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Las disputas entre la clase dominante destruye a trabajadores

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25 Enero 2019 96 visitas

 El cierre gubernamental de 30 días claramente nos muestra que; a Donald Trump o sus adversarios demócratas les importa un bledo lo que le pase a los trabajadores, las principales victimas del juego de poder entre el ala principal imperialista de la clase dominante y el ala domestica, republicana que apoya a Trump. El 78% de los trabajadores estadounidenses viven esperando su sueldo (CNBC,9/1). Pero ahora, 800,000 empleados federales y cientos de miles de contratistas, 40% del personal gubernamental, no reciben su sueldo, estén forzados a trabajar o no. Para entender la devastación tenemos que saber que el 21.2% de las familias estadounidenses no tienen ahorros, incluyendo el 32% de familias latinas y el 37% de familias negras. El 40% de todas las familias disponen de menos de $400 dólares en caso de emergencia, según la Reserva Federal. ¿Cual otra prueba necesitamos de que los trabajadores no pueden vivir bajo el sistema capitalista?
Los más golpeados han sido los trabajadores indígenas viviendo en tierras federales. Las carreteras están cubiertas de nieve, las ambulancias no transitan y 60% trabajadores de la salud sin sueldo, han devastado los servicios de salud.  Otros ejemplos de los efectos del cierre, que afecta desproporcionadamente a trabajadores negros y latinos, son: Se repartieron temprano las estampillas de alimentos de febrero, utilizadas por 38 millones de personas, pero no habrá mas; ayuda federal en efectivo de $34 millones ya no existe y es remplazado por los estados; Prestamos de la USDA, subsidios federales para arriendos a la gente mas necesitada en las áreas rurales terminaran el 1/2; las inspecciones han bajado de manera considerable; no habrá aprobaciones para antagonistas opiáceos. Si los trabajadores no han muerto debido a estas medidas, muchos lo harán, puesto que los efectos a largo plazo del estrés y privación continuaran mucho después de que termine el cierre.
¿Porque convertir la inmigración en una crisis?
Trump dice que hay una “crisis de inmigración”, en realidad, el cruce fronterizo de personas sin documentos ha disminuido, de 851,000 en 2006 a aproximadamente 62,000 en 2016.  Además, inmigrantes documentados e indocumentados cometen crímenes a niveles más bajos que los nacionales y tienen un nivel de desempleo mas bajo. (NYT 11/1). La mayoría de las drogas importadas ilegalmente pasan a través de puertos legales. Debido a la baja en la tasa de fertilidad de los estadounidenses, para mantener su actual nivel de producción, EE.UU. tendría que admitir a mas de un millón  de inmigrantes hasta el año 2050, mas del doble del numero actual (NYT, 15/1).
Lo que logra el mantener las barreras legales a la inmigración es mantener a grandes grupos de trabajadores en constante estado de terror, limitando drásticamente su capacidad de demandar mejores salarios y de organizarse. Al etiquetar a trabajadores inmigrantes de peligrosos y criminales, también se entrelazan las divisiones nacionalistas y racistas entre ellos y otros trabajadores, incluyendo a trabajadores negros e inmigrantes documentados y sus descendientes.
¿Qué esta pasando ahora?
Quizás la mejor explicación es que Trump es un politiquero torpe y que no tiene a ningún representante de las fuerzas generales de la clase dominante que le aconseje.  Se ve a si mismo tan agradecido con su base mas racista y reaccionaria que tiene que cumplir su promesa de campaña de “construir el muro” para ganarse sus galardones racistas y nacionalistas. Pero, no debemos pensar que los demócratas o liberales que se oponen a él estén interesados en tratar a los inmigrantes con humanidad.  Desde hace un siglo, los presidentes Wilson, Nixon, Carter, Reagan, Clinton, ambos Bush y Obama han creado barreras draconianas a la inmigración y han aumentado las deportaciones. Obama deporto a más inmigrantes que ningún presidente anteriormente, y los demócratas han creado más muros que los republicanos.
Los trabajadores no solo debemos luchar contra el muro racista en la frontera; sino por un mundo sin fronteras – el comunismo. Hoy los demócratas, representan el ala financiera principal de la clase dominante y quieren debilitar a Trump. Este esta destruyendo años de políticas que fortalecieron las alianzas internacionales militares, políticas y financieras de los gobernantes estadounidenses.  Les horroriza su comportamiento indisciplinado. Temen que su salida de Siria y Afganistán y la amenaza de salirse de la OTAN amenacen su imperio mundial. También se oponen a la destrucción total de las regulaciones ambientales, el racismo abierto y la destrucción del “libre comercio” que daña su reputación y sacude a las grandes corporaciones estadounidenses y sus alianzas imperialistas internacionales.  
Finalmente, los trabajadores debemos luchar colectivamente para defendernos de ambos partidos.  Los trabajadores en los aeropuertos, en masa, están llamando a sus trabajos para reportarse enfermos.  Mientras que los patrones ignoran las necesidades de los trabajadores y aunque las huelgas están legalmente prohibidas para los trabajadores federales, se necesitan acciones en esta lucha por la sobrevivencia.  Nuevamente, esta claro que al capitalismo le vale un bledo la vida de los trabajadores, y que a final de cuentas, tenemos que luchar por una sociedad que nosotros controlemos – el comunismo.