San Francisco, CA—El capitalismo no puede ni proveerá la vivienda adecuada para la clase trabajadora. En la feroz gentrificada área de la bahía de San Francisco, donde el precio promedio de una vivienda unifamiliar ahora sobrepasa $1.6 millones (sf.curbed.com, 4/5), más de siete mil personas se han quedado sin hogar (San Francisco Chronicle, 6/28). Con una gran escasez de camas de alojamiento, el número de campamentos improvisados de personas sin hogar se ha estallado. Miles, incluyendo familias con niños – están viviendo en carros, carpas, parques, edificios abandonados, fuera de estaciones de camiones, o en las calles.
Muchas personas sin hogar, maestros y estudiantes incluidos, tienen trabajo pero no pueden pagar las mensualidades del arriendo en una ciudad donde un apartamento de una habitación cuesta $3,334 al mes (rentjungle.com, June 2018.) Miles más son viviendas inseguras. Se enfrentan con imposibles incrementos de renta y se ven tomando el camino al desalojo y no tener a donde vivir.
Todavía, casas y apartamentos dentro y alrededor de San Francisco quedan vacíos. Y la tecnología existe para construir miles más. ¿Cómo es posible que exista esta catástrofe?
La crisis de vivienda en el área de la bahía se debe directamente a la anarquía del capitalismo. Las megaempresas de Silicón Valley como Apple, Google y Facebook, construyen enormes fábricas de producción sin ningún plan de vivienda o apoyo para sus trabajadores. Entre 2012 y 2016, más de 373,000 trabajos nuevos se han creado en el área de la bahía y solamente se permitió construir 58,000 nuevas unidades de vivienda. Desde el 2011, la competencia de trabajadores en el sector de tecnología y altos sueldos para conseguir escasos alojamientos de vivienda ha duplicado el precio promedio de una casa, exprimiendo a los trabajadores con menores sueldos. Solares vacíos y propiedades en el estado de “derribar” en Silicón Valley se venden por más de $1 millón de dólares.
Lo que los locos-por-ganancias millonarios y mil millonarios no pueden anticipar, con toda su sofisticada tecnología, es que la clase trabajadora, ciudadanos y no ciudadanos por igual, lucharán y se unirán en una fuerza multirracial para enfrentar a sus opresores, y últimamente derrotar el sistema de lucro inhumano.
”El Sueño Americano”—Descanse en Paz
Por unas pocas generaciones, el sueño americano de ser dueño de casa se veía como una respuesta para muchos trabajadores en los Estados Unidos. Ser dueño de propiedad quiso decir seguridad de vivienda y la acumulación de riqueza. Transmitiendo esta riqueza a los hijos permitió movilidad ascendente. Después de la segunda guerra mundial, el capitalismo estadounidense estaba creciendo rápido alrededor del mundo. Dentro los EE.UU., la industria inmobiliaria estaba haciendo dinero a montones. Ambos suburbio y áreas escasamente desarrolladas en ciudades como Oakland vieron el desarrollo masivo de viviendas unifamiliares. En los 1950’s y 1960’s, apoyados por luchas anti-racistas y trabajos sindicalizados, unos trabajadores negros quienes se movieron del Sur de los Estados Unidos durante el gran movimiento de inmigración, compraron casas en las llanuras del área de la bahía. Los trabajadores inmigrantes compraron casas en Fruitvale y Chinatown.
Pero el sueño americano siempre fue codificado por color. Los bancos, intereses inmobiliarios y los gobiernos federales y estatales exigieron líneas de demarcación racistas para segregar los barrios. La explotación racista de la labor inmigrante en el mercado de trabajo quiso decir que los trabajadores de menos sueldos estaban forzados a pagar elevadas tasas de interés para hipotecas de vivienda – o no poder calificar en comprar una casa en absoluto.
Un reciente artículo en el SF Business Times reportó que HUD (El Departamento de Desarrollo Urbano y de Viviendas de los Estados Unidos) ya ha definido el ingreso mínimo para “viviendas accesibles” a $117,000 para una familia de cuatro en el área de la bahía. ¡Esto significa que la gran mayoría de trabajadores latinos, negros, inmigrantes, de bajos sueldos y no sindicalizados no necesitan aplicar!
La razón de porque el Capitalismo no puede tener una salida del crisis de vivienda
El capitalismo invierte en la vivienda solo cuando genera cada vez mayor las ganancias. A finales de los 1970’s, sectores de la clase trabajadora comenzaron a perder sueldos y el poder de compra. Concentrado entre negros, latinos, asiáticos y un/a jefe de familia (predominantemente mujeres y nuevos trabajadores inmigrantes), la brecha de riqueza no ha dejado de crecer. Desde los 1970’s, los “sueldos de los trabajadores ajustados a la inflación” solamente creció a 0.2% por año. Es decir, aunque la economía ha estado creciendo, el modo principal en que la mayoría de gente beneficia de este crecimiento casi se ha destacado completamente…Extensos aumentos en sueldos se han acumulado para los trabajadores en la tapa…y sueldos para la mitad inferior de la distribución de ingresos” ha estado en caída o destacado. (Harvard Business Review, 10/24/17.) Mientras, el costo de vivienda (mayor gasto familiar de los trabajadores) ha crecido por 73% para un hogar de dos recamaras (rentjungle.com, June 2018).
Después del colapse de las hipotecas subprimas estadounidense en 2007, la desigualdad llegó a nuevos extremos. El resultante torrente de ejecuciones hipotecarias robó a la clase trabajadora de mil millones de dólares de riqueza. Oakland fue una de las ciudades más afectadas, con más de 35,000 viviendas perdidas entre 2007 y 2012. Desalojos y desplazamientos de propiedades en alquiler también incrementaron. El llamado sueño americano ahora era una lúcida pesadilla para la clase trabajadora – y un nuevo amanecer dorado para los codiciosos puercos negociantes del capital financiero (Vea la caja sobre Blackstone.)
Según la Comisión Metropolitana de Transporte (CMT), la escasez de vivienda accesible “es la impulsora principal de todos nuestros problemas.” ¡Según la tarifa vigente de la nueva construcción de viviendas, un estudio del CMT estimó que los residentes de Oakland tendrán que esperar hasta el año 2295 para dar alojamiento a la proyectada población en 2040!
Debido al aburguesamiento racista y décadas de “remoción urbano”, la población negra de San Francisco ha disminuido de 13 % in 1970 a menos de 6% hoy en día (Seattle Times, 5/11/15. Oakland ahora está siguiendo una trayectoria similar. Con 94% de nuevo desarrollo ahora reservado para propiedades de lujo o tarifa de mercado, Oakland ha perdido más de 30% de su población negra desde el 2000. Familias inmigrantes también se están yendo masivamente, con los propietarios usando la amenaza de la migra para desalojarlos o aumentar sus rentas.
La clase trabajadora lucha
Propietarios e inquilinos del área de la bahía se están uniendo en un capitulo anti-desplazamiento de la Alianza de Californianos por el Empoderamiento Comunitario (ACEC). Muchas de las luchas de la organización se enfocan en manteniendo a los trabajadores en viviendas existentes e impidiendo el camino al desplazamiento, desalojo y el no tener en donde vivir.
Para parrar los desplazamientos, miembros de ACEC organizan con acción directa y ráfagas telefónicas contra individuales propietarios y los grandes inversionistas de Wall Street. Recientemente, más de 30 miembros tomaron control de la oficina Blackstone/Invitation Homes (vea la caja) en Sacramento y tuvieron éxito en reduciendo el aumento de renta de $250.00 a $60.00. Una familia evitó el embargo hipotecario, mientas tres otros permanecen en su hogares con rentas razonables.
ACEC está construyendo un movimiento masivo para restaurar y ampliar el control de rentas. Es más, está organizando una campaña para esforzar a que los propietarios vendan propiedades ajetreadas a una colección de “inversionistas con conciencia social” o fondos de tierras para arriendos o hipotecarios accesibles, con familias siendo dueños de sus hogares pero no al terreno.
La reforma y la revolución
“¡La vivienda es un derecho humano”! “¡La vivienda para la gente, no para hacer ganancias”! Estos son cantos comunes cuando miembros y amigos de ACEC enfrentan a los propietarios, los políticos que los protejan, o los patrones del mercado inmobiliario como los de Blackstone/Invitation Homes. Los cantos siguen el fundamento comunista que todos los trabajadores merecen una vivienda decente. Estas acciones son limitadas porque se enfocan en las necesidades de inquilinos individuales y no en un cambio de sistema o la destrucción del capitalismo. Las batallas alrededor de desalojos y control de rentas no resuelve una contradicción esencial capitalista: La reducción de sueldos de los trabajadores ya no puede comprar lo que la clase trabajadora produce, la base de lucro capitalista.
Involucrando nos en estas luchas ha dado a los miembros del Partido Laboral Progresista (PLP) la oportunidad de levantar nuestra política comunista sobre los límites del capitalismo. Unos miembros de ACEC se unieron con nosotros el Día del Trabajo, mientras otros asistieron a una manifestación contra la separación de niños y padres inmigrantes en el Centro de Detención Richmond.
Al mismo tiempo que celebramos nuestras victorias reformistas, miembros del PLP señalan que muchas batallas a lo largo de los años no han garantizado la vivienda como un derecho de clase trabajadora. Para cumplir con eso, tenemos que destruir el capitalismo y reemplazarlo con el comunismo: sin dinero, sin comprar o vender comodidades como la vivienda. En vez de gobernar una economía de ganancias para unos pocos, nosotros organizaremos y distribuiremos la producción basado en las necesidades de toda la clase trabajadora.