Colombia—Hace unos meses, en respuesta al retraso en el pago de salarios, 60 valientes y airados trabajadores de la construcción se fueron en huelga. Demandaban sus salarios. Miembros del Partido Laboral Progresista han trabajado con estos trabajadores por mas de un año, distribuyendo e periódico y hablando de la situación de la clase trabajadora, la esclavitud asalariada y el materialismo dialéctico. Un militante del PLP participó en las actividades aconsejando que los trabajadores traten de prevenir las represalias de los patrones.
Los patrones, en respuesta a la huelga, trajeron trabajadores de otras obras para sabotear la huelga. Trataron de convencer a los trabajadores de que no eran responsables de los esquiroles y que “otras razones” los llevaron ahi. Asqueados por estas mentiras, los trabajadores no le creyeron. Intensificaron su lucha bloqueando las entradas a la obra, ni siquiera los suministros entraban. El militante del PLP involucrado trato de proteger a los trabajadores de las represalias patronales. Aun así, los patrones despidieron a diez trabajadores.
Lecciones de la Huelga
En una posterior evaluación compartimos con estos a trabajadores la enseñanza dejada por dicha acción y el por qué no se tuvo en cuenta el condicionamiento para evitar los despidos, a lo que respondieron que ellos no creían que por una acción legítima como reclamar su sueldo ganado con esfuerzo el patrón se desquitara de esa manera. En realidad, a los patrones no les importa robarle a los trabajadores. Ellos les roban para hacer ganancias. Los salarios que recibimos no son nada comparado con la riqueza que los trabajadores crean para los patrones, Los patrones son ladrones por naturaleza, no podemos confiar o ser buenos con ellos cuando luchamos.
Concluimos que los gobernantes quieren apaciguar a los trabajadores con la creencia que podemos confiar en la ley burguesa y el pacifismo, estas leyes las hicieron para justificar la propiedad privada y no para la defensa de nuestras necesidades, y que debemos tener en cuenta estas valiosas enseñanzas para organizarnos y no dar cabida al espontaneismo. Seguimos debatiendo con 6 de estos trabajadores y el DESAFIO sigue circulando de mano en mano en esta obra
Debemos Destruir Todo el Maldito Sistema
Mientras estos trabajadores luchan por sus miserables sueldos, las fuerzas productivas colombianas generan gananacias mulimillonarias debido al resurgimiento en la construcción y minería. Estas ganancias no le llegan a la clase trabajadora. Se van directo a las gordas cuentas bancarias de los patrones y gobernantes. Aun peor, sus sucias minas arruinan los barrios de la clase trabajadora. Un reporte de las NU encontró que la minería ha destruido el “acceso al agua, salud [y el] desarrollo de la actividad agrícola” y “una alta tasa de prostitution tambien ocurre entre los jóvenes, incluso estudiantes, y la adiccion a las drogas, especialmente en hombres jóvenes” ocurre en los pueblos en donde se han creado minas.
Al gobierno colombiano tampoco le importa como la industria minera afecta a estos trabajadores, quienes en su mayoría vienen de las partes mas pobres del país. El presidente Juan Manuel Santos hizo de la minería uno de los “motores” de su “política económica Prosperidad Para Todos”, que en realidad es “Prosperidad para todos los Capitalistas”. El gobierno esta de lado de los capitalistas no de los trabajadores.
Accidentes laborales, muertes prematuras, robos de los salarios y despidos masivos nos ocurren a diario mientras exista este guerrerista sistema capitalista, avarientos burgueses que se enriquecen a costa de la miseria y los bajos salarios que nos pagan, en este caso en particular hay 160 obreros que laboran incansablemente 60 horas semanales para que se enriquezca un patrón. Es el trabajo del PLP organizar a estos trabajadores y elevar su conciencia revolucionaria. Las huelgas son un paso importante en la construcción de la confianza de la clase trabajadora, pero no debemos parar ahi. Debemos abolir todo el sistema capitalista para acabar con la miseria de la clase trabajadora.
El PLP debe seguir construyendo con los trabajadores en todas las industrias y países, desde trabajadores de la construcción en Colombia a trabajadores de transporte publico en Chicago, para poder organizar a la clase trabajadora internacional hacia una óptica revolucionaria.
Debemos organizar para que todas nuestras acciones sean planeadas tomando en cuenta nuestras experiencias diarias, el nivel de consciencia y organización de las masas, la fortaleza del enemigo y nuestra propia fortaleza, para poder avanzar con confianza y convertir a nuestro partido revolucionario en uno masivo. Este paso es necesario para la revolución comunista que acabara con toda la vileza de este sistema capitalista criminal y racista.