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Resistencia de los estudiantes al porrismo: Bastión de la lucha contra el fascismo

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02 Octubre 2018 81 visitas

MEXICO, 3 de septiembre—Un grupo de porros (matones) atacó de forma violenta, cobarde y artera, a estudiantes del CCH Azcapotzalco y de otras escuelas de la UNAM que los apoyaban, los jóvenes se manifestaban en la esplanada de la Rectoría, en demanda de la apertura de grupos en su plantel, la renuncia de la directora y mejoras a las condiciones de seguridad.
 El rector Enrique Graue, reconoció días después, que presenció el ataque desde la torre de Rectoría, otras autoridades de la Universidad también estaban presentes, pero no hicieron nada mientras los porros agredían a los estudiantes con piedras, palos, tubos, bombas molotov, petardos y objetos punzocortantes. Como resultado de la agresión, varios estudiantes resultaron heridos, dos de ellos tuvieron que ser hospitalizados en estado de gravedad.
 Las autoridades universitarias, históricamente han tolerado, solapado, organizado y financiado a los grupos porriles en la UNAM, son parte del aparato represivo que usan en contra de los estudiantes, profesores y trabajadores que luchan.
 Los gobiernos federales y de la Ciudad de México, también han protegidos y cobijado a estos grupos. Un claro ejemplo es Héctor Carranza, apodado el Escorpión, identificado como uno de los dirigentes del ataque, quien en sus inicios estaba vinculado al PRI y recientemente se ha identificado como funcionario de gobierno del PRD.
 Tanto las autoridades universitarias como gubernamentales, hipócritamente se han deslindado de la represión y de los grupos porriles, pero ambas actuaron de forma tibia y errática antes y después del ataque, se culpan mutuamente de la liberación de dos de los porros que atacaron a los jóvenes. Eso solo muestra su complicidad con la represión fascista a los estudiantes y la protección a los grupos de choque que operan en la UNAM.
 En respuesta a la represión del 3 de septiembre, los estudiantes de la mayoría de las escuelas y facultades de la UNAM se fueron a paro, el 6 de septiembre más de 30 mil marcharon en Ciudad Universitaria en contra de la represión, apoyados por estudiantes de otras escuelas, como el Poli y la ENAH.
 Los jóvenes están hartos del terror y respondieron solidaria y colectivamente al ataque de sus compañeros. Los grupos que montaron la provocación de los porros, con el objetivo de desestabilizar a la UNAM y al próximo gobierno del capitalista nacionalista López Obrador, subestiman la capacidad de los estudiantes de organizarse y luchar en contra de la represión y las injusticias del sistema capitalista.
 A diferencia de otros periodos en donde el porrismo se ha usado para tratar de frenar las protestas en las universidades, actualmente el terror y la violencia se ha instaurado como la principal forma de control de los grupos que se rebelan contra los ataques del sistema, incluso el marco legal, justifica el uso de la fuerza por todo el país para contener la protesta social, como lo establece la Ley de Seguridad Interior.
 Pero, eso no ha amedrentado a los estudiantes y a los miles que resisten en las comunidades frente a lo intereses de las mineras, o los estudiantes que resisten al cierre de sus escuelas (uno de los muchos trasfondos del ataque contra los normalistas de Ayotzinapa), o los campesinos de Atenco que resisten a la construcción de un aeropuerto, por citar algunos ejemplos.
 El comunista Partido Laboral Progresista (PLP), repudia la represión porril contra los estudiantes, como marco de la violencia fascista de la clase capitalista contra la clase trabajadora. Hacemos un llamado a todos los trabajadores para solidarizarnos con los estudiantes, pero principalmente para organizarnos en un partido no electoral y cambiar el sistema capitalista represor por un sistema comunista de igualdad social.
¡Frente a la represión fascista, la lucha organizada de la clase trabajadora!