores siempre perdemos. Aunque el fascismo abierto de Trump es una amenaza a la clase trabajadora internacional, el error mas grave que podemos hacer es escoger un lado u otro de esta batalla. No podemos apoyar politicos demócratas contra Trump, aunque sean líderes conocidos como Schumer y Pelosi o falsos liberales “de afuera” como Bernie Sanders y Elizabeth Warren. Los demócratas también representan las fuerzas de la guerra y el fascismo. Es mas, son aun mas peligrosos que Trump y su calaña, porque ellos pueden engañar y mal dirigir a trabajadores honestos y antirracistas.
El único camino lejos de estos imperialistas engañosos es el camino al Partido Laboral Progresista y la revolución comunista. Nuestro Partido y nuestra prensa, DESAFIO, constantemente han atacado a los políticos y prensa de todos los estratos porque son agentes del capitalismo. Un PLP de millones – dirigiendo una clase trabajadora de miles de millones – los barrera a todos para siempre.

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FBI: mito y realidad

La glorificación de James Comey y Robert Mueller sirve para ganar a la clase trabajadora a apoyar al FBI, una institución de la clase dominante, como el menor de los males capitalistas. Pero el historial racista del FBI nos muestra claramente que es una propuesta letal:
•Al contrario de la imagen de Hollywood sobre el heroico FBI desraizando al Ku Klux Klan en el Sur (como lo presenta la película, Mississippi Burning), nada esta mas alejado de la verdad. En realidad el FBI se enfoco en destrozar los grupos antirracistas y militantes locales (como los Deacons for Defense) también a las organizaciones nacionales como el SNCC (Coordinadora de Comités de Estudiantes No Violentos) y los Panteras Negras.
•El FBI creo el COINTELPRO, un programa de contra-inteligencia, tratando de aplastar al Partido Comunista de EE.UU y el creciente movimiento por los derechos civiles. Después de la marcha en Washington de 1963, J. Edgar Hoover, director del FBI señaló a Martin Luther King, Jr. como su objetivo principal. COINTELPRO también señaló a Malcolm X (Manning Marble, A Life of Reinvention). Esta bien documentado que el FBI conspiro para destruir al Partido Panteras Negras (In These Times, 4/12/13).
•El FBI jugo un papel crucial ayudando a HUAC (House Un-American Activities Committee) durante las cruzadas anti-comunistas de la década de 1950. Desde 1946 a 1952, el FBI duplico su numero de agentes. En 1951, lanzo un “Programa de Responsabilidades” secreto espiando a maestros y abogados, entre otros. Sus ataques mas feroces los reservaron para los comunistas negros como Paul Robeson.
En pocas palabras, expongamos al FBI por lo que es: un despiadado agente de la dictadura capitalista.