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El imperialismo es: guerras sin fin en Afganistán

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01 Septiembre 2017 73 visitas

 Donald Trump ha aprobado el regreso de miles de tropas estadounidenses adicionales a Afganistán, lo que demuestra la ansiedad de los patrones sobre dejar un vacío de poder en Asia Central y el Medio Oriente. Esta guerra de 16 años, la mas larga en la historia estadounidense, es el producto de las rivalidades inter-imperialistas entre EE.UU. y China principalmente, pero también entre los rivales regionales Pakistán e India, y China e India también.
Casa de paja
Por tres siglos, los sangrientos imperialistas británicos saquearon lo que es ahora Afganistán. Después, el imperialismo estadounidense hizo lo mismo. Después de 16 años de destrucción para la clase trabajadora afgana y un resurgente Talibán controlando un vasto territorio, los patrones estadounidenses se ven obligados a admitir su fracaso y falta de soluciones para el futuro:
Los esfuerzos estadounidenses, a pesar de algunos éxitos, han terminado reforzando y acelerando los ciclos de violencia y fragmentación que han estado creciendo desde el colapso del estado, a principios de 1990…Su locación [de Afganistán] la pone a merced de varios poderes extranjeros, todos se beneficiarían de una Afganistán estable, pero también perderían si otro país la domina. (New York Times, 8/24).
EE.UU. dejo una apertura a China cuando retiro su ejercito de Afganistán, de las mas de 100,000 tropas durante su apogeo en el 2011 a menos de 10,000 hoy. Los capitalistas chinos llenan ansiosamente el hueco con tropas, fondos, y entrenamiento de fuerzas locales:
Los interés financiero chinos, giran alrededor de la abundancia en recursos naturales y minerales, y su acceso a los mercados de Asia Central. Beijing ve a Afganistán como un enlace vital para su iniciativa de “Un Cinturón, Una Ruta”, una política económica que busca conectar a Eurasia con China (Military Times, 5/3).
Los gobernantes estadounidenses no pueden permitir que China se convierta en un gran poder dominante en este territorio críticamente estratégico. Si EE.UU. no puede controlar Afganistán, se meterá en un estancamiento que para la clase trabajadora significara mas caos, muerte y saqueo. Solo en 2016, según un reporte de las Naciones Unidas, “3,498 civiles afganos fueron asesinados…y 7,920 fueron heridos, haciendo de ese año el mas sangriento para los civiles desde que la ONU comenzaron a contar en 2009… El numero de niños asesinados en 2016 fue 24% mas alto que los números mas altos previamente registrados (nbcnews.com, 22/08).
No es la primera vez que para mantener el estancamiento, EE.UU. explota la rivalidad regional entre India y Pakistán. Pero con los miles de millones de India promete a Afganistán después de sus acuerdos de comercio y transporte con el enemigo estadounidense, Irán. Pakistán fortaleciendo su acuerdo militar con el archí rival estadounidense; China. Su estrategia puede salir como un tiro por la culata.
No hay plan grandioso
La guerra sin fin en Afganistán ha provocado desacuerdos dentro del ala principal de la clase dominante estadounidense, como lo ilustraron dos escritores asociados con el Consejo de Relaciones Exteriores, el grupo de expertos preferido de los patrones. Mientras que Max Boot esta a favor de renovar “la reconstrucción del país” en Afganistán (NYT, 22/8), Aaron O’Connell pedía una desescalada y adoptar unas “metas mínimas mas realistas” (Foreign Affairs, 16/6).
La decisión de los gobernantes refleja la relativa debilidad del imperialismo estadounidense. Los patrones no tienen una carta ganadora para jugar, lo cual los hace aun mas peligrosos para la clase trabajadora internacional.
El comodín: los trabajadores
La clase trabajadora, organizada bajo el liderato revolucionario comunista del Partido Laboral Progresista, tiene el comodín. Mientras los imperialistas extienden sus guerras, se ven forzados a reclutar a su ejercito a los mismos trabajadores y estudiantes que reciben sus ataques racistas. Estos jóvenes soldados, ganados a una visión de un mundo sin fronteras y sin capitalismo podrán convertir la próxima guerra mundial en una guerra revolucionaria por el comunismo. Los capitalistas siempre harán guerras, ¡pero nosotros las terminaremos!