BROOKLYN, 21 julio—Este sábado caluroso y atestado, sesenta antirracistas tomaron control de la esquina de la Avenida Church y la Calle Este 18 para conmemorar los cinco años de lucha por justicia para Kyam Livingston.
En un mensaje poderoso contra este sistema racista, tres familias de victimas de asesinos policíacos se unieron con otros antirracistas para condenar el Departamento de Policía de Nueva York (NYPD). La clase trabajadora necesita más ejemplos de liderazgo de mujeres Negras como éstas. En el Partido Laboral Progresista, luchamos por justicia verdadera para nuestra clase: el comunismo.
Esto es lo que significa solidaridad
Estudiantes, maestros, familias locales, trabajadores, jóvenes y adultos—Negros y blancos unidos—todos manifestamos juntos. Repartimos volantes y periódicos DESAFIO. El megáfono no fue suficiente para toda la gente que quería hablar de la vida de Kyam, de su muerto, y de los horrores del racismo y del capitalismo. La madre de Kyam, Anita Neal, como siempre, nos conmovió a todos y nos hizo llorar cuando habló de como mataron a su hija en aquella celda asquerosa.
Entre los oradores habló la hermana de Shantel Davis, que era una mujer de 23 años asesinada en 2012 por el policía Negro Phillip Atkins. Se apodaba en el vecindario como “El Delinquente Atkins” por su abuso brutal hacia los residentes. El padre de Saheed Vassell también estuvo presente, cuyo hijo fue asesinado a los 34 años por la policía en abril de este año.
Este nivel de solidaridad estable y duradera es una amenaza a la clase dominante. Cuando los gánsteres racistas en azul asesinan a nuestros hermanas y hermanos, también están conectando sin querer una constelación de familias listos a luchar y exponer este sistema. Cuando suceda el próximo asesinato, la próxima familia tendrá una red creciente de luchadores dirigida por mujeres Negras.
Un orador habló de como el sistema es desigual, particularmente para trabajadores Negros y Latinos. Algunos de los oradores conectaron las grandes injusticias aquí en los EEUU con los que pasan en Palestina, Siria, Turquía, y Sudáfrica. Estas inequidades están fomentadas por la necesidad de obtener ganancias, y el racismo y el sexismo divide a los trabajadores mientras maximiza esas ganancias.
Los peatones pararon para escuchar, agradecer a quienes están luchando, tomar información, y unirse a la manifestación, incluyendo una persona que estaba furioso sobre su propio arresto y abuso por la policía.
Tomar las calles para Kyam
La manifestación duró dos horas, y luego tomamos acción directa. Gritando, “Aplastemos—el sistema entero!” y pasando al medio de la intersección, paramos el tráfico, siguiendo con nuestras consignas. La mamá de Kyam, Anita, dijo que extraña a su hija todos los días. Después, soltamos unos cuantos globos al viento.
El viento los llevaba primero contra los edificios, y luego hacia arriba al cielo. Habían algunos helicópteros de la policía frente a la calle. ¿Por qué no pararon esta manifestación y tomo de la intersección? El apoyo en este vecindario por la lucha persistente contra los asesinos racistas policíacos nos deja sobrepasar los limites de que usualmente permite la policía. La policía no interfirió.
Fue un día muy caluroso, y la multitud se unió enojada para acordarse de Kyam y exigir justicia para ella y para todos los que sufrimos bajo el sistema de violencia policíaca en el capitalismo americano.
Esta es solo una lucha en la batalla para aplastar el racismo, el sexismo, y el capitalismo. Solo un sistema comunista—un sistema que involucra a todos los trabajadores en construir un mundo para todos en vez de dividirnos para maximizar las ganancias capitalistas—puede dar fin a esta opresión.